“Vemos que el fanatismo ideológico se fomenta a nivel presidencial”

El presidente Erdogan en su participación en el Congreso Anual de la Sociedad Musulmana de América edición 23 a través de videoconferencia dijo que este año tuvieron que combatir no solo contra el nuevo tipo de epidemia de coronavirus (Covid-19), sino también contra el virus de la "islamofobia" que se propagó más rápido que el coronavirus y añadió:

“El racismo, la discriminación y la intolerancia culturales alcanzaron a  niveles que no se pueden ocultar en países que se calificaron como la cuna de la democracia durante muchos años”.

El presidente Erdogan dijo que la islamofobia y la xenefobia se convirtieron en una tendencia que captura la política, dificulta la vida cotidiana y da forma a las políticas estatales y añadió que en muchos países la alienación de los musulmanes debido a sus creencias, idioma, nombre o vestimenta se convirtieron en algo común.

El presidente  Erdogan dijo que la quema del Corán en Suecia, la ruptura del Corán en Noruega y el estímulo de las caricaturas que insultan al Profeta en nombre de la libertad de prensa en Francia son solo algunos de los ataques contra los santos musulmanes y añadió:

“Vemos que este fanatismo ideológico, que no se diferencia de DAESH o FETÖ (Organización Terrorista Fetullahista) en términos de mentalidad, está ganando más terreno y aún se fomenta a nivel de jefe de Estado”.

Erdogan dijo que despreciar a los santos de los humanos no tienen nada que ver con la libertad y añadió:

“Aquellos que apoyan a los que queman el Corán, los que fomentan el insulto a nuestro Profeta y los que ignoran los ataques a las mezquitas, no lo hacen en nombre de la libertad, sino para ocultar el fascismo en ellos. Tenga en cuenta que, mientras ponen cada ataque a nuestros valores sagrados entre paréntesis de libertad de opinión y libertad de prensa, no pueden tolerar ni la más mínima crítica de sí mismos”.

Erdogan abordó que la principal razón por la que los enemigos del Islam y la humanidad se vuelven tan imprudentes es la inercia y la negligencia de los musulmanesy y añadió:

“Ante los ataques contra nuestros santos, es deber de todos nosotros dejar de lado todas nuestras diferencias y encontrarnos con el denominador común del Islam.  Un musulmán no se hace injusto, ni permite que se dañen sus derechos, leyes y dignidad. No conviene a un musulmán permanecer en silencio ante la injusticia y la ilegalidad, sin importar de quién venga”.