“Me cepillo los dientes, porque…”

En este episodio del espacio nos vamos a enfocar en cómo las medidas simples nos protegen contra grandes peligros. Hablaremos del cepillado de dientes, una medida sustancial para proteger nuestra salud bucal y dental, que es importante para la calidad de vida.

Nuestro cuerpo dispone de sistemas, que cada uno de ellos tienen funciones diferentes. Aunque sus misiones varían, el funcionamiento de ellos no es independiente. Un fallo ocurrido en uno de los sistemas, pone en peligro a otro sistema que parece aislado. Las investigaciones revelan que puede existir un vínculo entre la enfermedad de las encías y la enfermedad cardíaca.

No hace mucho tiempo, hasta hace cien años, las caries estaban entre las enfermedades que podían provocar la muerte. Aunque este problema desapareció gracias al desarrollo de la industria de la medicina y farmacología, el cuidado de la boca y dientes es un asunto que interesa bastante de cerca nuestra salud.

Se sabe que la inflamación de la boca y las enfermedades de las encías provocan una inflamación general en el cuerpo. La inflamación crónica se asocia con enfermedades cardíacas, diabetes y otros trastornos del sistema.

El cuidado bucal es una serie de comportamientos que se deben aplicar con rigurosidad para protegerse de enfermedades. El más importante de ellos es dedicar dos o tres minutos a cepillarnos los dientes dos veces al día. El cepillado de los dientes es el paso de cuidado dental más básico para eliminar la placa dental y las bacterias de la boca.

El cepillado de dientes limpia las encías y apoya la salud de las encías aumentando el flujo de sangre. Como nos libramos de restos de comidas y bacterias dentro de la boca al cepillarnos los dientes, eliminamos el olor de boca. Además, el cepillado previene la sensibilidad dental al limpiar los ácidos nocivos del esmalte dental. Abstenerse de comidas con azúcar y con ácido además de cepillado de dientes, es una medida crucial para la salud dental. Las revisiones odontológicas dos veces al año nos permiten tomar precauciones ante enfermedades que no provocan dolor ni presentan ningún síntoma.

Y como la palabra final, volveremos a subrayar que los dientes cepillados regularmente protegen no sólo la salud bucal, sino también todo el cuerpo. “Me cepillo los dientes, porque quiero estar sano”.