Türkiye y Siria mantienen las negociaciones para formar otra vez sus relaciones diplomáticas

Análisis de Prof. Dr. Murat Yeşiltaş, director de Investigaciones de Seguridad de la Fundación de Estudios de Política, Economía y Sociedad (SETA)

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Türkiye y Siria mantienen las negociaciones para formar otra vez sus relaciones diplomáticas

Türkiye y Siria mantienen las negociaciones para formar otra vez sus relaciones diplomáticas

Türkiye y Siria desde hace mucho tiempo mantienen las entrevistas enfocadas en reformar sus relaciones bilaterales en un nuevo marco otra vez. Por último en abril y en Moscú los ministros de Exteriores de dos países acudieron a una reunión con la participación de Rusia e Irán. Pero la ruta de las entrevistas desde el abril se hizo un poco indefinida. Esta indefinición se forma por la naturaleza complicada del conflicto de Siria, las prioridades diferentes de los actores exteriores, las actitudes no definidas del régimen de Asad estratégicamente y la falta de capacidad del estado sirio. Existen otros dinámicos que dificultan el acceso de las negociaciones de Türkiye y Siria a sus objetivos reales.

Análisis de Prof. Dr. Murat Yeşiltaş, director de Investigaciones de Seguridad de la Fundación de Estudios de Política, Economía y Sociedad (SETA)

Al principio calificar como la ‘normalización’ el proceso que sigue entre Türkiye y Siria tanto es erróneo por dos motivos principales y como es una aproximación ultra optimista. El primer caso es relacionado con la posición de Siria como un estado miembro de la ONU, un país con las fronteras determinadas y reconocido por la sociedad internacional. Pero una normalización real necesita cumplir con tres condiciones principales sobre la soberanía de Siria, la integridad territorial y la sostenibilidad política de este país. Todavía ninguna de estas condiciones fue cumplida. El régimen de Asad todavía no tiene la autoridad completa sobre su propio territorio, el país falta de la integridad territorial y no hay una unión política de ninguna manera. Especialmente el estado sirio carece de la capacidad real que puede seguir independientemente sus objetivos. Este caso es relacionado con los esfuerzos también de normalización entre los árabes incluyendo el régimen de Asad.

La segunda dificultad se origina de la desproporcionalidad entre las consecuencias deseadas y las consecuencias actuales. El uno de los casos principales de las negociaciones de Türkiye y Siria es la lucha antiterrorista y el Tratado de Adana es el documento frecuentemente atribuido como un documento principal recientemente. Además permanece indefinida la formación de una aproximación de una colaboración nueva en la lucha antiterrorista contra las bandas terroristas como PKK/YPG entre Türkiye y Siria. Para poder realizar el cambio de política si bien Türkiye o el régimen sirio deben cambiar sus posturas sobre YPG. Türkiye parece firme sobre su postura contra PKK en Siria y al final se enfoca en debilitar la presencia política de YPG neutralizando en el nordeste de Siria.

En la etapa principal el régimen puede eliminar la presencia de PKK en las zonas fronterizas de Türkiye y puede sacar PKK/YPG desde las zonas como Manbij y Tel Rifat. Pero PKK no parece que se adecuará a esta cosa voluntariamente y el régimen deberá tomar las medidas presionantes. Como una alternativa Türkiye puede reforzar la mano del régimen contra la banda por la vía de una operación militar limitada contra PKK/YPG. Pero la dificultad creada por la asociación continua entre YPG y los EEUU forma un problema complicado en las negociaciones con Siria. Por ello las diferencias en dar prioridad a los temas como el terrorismo, son factores principales detrás del progreso de las negociaciones.

De misma manera el tema de regreso de los refugiados subraya el precipicio entre la situación en el campo y la solución deseada. Son noticias motivadoras sobre la presencia militar de Türkiye, el establecimiento de los modelos de administración local que facilita la habilidad de maniobra del ejército turco en las zonas bajo el control del Gobierno Temporal de Siria y el Ejército Nacional de Siria. Pero a pesar de estas ventajas siguen las dificultades sobre el regreso de los refugiados especialmente a las zonas controladas por el régimen. Los que regresaron a estas zonas hace poco tiempo se confrontaron con las actitudes desmotivadoras. Aunque sigue el diálogo del régimen con Líbano y Jordania, los regresos desde estos países quedaron a nivel mínimo. Es un esfuerzo difícil el regreso a las zonas devastadas a causa de los conflictos, donde hay limitada capacidad económica, fue perjudicada la infraestructura y donde el régimen considera como ‘traidores’ a los que regresaron. Sin existir una hoja de ruta detallada y sostenible la aplicación de un acuerdo puede aumentar las dificultades que sufren los refugiados. Por ello la ampliación de las zonas seguras y el fortalecimiento de las administraciones locales son más adecuados para el regreso de los refugiados.

Otra preocupación crítica es sobre la indeterminación del papel de la oposición siria en las negociaciones de Türkiye y Siria. Aprobar las condiciones alegadas por la administración de Asad para la paz, es la rendición de la oposición de Siria que no puede negociar con el régimen renunciando a las estructuras militares y políticas. Türkiye no aprobará este tipo de plan. A su consecuencia hay dificultades importantes establecer nuevos puntos de contacto entre la oposición y el régimen en una coyuntura de régimen que hace esperar y fueron suspendidas las negociaciones de Ginebra desde hace más de 3 años. Cuando se considera la situación nueva en Idlib, la situación se hace más complicada.

Cuando se consideran los aspectos no definidos que caracterizan las negociaciones de negociación, aparecen un buen número de riesgos para Türkiye. La reserva del estatus quo cuando se unifica con la existencia de YPG aumentada en el nordeste de Siria, puede transformarse en una amenaza estratégica para Türkiye.

El régimen como un riesgo posible puede alargar estratégicamente las negociaciones. Además es una dificultad para Türkiye el esfuerzo de reformar demográficamente el país y profundizar la presencia de Irán en Siria. Una parte importante de los refugiados sirios por llegar desde Alepo, el regreso de los refugiados se impide por el régimen sirio e Irán. Así hace más complicado el ambiente estratégico de medio plazo.

La literatura sobre las guerras civiles muestra que este tipo de conflictos duran al menos durante 15 años típicamente y es 50% la probabilidad de repetirse. Si aplicamos esta teoría la guerra de Siria durará al menos durate 3 años más. Cuando se considera la interacción complicada de los dinámicos internacionales, regionales y locales de la guerra civil de Siria, la guerra puede durar 15 años más.

Ankara debe aprobar que las negociaciones de Türkiye y Siria tienen limitaciones y están cambiando las realidades en el campo que cambiará al final la forma de solución y la naturaleza del conflicto en Siria.



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