El 15 de Julio: cuatro años después

Profesor Asociado, Murat Yeşiltaş, director de Estudios de Seguridad / SETA presenta la siguiente evaluación.

Había tantos motivos detrás del fracaso del golpe de estado. Lo más importante era la resistencia indomable del pueblo frente a los golpistas saliendo a la calle para impedir el golpe de estado. En fin, el pueblo meritó, los golpistas fracasaron.

La posición del mecanismo político fue otra razón detrás del fracaso del golpe. Por lo que, el 27 de abril de 2007, el gobierno civil reaccionó categóricamente contra la fuerte declaración de las Fuerzas Armadas, y subrayó que eso fue un acto que sobrepasaba el alcance de los militares. Esta postura permitió que la política civil se reforzara más abriendo un histórico período en términos de la democratización de las relaciones cívico-militares.

En el pos-15 de julio han ocurrido una serie de adelantos cruciales en la política interior y exterior turca. El proceso de la purga de la FETÖ (Organización Terrorista Fetullahista) iniciado justo después de la fallida asonada fue dirigido con éxito. Han sido inhabilitadas de sus cargos las personas con ligazón a la FETÖ en áreas de importancia crítica como justicia, salud y educación; muchas otras han sido juzgadas y sentenciadas. Lo más importante eran las personas inhabilitadas de las Fuerzas Armadas Turcas. La plantilla militar en cargos críticos se han expulsado del ejército. Igualmente, miles de policías por su ligazón con la FETÖ se han inhabilitado.

Eran vitalmente importantes las reformas hechas en el sector de la seguridad después del 15 de Julio. Las Jefaturas de Gendarmería y Guardia Costera se vincularon al Ministerio del Interior; con una modificación sobre el papel del Estado Mayor sobre los comandantes de Fuerzas Armadas, sobresalió el Ministerio de Defensa Nacional.

El primer resultado de la purga en la burocracia de seguridad y la reforma en el sector se observó en la lucha contra el terrorismo. Se puso en marcha una estrategia más eficaz contra el PKK en el territorio nacional; quedó minimizada el área de influencia de ambas bandas terroristas al iniciar en Siria la Operación Escudo del Éufrates contra el DAESH.

Otro adelanto en la política interior era mucho más importante. Con un referendo del 16 de abril de 2017, se modifició el sistema gubernamental en Turquía, y se pasó al sistema presidencialista. Como consecuencia de ello, se dio por finalizado el sistema parlamentario. El nuevo sistema empezó a ser aplicado completamente por Turquía en las primeras elecciones realizadas.

El 15 de Julio provocó literalmente una ruptura en la política exterior. El gobierno, que permanecía inmóvil a la hora de usar su fuerte ejército para minimizar los problemas de seguridad causados por la crisis en Siria antes de la asonada, efectuó un mes después de la misma una operación militar contra la banda terrorista DAESH. Las consecuencias de la operación eran la señal del comienzo de un nuevo período en la política de Turquía hacia Siria.

Turquía, que liberó su frontera de la banda terrorista DAESH por medio del Escudo del Éufrates, imposibilitó la actuación de la banda terrorista PKK en el oeste del río Éufrates. Esta vez el blanco era directamente el PKK justo después del Escudo del Éufrates. Tras la operación de Afrin iniciada el 20 de enero de 2018, el PKK fue expulsado de la provincia. Así que, Turquía ha empezado a tener un papel más activo en la crisis de Siria.

Turquía, que atacó al PKK en el este del Éufrates en la Operación Fuente de Paz en octubre de 2019, logró impedir que el PKK pudiera ser eficiente en Siria y formara un estado en el norte del país.

En marzo de 2020, Turquía asestó un duro golpe al régimen sirio en Idlib después de tomar una iniciativa para resolver la crisis. Todas estas operaciones militares hicieron que Turquía fuera más activa en la mesa de la diplomacia después del 15 de Julio.

Esta actividad sobresalió en Libia. Turquía, que prefería los métodos diplomáticos en la crisis libia desde 2011, ha estado apoyando el Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) frente a Haftar quien intentaba derrocar el gobierno de Trípolí reconocido por la ONU el 4 de julio de 2019. Por ello, firmó un acuerdo con el GAN, impidió que las fuerzas de Haftar tomaran Trípoli. Más tarde, posibilitó el repliegue de Haftar, y destruyó los planes que se querían realizar en la región mediante Libia.

En suma, el 15 de Julio supuso una encrucijada para Turquía en muchos aspectos. El país, que aumentó su resistencia en la política interior, empezó a actuar más activa e independientemente en la política exterior. Por supuesto que este activismo y la resistencia permitieron que los rivales de Turquía se unieran más. Turquía se ha topado con una presión geopolítica en la escala de Oriente Medio. Y el Occidente: hubo crisis difíciles de reparar después del 15 de Julio, sobre todo con Estados Unidos.

Cuatro años después del fallido golpe, Turquía afronta gran número de desafíos, pero su actuación en esos cuatros años pasados le aportan la energía necesaria para superar los retos. Esta energía debe ser recibida como una oportunidad para una Turquía más segura, más eficiente en la política exterior y más democrática.

Profesor Asociado, Murat Yeşiltaş, director de Estudios de Seguridad / SETA.