Erdogan resalta la necesidad del cambio de la estructura del CSNU

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante su intervención en la cumbre de países musulmanes en Kuala Lumpur (Malasia), subrayó una vez más la necesidad de cambiar la estructura del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).

Erdogan se dirigió a 650 representantes de más de 50 países en la cumbre a la cual asistió también el presidente iraní, Hasán Rouhaní, y el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al-Thani

Erdogan precisó que la estructura del CSNU debe cambiar y dijo:

"Establecido por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial para proteger sus intereses, el sistema, en el que el destino de 1.700 millones de personas se depende de las decisiones de cinco países, ya está vencido".  

Erdogan recalcó que no solo se debe actualizar el sistema del CSNU, sino también hay que actualizar la Organización de Cooperación Islámica (OCI).

"La mayor escasez de las plataformas que unen al mundo islámico es la falta de prácticas. Esta es la razón por la que no podemos registrar un avance en Palestina y detener la destrucción de nuestra geografía a través del sectarismo. De lo contrario, el mundo islámico no es débil e indefenso", expresó Erdogan que a la vez criticó con estas palabras el mundo islámico:

"Pese a tantas oportunidades, petróleo, población y recursos naturales, la mayoría de los musulmanes todavía siguen luchando contra la pobreza e ignorancia. Debemos buscar el error en nosotros mismos".

Erdogan señaló que 350 millones de musulmanes luchan por la vida bajo la hambruna a pesar de que la geografía islámica tiene grandes recursos energéticos y agregó.

"La diferencia entre el país islámico más rico y más pobre supera las 200 veces. Si bien la tasa de alfabetización es del 82.5 por ciento en todo el mundo, es de alrededor del 70 por ciento en el mundo islámico".

Erdogan pidió el fin de los conflictos en la región y expresó:

"Los musulmanes representan el 94 por ciento de las víctimas mortales en los conflictos mundiales. Una de cada tres armas vendidas en el mundo va a Oriente Medio. En otras palabras, mientras los musulmanes se disparan uno al otro, los que se enriquecen se convierten en traficantes de armas occidentales".