Una nueva masacre ante las miradas del mundo: Guta Oriental

Análisis de Can ACUN, investigador de la Fundación de Estudios de Política, Economía y Sociedad, SETA

La región llamada Guta, que incluye los enclaves como Djobar del centro de Damasco en el este de la capital siria, está bajo el asedio del régimen de Bashar al Asad y milicias pro-régimen desde el año 2013. Recientemente, Guta Oriental ha sido la comarca más azotada por los ataques aéreos de la aviación siria y rusa. Tras la muerte de más de 250 civiles en 72 horas, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió para tratar la situación y coincidió en un acuerdo de cese al fuego para toda Siria. Pero la resolución del CS significa de facto la continuación de la guerra en Siria y de la masacre en Guta Oriental. La destrucción de los lugares de primera necesidad popular como centros sanitarios y panaderías durante los bombardeos está empeorando más la tragedia del pueblo local.

La relativa falta de conflictos predomina Idlib después de que las Fuerzas Armadas (FAS) turcas estableció tres puestos de vigilancia. Y en Homs, Guta y Derae donde se tenía que establecer la distensión en el proceso de Astaná, no hay puestos de vigilancia del ejército turco. Una vez que se frenaron los conflictos en Idlib, el régimen de Asad y sus milicias partidarias desplazaron sus fuerzas hacia Guta y desataron operaciones de gran envergadura.

Guta está siendo bombardeada por el régimen y la aviación militar rusa antes del inicio de una operación por tierra. Se observa la práctica de ‘scorched-earth’ (tierra arrasada) por parte de Rusia y Asad sin hacer discriminaciones entre civiles y soldados tal como ocurrió en bombardeos de Alepo. Al ocurrir una masacre en Guta a tenor de esta estrategia se celebró una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU. Tras la amenaza de veto de Rusia se decretó una tregua no practicable en el campo de batalla. La exclusión de las bandas terroristas DAESH y Al Qaeda de esta tregua y la falta de los mecanismos de sanción hacen que sea nula la resolución del Consejo.

No obstante, Rusia está formalmente combatiendo solo al DAESH y Al Qaeda en Siria. Pero la verdad en el campo enseña que Rusia ha fijado como blanco prioritario a la oposición moderada y que está lanzando bombardeos sin discriminar entre civiles y militares. Además, el hecho de que todavía no se haya formado un mecanismo sancionador frente a las violaciones de la tregua hace que el acatamiento de la misma se base en la voluntariedad.

Además, el anuncio por Rusia de que los grupos Ahrar al Sham y Deys al Islam en Guta Oriental colaboran con Tahrir al-Sham es el índice de que el texto de resolución del CS es vulnerable frente a malas interpretaciones. La verdad es que ha habido innumerables tiroteos entre Deys al Islam y el TSH y el primero ha detenido a muchos miembros del último.

Sería correcto tildar de masacres los ataques de Rusia y del régimen de Asad en Guta Oriental. Éste es un sitio de población densa. Cientos de miles de civiles bajo el asedio y atacados directamente están siendo matados paso a paso.

Como una muestra de ‘buena intención’, Rusia decretó ‘pausa humanitaria” entre las 09:00 y 14:00 horas en Guta Oriental para cada día después de la resolución del CS. El régimen de Asad y sus milicias violaron la tregua a partir del primer día. Según reportaron los cascos blancos, el régimen continuó atacando Guta Oriental pese a la pausa humanitaria. La artillería bombardeó los enclaves civiles como Duma, Beit Sava y Mardj.

Turquía, como uno de los países garante del proceso de Astaná, está tomando pasos para frenar los enfrentamientos en Guta. La probabilidad de parar los ataques en Guta Oriental de Rusia y régimen de Asad es más fuerte que los pasos que se pueden dar a través de la ONU. Turquía se ha movilizado por el tratamiento de los heridos y hacer llegar la ayuda humanitaria a Guta Oriental hasta que se coseche el fruto de Astaná.

El drama humano en Guta Oriental no se puede parar debido a los problemas estructurales dentro de las Naciones Unidas menos aún los equilibrios ambiguos dentro de Siria y las posiciones de Rusia y Asad. Los cinco miembros permanentes del CS están actuando desde sus propios intereses en lugar de contribuir a la paz mundial. A lo mejor, una fórmula intermedia podría disminuir la masacre en Guta Oriental o fracasarían todos los intentos. Pero a medida que no se cambie el sistema en la ONU no se podrán frenar muchas otras Gutas Orientales en todo el mundo.

Can ACUN