El Valle de Ihlara: una zona de miles de iglesias y las ciudades subterráneas

Programa producido por Neslihan Değirmencioğlu

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El Valle de Ihlara: una zona de miles de iglesias y las ciudades subterráneas

Las formaciones geográficas se forman en millones de años. Los mares avanzan hacia las tierras y de vez en cuando se estrechan las tierras por los mares y se forman las montañas. Los lagos, los ríos, los platos, los valles cuya formación toma muchos años, forman nuestra tierra de hoy. Cada uno establece un espacio de vida imprescindible para las criaturas. La vida en la tierra continúa gracias a estas formaciones. Las personas también recuperan sus necesidades principales como la nutrición, la acomodación y la protección gracias a estos espacios. En la geografía de Anatolia también los ríos tienen un lugar muy importante para las personas y en sus alrededores florecen las civilizaciones que dejan un impacto en la historia mundial. El Arroyo de Melendiz tiene un lugar especial que reforma en decenas de miles de años las lavas volcánicas. Porque Melendiz establece el Valle de Ihlara el uno de los cañones habitables más grandes del mundo.

El Arroyo de Melendiz con la forma de serpiente en el Valle de Ihlara. Carcome las rocas formadas de toba con la ayuda del viento. Por eso aparece las formaciones superficiales muy interesantes. Este cañón espléndido cuya altura supera 100 metros hospeda a una riqueza histórica y natural imprescindible en el mundo. El valle donde las personas comenzaron a localizar para vivir, se hace el punto de reunión de diferentes culturas en miles de años. El Valle en la circunscripción Guzelyurt de Aksaray, se conoce como una maravilla natural y desempeña un papel importante en la propagación del cristianismo. Porque es uno de las localidades más protegidas y secretas de Capadocia, el centro importante religioso del cristianismo a partir de los años principales.

Las rocas que rodean el valle son fácimente reformables y por eso las personas pudieron establecer los espacios de vida y las iglesias para el culto. Si queréis hacer los caminos naturales podéis bajar al Museo Al Aire Libre del Valle de Ihlara de 14 kilómetros a través de cerca de 400 escalas.

En el fondo del valle verdísimo podéis obtener la oportunidad de perseguir las huellas de los espacios de vida, los 16 monasterios, más de 100 iglesias donde se habitaban cerca de 80 mil personas mientras que camináis al lado del Arroyo de Melendiz. Podéis visitar 12 iglesias entre ellas Egritas, Sümbüllü, Yılanlı y Kokar establecidas en las rocas gracias a la característica geológica de la zona aunque no todas las iglesias están de condición buena. Podéis descubrir el tesoro cultural e histórico imprescindibles, las iglesias con frescos sobre las rocas.

La Iglesia Eğritaş es una de las iglesias más antiguas del valle y es un templo muy grande. Hoy solamente una sección es visitable en la iglesia ornamentada con los frescos y compuesta por dos pisos. Aunque los frescos están raídos, llaman la admiración de los que visitan por sus colores muy destacables.

La Iglesia con Serpiente (Yılanlı Kilise) surge adelante con los frescos sobre los cielos y los temas tratados en la Biblía. El Catedral de Selime además de las chimeneas de hadas esperan a los que acaban sus caminos en un punto donde se termina el Valle de Ihlara. El Catedral de Selime llama la atención por ser un espacio donde fue realizada la misa con la voz alta y donde se cultivaron los clérigos.

El Valle de Ihlara es una parte de la Zona de Capadocia con su atmósfera mágica con las huellas de las civilizaciones antiguas, las cuevas, las chimeneas de hadas. La historia de capadocia se prolonga hasta los hititas pero se conoce más como los refugios de los primeros cristianos que se huyeron de la crueldad y la muerte. Los primeros residentes de la zona vinieron para sobrevivir y propagar esta nueva religión. Se establecieron en las ciudades subterráneas. Aunque se estima que hubo más de 150 ciudades subterráneas, ya están descubiertas solamente las 36 de ellas.

En los momentos de ataques y emboscadas sin aviso, las ciudades subterráneas posibilitan un refugio en estas partes dentro de poco tiempo. Estas ciudades son las maravillas de ingeniería donde se consideraron todos los víveres para vivir en seguridad. Se conectan con los corredores estrechos estas cámaras, habitaciones, las cocinas, los depósitos de cereales, los pozos de agua potable, los establos y las iglesias. Las secciones se cierran con las rocas redondas e gigantes pesadas contra los probables ataques desde fuera. La ventilación, la calefacción y los sistemas de alcantarilla son los aspectos imprescindibles para estas ciudades. Es imposible de no inspirarse de estas ciudades en aquellas visitas. Mientras que se vive una vida diferente sobre el suelo, es un motivo de admiración a la voluntad de los que pasan una vida lejos del sol, en los ambientes estrechos por sus creencias. Las ciudades subterráneas más visitadas son Derinkuyu, Kaymaklı y Tatlarin. Derinkuyu es la más destacable de Capadocia. Esta ciudad se compone por 12 pisos y baja hasta una profundidad de 50 metros. Se sabe que podían vivir 50 mil personas al mismo tiempo. Tiene un tamaño gigantesco, hay un sistema de ventilación perfecta, una escuela de misionero, las secciones para refugio, los pozos de agua y un calabozo. Los expertos alegan que el túnel de 10 kilómetros detectado en el tercer piso conecta la ciudad con otra ciudad subterránea de Kaymaklı.

Kaymaklı también fue establecida por los hititas. En aquel entonces tenía dos pisos. Los cristianos echaron 6 pisos más. En la ciudad con capacidad de 5000 personas, hay establos, los cementerios, las iglesias y los depósitos. Kaymaklı a pesar de que tenía un tamaño mitad de Derinkuyu, fue una ciudad muy importante de aquel entonces.

Tatlarin es la ciudad más grande subterránea. Se considera que hubo muchas iglesias, los depósitos y las secciones gigantescas y hubo un complejo de monasterio. Solamente sus dos pisos se pueden visitar y por diferencia que las otras tiene los servicios.

Los que viven en las ciudades subterráneas depositaron sus cereales y comidas secas, obtuvieron sus aguas de los pozos de agua subterránea, diseñaron estas ciudades con una experiencia arquitectónica e ingeniería más allá de su tiempo. En un tiempo sin tecnología todavía es un misterio cómo pudieron establecer estas ciudades de manera tan perfecta así.

Las memorias invisibles, las dificultades encaradas, una voluntad y fidelidad y ser voluntario para vivir debajo del suelo por una creencia. ¿Sí es posible no pensarlos visitando estas ciudades subterráneas?



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