La potencia del vehículo aéreo no tripulado de Turquía

Análisis de Prof. Doctor Murat Yeşiltaş, director de Investigaciones de Seguridad de la Fundación de Estudios de Política, Economía y Sociedad (SETA)

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La potencia del vehículo aéreo no tripulado de Turquía

Con la entrada de Bayraktar Akıncı (TIHA, vehículo aéreo no tripulado de ataque) en el inventario de las Fuerzas Armadas Turcas, Turquía ha demostrado su valía en vehículos aéreos no tripulados armados.

En primer lugar, es un éxito importante que los procesos de Investigación y Desarrollo-prueba-producción-entrega de Akıncı se completen con relativa rapidez, teniendo en cuenta las condiciones de la industria de defensa. Además, a pesar de que la pandemia, que ha afectado al sector tecnológico durante los últimos dos años, ha dificultado las condiciones laborales, cuando se consideran otras plataformas (como Anka, Aksungur, Karayel), hay muchos factores detrás de la transformación de Turquía en una potencia del avión no tripulado. Es útil enumerar estos factores uno por uno.

El primero es la gran transformación experimentada en el campo y las políticas de la industria de defensa. En este punto, las decisiones tomadas en la reunión del Comité Ejecutivo de la Industria de Defensa 2004 son de vital importancia. El presidente Erdogan tenía dos objetivos principales en ese momento: reducir la dependencia extranjera y fortalecer la industria de la defensa para el desarrollo de capacidades nacionales. De hecho, se dio un paso estratégico en esta dirección y se cancelaron proyectos con un costo total de 11 mil millones de dólares y la mayoría de ellos basados ​​en adquisiciones externas.

Por lo tanto, se dio un paso muy serio hacia los medios nacionales. Por supuesto, esta decisión fue una parte integral del movimiento de la industria de defensa de 1984. Sin embargo, era fundamental para la autonomía de la industria de defensa de Turquía que los productos estratégicos necesarios en términos de su alcance progresaran dentro del rango de localidad y nacionalidad. Otro punto que debe subrayarse aquí es que el objetivo del presidente Erdogan de reducir la dependencia extranjera y desarrollar oportunidades nacionales se reforzó con una estrategia integral. De hecho, se desarrolló un marco estratégico en esta dirección. El objetivo fue para construir un complejo industrial de defensa militar que elevaría el estatus de potencia de Turquía, respondería a las amenazas de seguridad que Turquía enfrenta y seguirá existiendo, elevaría la disuasión a un nivel estratégico y reduciría los costos económicos. Se han realizado grandes avances en esta dirección en los últimos 20 años.

El segundo factor son los impactantes desarrollos en el entorno de seguridad de Turquía en los últimos diez años. En este punto, es necesario subrayar los riesgos de seguridad que surgieron con la crisis siria. La crisis siria provocó la diversificación de amenazas asimétricas, especialmente el terrorismo, contra Turquía. La diversidad experimentada en los grupos armados ha aumentado la necesidad de vehículos aéreos no tripulados en operaciones militares preventivas transfronterizas. En particular, capacidades como la recopilación de inteligencia, la superioridad aérea y la destrucción de objetivos con munición inteligente aumentaron la efectividad de las fuerzas armadas en las operaciones militares y llevaron el éxito operativo a la cima.

Aunque los conflictos de Siria, Libia y Alto Karabaj tienen diferentes caracteres, los aviones no tripulados turcos han registrado altos rendimientos en todos ellos. Las ventajas estratégicas de los vehículos aéreos no tripulados para minimizar el terrorismo permitieron a las fuerzas armadas mantener más terreno y ganar el dominio del área en la parte norte de Irak. La intensidad de las operaciones en diferentes entornos de conflicto entre 2016 y 2021 llevó a la cima la experiencia de combate real de los aviones no tripulados turcos.

Lo que es más importante en este contexto es la rápida adaptación del desarrollo tecnológico y los nuevos complementos con la retroalimentación de las experiencias tácticas y operativas obtenidas del entorno del conflicto. El funcionamiento saludable de este proceso es extremadamente crítico. Las lecciones aprendidas de los conflictos permiten identificar las necesidades en el desarrollo de plataformas superiores, y así se logra el mayor rendimiento. Los TB-2, que se utilizaron simultáneamente sin un comando conjunto en febrero de 2020, causaron grandes pérdidas a las milicias afiliadas a Asad en Idlib. De hecho, esta experiencia condujo al desarrollo de otras tácticas en los conflictos de Libia y Alto Karabaj.

La transformación de Turquía en una potencia del avión no tripulado no se limita a los factores mencionados. Tenemos que decir que la ventaja de precio de los aviones no tripulados turcos, la flexibilidad política del gobierno y los éxitos de sus propias fuerzas armadas con los aviones no tripulados también son convincentes para los proveedores, detrás de la transformación de grandes jugadores a escala global en un actor que puede competir.



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