Declaración de la Asamblea turca sobre el proyecto de resolución en el Bundestag

GRAN ASAMBLEA NACIONAL DE TURQUÍA

COMISIÓN DE ASUNTOS EXTERIORES

DECLARACIÓN CONJUNTA PUBLICA POR LOS MIEMBROS DEL PARTIDO DE LA JUSTICIA Y EL DESARROLLO, EL PARTIDO REPUBLICANO DEL PUEBLO Y EL PARTIDO DE ACCIÓN NACIONALISTA DE LA COMISIÓN DE ASUNTOS EXTERIORES, SOBRE EL PROYECTO DE RESOLUCIÓN ACERCA DE LOS HECHOS DE 1915 QUE SERÁ TRATADO POR EL PARLAMENTO FEDERAL DE ALEMANIA (BUNDESTAG)

Acabamos de aprender lamentablemente que el Parlamento Federal de Alemania votará el 2 de junio de 2016, un proyecto de resolución que apoya las alegaciones del "genocidio " armenio infundado. Condenamos y rechazamos enérgicamente este proyecto de resolución que falsea la realidad histórica de los sucesos de 1915 y es incompatible con la ley.

Es totalmente inaceptable que los sucesos, que tuvieron lugar en las condiciones especiales de la Primera Guerra Mundial hace 101 años y que causaron que los turcos y armenios sufrieran grandes daños mutuamente, se introduzcan como "genocidio", basado en motivos políticos subjetivos parciales, distorsionadas y diversos. Este proyecto de ley constituye uno de los peores ejemplos de cómo los sucesos citados anteriormente se politizan y se abusan actualmente; y no es posible dar crédito a la justificación ridícula de Alemania de que el proyecto de ley va a allanar el camino para Alemania de "asumir su responsabilidad histórica especial" y "apoyar a los turcos y armenios para buscar caminos de reconciliación y solución superando la brechas del pasado".

El genocidio no es una noción que puede ser abusado con fines políticos; es más bien un crimen con una definición clara y determinada en la ley internacional. Además de la ausencia de una sentencia judicial competente llamando a los sucesos de 1915 como un "genocidio”, la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de fecha 15 de octubre de 2015 en el caso de Perinçek/Suiza también confirma que no existe un consenso sobre esta cuestión. Creemos que la actitud del Parlamento alemán de producir e imponer una opinión formal no negociable con respecto a los hechos de 1915, que es contraria a la jurisprudencia internacional y europea, tarde o temprano será interrogada por el pueblo de Alemania.

La llamada del Bundestag para imponer a las generaciones jóvenes, a través del sistema de educación, este relato distorsionado que adoptó sin tener en cuenta las ideas y la memoria de los cientos de miles de ciudadanos alemanes de origen turco en medio del pueblo que representa, es un movimiento que ignora la libertad de pensamiento y expresión. El intento de degradar hacia la propia identidad de la comunidad turca de tres millones que viven en Alemania no se puede explicar por el razonamiento en el proyecto de ley que dice que "contribuirá a la integración de los ciudadanos de origen turco". Este intento injusto e ilegal, por el contrario, tiene un impacto divisivo sobre las relaciones entre los turcos y alemanes.

Las dos naciones que han vivido en paz durante siglos y los dos estados que ahora son vecinos sólo pueden compartir un futuro común en la amistad y la cooperación mediante la visualización de la historia desde una perspectiva justa. La Gran Asamblea Nacional de Turquía ha adoptado este enfoque con la declaración aprobada por unanimidad en 2005, y ha apoyado la aclaración de todos los aspectos de este sufrimiento humano mediante el establecimiento de una Comisión de Historia Común pública, que opera sobre la base científica con el fin de investigar libremente lo que sucedió en la historia y llegar a una reconciliación. Si el Bundestag es sincero en prestar servicios para mejorar las relaciones entre Turquía y Armenia, debe apoyar esta iniciativa; sin embargo, el mencionado proyecto de resolución no sirve a ningún propósito que no sea para dejar un legado de prejuicios, el odio y la venganza a las generaciones futuras. Se espera que el Bundestag asuma su "responsabilidad histórica", al no distorsionar la historia y no profundizar las divisiones, sino mediante el apoyo a la aclaración de los hechos históricos.

Por último, la no adopción por la Asamblea Federal de ese proyecto de resolución que nos empuja a preocuparnos por el deterioro de las relaciones de amistad y alianza entre Turquía y Alemania, será el indicador más importante de la victoria del sentido común.