La resistencia de Turquía

Turquía continuará luchando contra el PKK para proteger a sus ciudadanos, incluso a los ciudadanos kurdos. Turquía también seguirá siendo un miembro activo de la coalición anti-DAESH

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La resistencia de Turquía

El atentado terrorista en Ankara el 13 de marzo es el último de una cadena de ataques en los últimos meses. Turquía se convierte en un blanco del terrorismo internacional con tal de que intensifique su lucha contra el DAESH por una parte y contra el PKK por otra parte. A pesar del caos y terrorismo, provocados por este tipo de ataques, Turquía no cederá a la política del terrorismo. La resistencia y la determinación de Turquía son cruciales para detener y destruir esta amenaza.

Estos ataques, realizados recientemente por el DAESH y el PKK, son las consecuencias de la guerra civil en Siria que continúa desde hace cinco años. El DAESH ataca las localidades y ciudades turcas para hacer una presión sobre Turquía ante la represión de las fuerzas de coalición a lo largo de la frontera sirio-turca. Actualmente, el DAESH declaró de manera clara a Turquía como un enemigo y un nuevo blanco. Además, sus fuentes en internet describen a Turquía y al presidente Recep Tayyip Erdogan como enemigos del Islam.

El PKK también está siguiendo una táctica similar. Realiza ataques terroristas en Ankara y en otras grandes ciudades ya que es acorralado en las ciudades del sureste como Diyarbakır, Hakkari, Şırnak y Mardin. Su cálculo es que estos ataques van a crear tal temor reacción públicos que el Gobierno se verá obligado a poner fin a sus operaciones de lucha antiterrorista contra el PKK. Turquía no se rendirá ante las amenazas ni del DAESH ni del PKK.

Mientras que el mundo occidental muestra que como si el DAESH y el YPG, rama armada del PYD, prolongación en Siria del PKK, combatieran el uno contra otro en Siria, en el fondo, todos actúan juntos contra Turquía. Ambas organizaciones terroristas utilizan métodos y tácticas similares para hacer caer de rodillas a Turquía. Ambas consideran que matar a numerosas personas va a cambiar el ambiente político y la opinión pública para que sean aceptadas sus demandas.

Mientras que lloramos por nuestros muertos y cuidamos a los heridos y sus familias, tenemos que ver todo esto en el cuadro más grande la guerra civil en Siria y la manipulación del PKK. Ankara advertía desde hacía algún tiempo al mundo contra los efectos secundarios de la guerra civil en Siria no sólo para sí mismo, sino también para el Medio Oriente y Europa. Cuando se tomó en cuenta el fracaso de la comunidad internacional en proteger al pueblo sirio y detener el derramen de sangre en su país, se hizo inevitable que el terrorismo del DAESH se extendiera en Bélgica, Francia y Túnez, que sufrieron los ataques terroristas recientemente.

La crisis de los refugiados, procedentes principalmente de Siria, ya se convirtió en una crisis importante en Europa. Cómo y cuándo se detendrá el flujo de refugiados sigue siendo una pregunta difícil para Turquía, Grecia, Bruselas y el resto de Europa. Las negociaciones que el primer ministro Ahmet Davutoğlu mantiene con los líderes europeos tienen una alta probabilidad para gestionar la afluencia de refugiados de Siria y otros países de Europa. La raíz del problema no radica en Turquía y las islas griegas, sino en Siria.

Las preocupaciones de Ankara sobre el PKK se verificaron otra vez. Muchos comentaristas occidentales ignoran cómo el PKK manipula la guerra civil en Siria para sus propios beneficios. Lo hace en nombre de la lucha contra el DAESH. Pero la realidad es que el PKK saboteó el proceso de reconciliación en Turquía y buscó tomar una ventaja de la matanza en Siria. Como los líderes del PKK dijeron el año pasado, el PKK no se desarmará mientras continúa la guerra en Siria. ¿Por qué? Porque usa la guerra civil en Siria como un salvador para justificar su lucha armada contra el Estado turco. El PKK y su rama en Siria sienten fortalecidos, además alentados en continuar las actividades terroristas bajo el pretexto de la lucha contra el DAESH. No es un secreto para nadie que los terroristas de PKK en Turquía están obteniendo apoyo material de las zonas controladas por el PYD en Siria.

Irónicamente, algunos critican a Turquía por llevar a la agenda el problema del PKK en el marco de la guerra civil en Siria y lucha contra el DAESH. Además, acusan a Turquía de desviar la atención de la lucha contra el DAESH hacia el PKK. Los ataques del 17 de febrero y del 13 de marzo, entre otros, muestran la dimensión del peligro del PKK en Turquía. Pronunciar el problema del PKK, una grave amenaza contra la seguridad de Turquía, no significa una distracción de la lucha contra el DAESH. Al contrario, Turquía tiene razón en subrayar el doble peligro del PKK y DAESH, porque ambos toman como blanco a Turquía para sus propios beneficios. Es una vergüenza que algunos no pueden ver esta simple realidad.

Nadie se opuso a que el Gobierno del Reino Unido se enfocara en el terrorismo del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en los años de 1980 y 1990 cuando hubo otras amenazas terroristas como Al-Qaeda. Lo mismo es válido para la lucha justificada de España contra el terrorismo de la Patria Vasca y Libertado (ETA) cuando el mundo se ocupaba de otras amenazas terroristas. La situación de Turquía sobre el PKK y DAESH no es diferente. El hecho de que el PKK ataque solamente a Turquía en lugar de los blancos occidentales no lo hace una amenaza de seguridad menos importante o despreciable.

Turquía continuará luchando contra el PKK para proteger a sus ciudadanos, incluso a los ciudadanos kurdos. Turquía también seguirá siendo un miembro activo de la coalición anti-DAESH. Pero, centrarse en el DAESH no puede ser una excusa para hacer la vista gorda al terrorismo del PKK. Ankara está plenamente justificada a la demanda de que sus aliados están por ella contra todas las formas de terrorismo.



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