La TRT entrevista al Embajador sueco de Ankara

La entrevista se enfoca en la comunidad turca en Suecia y la interacción cultural

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La TRT entrevista al Embajador sueco de Ankara

Entrevista sobre la comunidad turca en Suecia con el Embajador sueco de Ankara, Lars Wahlund, en ocasión del Día Nacional de Suecia del 6 de junio de 2014.

Nurettin Turan: Señor Embajador, primero les quiero felicitar por el Día Nacional de Suecia. Eso es al mismo tiempo el aniversario 50 de la emigración de la mano de obra turca a Suecia. ¿Qué opina sobre la comunidad turca en Suecia?

Lars Wahlund: Tengo opiniones muy positivas acerca de ella. Los que fueron los primeros en llegar desde Turquía procedieron de Kulu. En realidad, el aniversario 50 coincide con el próximo año pero nosotros lo hemos iniciado ya hoy. El 22 de junio celebraremos la inauguración de nuestro consolado honorario en Kulu. Después llegaron a nuestro país muchas otras personas de Turquía, en los años 1970 y 1980 vinieron asirios de Mardin y Midyat, muchos kurdos y refugiados políticos. Se trata de una comunidad muy heterogénea pero rica cuyo número llega hasta los 150.000

NT: Si comparamos Suecia con los demás países europeos, particularmente con Alemania y quizás Francia, vemos que Suecia tiene una situación especial. Suecia sí que actúa como un país inmigrante pero no se nota algo parecido en los demás países.

LW: No puedo hacer un comentario sobre los otros países pero puedo decir eso; Suecia cambió muy rápidamente. Hace 50 años era un país bastante homogéneo. Ahora parece que una quinta parte de la población se forma de personas nacidas en el extranjero y cuyos parientes nacieron en el extranjero. Puedo decir que eso aseguró grandes beneficios a Suecia. Ellos dan energía a Suecia Claro que existen también dificultades pero generalmente aseguran beneficios a Suecia.

NT: Esto es el acercamiento de Suecia lo que no observamos en los demás países. Dice que los inmigrantes aseguran una contribución y beneficios al país. ¿Qué es lo que les hace pensar eso a los suecos?

LW: No lo sé. No puedo hablar en nombre de todos los suecos. Seguro que habrá suecos que piensan de otra manera. Pero en mi opinión cada cultura, ca cada estructura étnica es el producto de una interacción. No existen suecos puros. El otro día comenté en una entrevista de un diario que vengo de los Balcanes y allí piensan que Adén y Eva eran serbios o albaneses y que con el tiempo se mezcló la estructura étnica. Creo que eso es demasiado romántico y erróneo. Todas las culturas son el producto de una interacción. Eso también es así en Turquía. Los suecos de hace 50 años no son así y todo cambiará después de otros 50 años. Lo que quiero decir es que hay un permanente cambio. Lo que de momento consideramos como algo “muy sueco” llegó a Suecia solamente hace 100 años. El árbol de Navidad lo adaptamos de Alemania. Ahora cada sueco tiene un árbol de Navidad en su casa. Las culturas atraviesas una evolución y cambian. La emigración es algo positivo.

NT: Eso es un acercamiento muy positivo. Considerando la interacción entre los pueblos, el pueblo sueco y otros pueblos, por ejemplo el pueblo turco, ¿piensa que existe una interacción suficiente entre los pueblos?

LW: Claro que hay que desarrollarlo. En cada país las personas quieren estar junto con sus cogeneres. Como consecuencia de eso, no se juntan suficientemente con otras personas para poder aprender el idioma de ese país. Pero debemos tomar en cuenta el proceso que sigue a lo largo de varias generaciones. Si consideramos los EEUU, que es el país inmigrante más exclusivo del mundo, la primera generación trabajó mucho. Los de la segunda generación recibieron una buena educación y casi se hicieron estadounidenses. Tenemos que ver eso, no se trata de un éxito repentino. Hace falta tiempo para poder ver eso.

NT: Claro que los gobiernos de muchos países europeos quieren que los extranjeros en su país se integren con su propio pueblo. Sabe que eso es un proceso largo y difícil. ¿Cómo piensa usted que se puede facilitar este proceso?

LW: Está claro que hay diversos factores. Creo que lo más importante es aprender el idioma del país. Hace falta mostrar grandes esfuerzos para conseguir eso. Se puede preservar el idioma materno. Para mí, cuantos más idiomas hay, mejor es la situación. Pero hace falta comunicarse para poder integrarse en la comunidad del país donde uno vive. Los que quiero decir es que no es necesario que se sepa el sueco perfectamente, pero es necesario comunicarse. Esto es el esfuerzo real al que me refiero. Además, por supuesto es importante encontrar trabajo para comunicarse con la sociedad. Es muy difícil si no hay una oportunidad así. Hemos mostrado muchos esfuerzos para la educación en Suecia. Tenemos instituciones de enseñanza de idiomas conocidas internacionalmente.

NT: Existen muchos extranjeros en su país, entre ellos se hallan también los turcos. ¿Tienen miedo de mezclarse con otras culturas o razas?

LW: Si que hay personas así en Suecia. Pero generalmente los suecos no tienen miedo de eso. Llegaron 150.000 personas de los Balcanes durante la guerra. Y casi 200.000 de Irán y también gente de Irak y Chile. Pero puedo decir que generalmente estas inmigraciones se realizaron con éxito. Es obvio que es algo problemático si de repente un país recibe una inmigración que equivale al 10% de su población. Nosotros lo hemos realizado lentamente y hemos tenido éxito.

NT: Ha dicho que se va a abrir un consulado honorario en Kulu que es una pequeña aldea.

LW: Hacemos eso para demostrar la contribución del pueblo de Kulu en Suecia. Todavía no he tenido la oportunidad de visitar Kulu pero lo voy a hacer el 27 de junio. Por lo que sepa, no hay un ciudadano de Kulu que no tenga familiares en Suecia. Se trata de una interacción enorme. El consúl, Erdal Akdeve, recibió su educación en Göteburg. Eso es una necesidad que se origina en la práctica y al mismo tiempo es el indicador de la relación cercana entre los pueblos de Kulu y Suecia.

NT: Gracias Señor Embajador.

LW: Ha sido un placer para mí.

 


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