Costumbres y Tradiciones de los Turcos (7/2014)

La mujer turca en la época del Imperio Otomano

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Costumbres y Tradiciones de los Turcos (7/2014)

En los últimos dos programas tratamos el punto de vista sobre la mujer en la tradición estatal turca en Asia Central y la época de los selyúcidas. En el programa de esta semana vamos a hablar sobre la mujer en la tradición estatal del Imperio Otomano y los derechos que tenía. En la época de fundación del Imperio Otomano el estilo de vida de la mujer se asemejaba al de la mujer en Asia Central y en el período de los selyúcidas. Pero en las siguientes épocas se nos aparecen también otras aplicaciones a causa de la distinta interpretación del Islam, la influencia de las culturas extranjeras y cambios en el estilo de vida. Hasta el siglo XVI, cuando el Beylicato Otomano se transformó en un estado, la mujer participaba en las guerras igual que fue el caso en Asia Central y los tiempos de los selyúcidas. En la familia otomana la mujer fue la persona más eficaz en cuanto a la crianza de hijos y su educación. En casa la mujer tenía la palabra al menos igual que el hombre.

 

Existen ejemplos que muestran que la mujer se encontraba bajo la tutoría del estado en las épocas de Osman Gazi y Orhan Gazi. También las mujeres no musulmanes se contaban en esta aplicación. Esto supone una prueba de la justicia en el estado sin discriminar idioma, religión y raza.


Nos enteramos de importantes informaciones sobre el estatuto y el estilo de vida de la mujer otomana en las obras de ciertos viajeros europeos. Lady Montagu que llegó a Turquía en el siglo XVIII, destacó que la mujer otomana era más libre que la mujer europea. Lady Craven por su parte dijo: “No creo que haya visto en otro país donde la mujer tiene tanta libertad y privilegios como la de Turquía. La actitud de los turcos hacia las mujeres tiene que ser un ejemplo para todas las naciones”.

 

Se refleja en los documentos oficiales del estado que la mujer desempeñaba un papel activo en la sociedad otomana. El investigador norteamericano Jennings realizó estudios en los registros tribunales de la ciudad Kayseri y detectó que la mujer podía comprarse bienes inmuebles, podía venderlos e incluso podía ejercer actividades de comercio. Las mujeres podían trabajar como dirigentes en asociaciones fundadas por ellas o por sus familiares y así administraban grandes cantidades de dinero. Las mujeres disponían de ciertos derechos y autoridades jurídicos. En el estado otomano también la mujer podía recurrir a los tribunales igual que lo podía el hombre. La mujer podía recurrir al tribunal para quejarse, defender sus derechos y defenderse cuando ésta se acusaba de algo. En las investigaciones realizadas se ve que las mujeres mandaban cartas de queja a los sultanes. Se quejaban más de los jueces musulmanes, miembros de asociaciones, sus familiares, deudores, sus maridos y los autorizados locales. Estas cartas de queja manifiestan la presencia activa de la mujer en la vida social y comercial. Como ejemplo; casi la mitad de las máquinas de hilar pertenecían a mujeres. Y también eran mujeres las personas que trabajaban en estos talleres. Los registros y documentos otomanos ofrecen informaciones sobre las mujeres que compraban bienes inmuebles, los vendían o los alquilaban.

 

También había mujeres que mostraban actividades en trabajos caritativos. La mujeres del palacio otomano asumían importantes misiones en la fundación de asociaciones e instituciones caritativas. Fue una tradición desde los principios del Imperio Otomano el hecho de que las sultanas madres, las sultanas esposas y las concubinas mandasen a fundar instituciones caritativas. 2309 de las 26.000 asociaciones registradas en el archivo de la Dirección General de Asociaciones se fundaron por mujeres. Estas asociaciones no se fundaron solamente por mujeres del palacio, hubo también mujeres normales y corrientes que fundaron pequeñas asociaciones familiares. Todo eso demuestra la estructura activa y luchadora de la mujer turca.

 

La fundación de asociaciones y la compra y venta de bienes inmuebles pone de manifiesto a la importancia de la mujer en la vida económica de los otomanos. Aparte de asociaciones e instituciones, la mujer otomana también mandaba a construir hospitales, centros comerciales, mezquitas, fuentes, puentes y comedores comunitarios. Muchas obras que se mantuvieron de pie hasta el día hoy, se mandaron a construir por las esposas de los sultanes, sus hijas o sus hermanas. La Sultana Hafsa esposa del Sultan Selim, la Sultana Hürrem esposa del Sultan Süleyman, las Sultanas Mihrimah y Safiye, la Sultana Madre Bezm-i Alem y la Sultana Pertevniyal son unas de ellas. Las mujeres mostraban grandes actividades en la urbanización, socialización, educación, construcción y ayuda a los pobres. 69 escuelas en Estambul se mandaron a construir por mujeres en el siglo XIX.

 

Además, las mujeres también estaban involucradas en la ciencia. En el antiguo palacio en Beyazıt conocido como Saray-ı Atık trabajaba un equipo sanitario formado por mujeres. Aparte se llamaron también desde fuera a médicas. Se sabe que el salario de la cirujana Saliha Hatun era el triple de lo que recibían los cirujanos. Las cirujanas mostraban un gran éxito en la enfermedad del Sultan Abdülhamid primero.


Dilhayat Kalfa era la mayor compositora de la época y formaba parte de la banda sonora del Harén.


La mujer que tenía muchos derechos concedidos por el estado, obtuvo aún más derechos en la época de las reformas políticas llamada “Tanzimat “. En aquel período la mujer obtuvo los mismos derechos que el hombre en el compartimiento de la herencia. Otros de los derechos que podía aprovechar eran el derecho a casarse ante el juez islámico y el derecho a recibir formación superior. En la época Tanzimat se consideró muy importante la formación de la mujer porque eso contribuía a la educación de los hijos, a la felicidad de la familia, al progreso y la prosperidad de la sociedad. El factor por el que los intelectuales del período coincidían en la dar formación a la mujer, se originaba en el valor dada a la mujer en la tradición estatal turca ya desde los tiempos en Asia Central.


Por el papel activo desempeñado por la mujer en el Imperio Otomano, hoy en día existe una expresión que dice “Es como una mujer otomana” para describir a las mujeres fuertes, determinadas, luchadoras y con voluntad.

 

Acaban de escuchar el programa preparado por la Docente Doctor Fatma Ahsen Turan del Departamento de Filología Turca de la Facultad de Letras de la Universidad Gazi en Ankara.

 

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