La asonada del 15 de Julio: cinco años después

Al repasar los cinco años tras el 15 de Julio se entiende que eso ha sido un punto de inflexión histórico para Turquía en todos los aspectos

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La asonada del 15 de Julio: cinco años después

Un análisis del Prof. Murat Yeşiltaş, director de Estudios de Seguridad / SETA

Han pasado cinco años tras el fallido golpe militar orquestado por la banda terrorista FETÖ en la fecha del 15 de julio de 2016 a fin de derrocar el gobierno y controlar a Turquía. Hay numerosos motivos que causaron el fracaso de la asonada. Entre ellos la postura valiente del pueblo que protegió la democracia turca. El que la política hubiera tomado una posición clara frente al golpe es uno de los factores más cruciales que lo pudieron impedir. La postura social y política frente al golpe de estado posibilitó que se potenciara la durabilidad democrática y social de Turquía. Se entiende mejor qué significa el 15 de Julio después de los cinco años pasados.

Transcurrieron importantes adelantos en la política interior y exterior de Turquía a lo largo de ese tiempo. El proceso de la purga de los elementos de la FETÖ avanza exitosamente después de los cinco años. Gran número de miembros de la FETÖ, que se disimulaban tras infiltrarse en los órganos críticos del Estado, fueron exhibidos, apartados o comparecidos ante la justicia. Por lo mismo, muchos miembros de la banda han sido apartados de las Fuerzas Armadas Turcas. De esta forma, se han reducido los riesgos que el ejército podría afrontar en un tiempo en que se ejercían operaciones críticas. Lo mismo pasó en las instituciones como la Policía y la Inteligencia que están llevando un método eficaz en la lucha contra el terrorismo. Así que se han minimizado los riesgos que podrían aparecer en esta área.

El mayor éxito en el pos-15 de Julio apareció mediante las reformas hechas en el sector de seguridad. Las Comandancias de Gendarmería y Guardia Costera se vincularon al Ministerio del Interior; se transformó el papel del Jefe de Estado Mayor sobre los comandantes de FAS, y se hizo más énfasis al Ministerio de Defensa Nacional. La primera consecuencia de la liberación de la burocracia de seguridad de la FETÖ y la reforma en el sector de seguridad apareció en la lucha antiterrorista. Se puso en marcha una estrategia más eficiente contra la banda terrorista PKK; tras el comienzo de la Operación Escudo del Éufrates contra el DAESH en Siria se minimizó el área de operatividad de ambos grupos terroristas haciendo que la región quedara libre del terrorismo. La nueva estrategia de la lucha antiterroristas practicada contra el PKK que intentaba acantonarse en Irak de nuevo limitó la eficacia de la banda de una manera exitosa. Las reformas cumplidas a ese respecto posibilitaron la puesta en marcha de una nueva estrategia permitiendo que Turquía fuera más eficiente en los expedientes críticos de la política exterior tales como Libia, Siria, Irak, Alto Karabaj y Mediterráneo Oriental.

En la política exterior el 15 de Julio desató literalmente una inflexión. El paso más importante fue tomado en Siria. Turquía, que expulsó al DAESH de su frontera tras el Escudo del Éufrates, hizo que la presencia del PKK en el oeste del río fuera imposible. Gracias a la Operación Rama de Olivo comenzado en enero de 2018, el PKK quedó expulsado de Afrin. De esta forma, Turquía empezó a desempeñar un papel más activo en la crisis de Siria. La Operación Fuente de Paz en octubre de 2019 permitió que Turquía impidiera que el PKK estableciera un llamado estado en el norte de Siria.

Turquía, que tomó la iniciativa por la solución de la crisis en Idlib, asestó un duro golpe al régimen sirio en marzo de 2020. Todas esas operaciones militares aseguraron que Turquía fuera más efectiva en la mesa diplomática después del 15 de Julio.

Otro campo que esta efectividad cobra importancia ha sido Libia. Turquía, que opta por los métodos diplomáticos desde 2011 en la crisis, apoya al Gobierno de Acuerdo Nacional frente a Haftar quien trata de derrocar el gobierno legítimo de Trípoli reconocido por las Naciones Unidas el 4 de julio de 2019. En este marco, firmó un acuerdo con el GAN para impedir que las fuerzas de Haftar tomaran Trípoli. Más tarde, posibilitó el inicio de una nueva era en Libia garantizando el repliegue de Haftar.

Turquía, que posibilitó el repliegue de Armenia tras apoyar a Azerbaiyán en el Alto Karabaj en 2020, ha manifestado una posición diplomáticamente activa y militarmente intervencionista en casi todos los asuntos regionales.

Al repasar los cinco años tras el 15 de Julio se entiende que eso ha sido un punto de inflexión histórico para Turquía en todos los aspectos.

Murat Yeşiltaş

 



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