Proceso de Sochi en Siria y la instalación de los S300

Análisis de Can ACUN, investigador de la Fundación de Estudios de Política, Economía y Sociedad (SETA)

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Proceso de Sochi en Siria y la instalación de los S300

Varios adelantos se produjeron en Siria en el reciente período. El posible ataque del régimen de Asad contra la provincia siria de Idlib con el apoyo de Rusia e Irán se impidió con la postura determinada de Turquía y se firmó un acuerdo entre Turquía y Rusia en la cumbre de Sochi.  Mientras el acuerdo de Sochi protege Idlib, con más de 3 millones de civiles, de un eventual ataque y crisis humanitaria, conlleva algunas obligaciones a las partes rusa y turca. Según lo dispuesto en el acuerdo, se construirá una zona desmilitarizada de entre 15 y 20 kilómetros, las autopistas M4 y M5 se abrirán al comercio libre, los soldados turcos y rusos realizarán patrullas en las sendas líneas de frente y los vehículos no tripulados de ambas partes observarán Idlib por aire.

Otro suceso sobresaliente fue el derribo por error del avión ruso IL-20 por los sistemas de defensa aérea del régimen de Asad durante los ataques aéreos israelíes. Rusia culpó a Israel por el derribo, en tanto que Israel responsabilizó al régimen de Asad por la ignorancia. Como reacción, Rusia entregó los sistemas de defensa antiaérea S-300 al régimen de Asad.

Una gran responsabilidad recae sobre Turquía y Rusia en materia de la implementación del Acuerdo de Sochi en la región de Idlib. La materialización del acuerdo incluye algunos riesgos y dificultades para Turquía. Por otro lado, Turquía cuenta con varios medios en materia de su realización. Las organizaciones radicales que presencian en la región de Idlib constituyen el gran riesgo y dificultad para Turquía. Tal y como se acordó en Sochi, se suprimirá la presencia de las organizaciones radicales como Hay'at Tahrir al Sham (HTS) en la zona desmilitarizada. Para lograrlo, Turquía por una parte emprende iniciativas necesarias y por otra parte crea presión necesaria a través de la oposición siria que sirve de su cooperadora.

Según el acuerdo de Sochi, los opositores sirios debían retirar sus armas pesadas de la zona desmilitarizada hacia las partes interiores de Idlib. La oposición siria retiró tanques, lanzacohetes, morteros y cañones de la línea de frente a la parte interior de Idlib gracias a las iniciativas de los autorizados turcos. Si bien, se mantienen las presencias militares en la línea de defensa contra el eventual ataque de régimen. Los misiles anti-tanques guiados, las armas de calibre ligero y de alcance medio, las armas de 23mm y 57mm también se encuentran en la región.  En este sentido, cabe citar que la región desmilitarizada fue purgada de armas pesadas.

Tras el acuerdo de Sochi firmado entre Rusia y Turquía, los ataques aéreos contra Idlib llegaron a su fin y se animó de nuevo la vida civil diaria. Las fuentes locales apuntan que una población civil de alrededor de 60.000 que se inmigraron a la zona rural de Hamá Norte empezó a retornar a sus casas. Gracias a gran éxito de Turquía en la diplomacia, se protegieron la vida y propiedad de más de 3 millones de personas. Turquía obtuvo una gran ganancia en nombre de humanidad.

Aunque los autorizados rusos lanzaron declaraciones estrictas culpando a Israel tras el derribo del avión ruso, Moscú luego hizo declaraciones más moderadas. Pese a que la tensión entre Israel y Rusia se convirtió en crisis, Rusia estrechó el espacio aéreo israelí en Siria entregando los Sistemas Antiaéreos S-300 al régimen de Asad. Israel lanzaba ataques aéreos desde hace largo tiempo contra la presencia de Irán y de Hezbolá en Siria utilizando el espacio aéreo sirio. Israel realizaba fácilmente sus operaciones ya que los sistemas de defensa aérea rusos nunca intervinieron en los aviones israelíes y que los sistemas de defensa antiaérea del régimen sirio quedaron insuficientes.

Aunque la entrega de los sistemas antiaéreos S-300 al régimen de Asad por parte de Rusia parece en primer lugar como una demostración de capacidad de lanzar un ataque aéreo de Israel, los sistemas antiaéreos S-300 tendrían otros impactos. A la luz de los próximos progresos, el régimen de Asad estará en una posición más fuerte contra los sistemas antiaéreos S-300, la Coalición Internacional encabezada por EEUU y las Fuerzas Aéreas Turcas.

El aumento de capacidad del régimen en este sentido tiene el potencial de afectar no solo a Israel, sino también a todos los actores que utilizan el espacio aéreo sirio.

 



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