La espiral del terrorismo

El terrorismo, que comenzó con el asesinato de Abel por parte de su hermano Caín, los hijos de Adán, por desgracia mantiene su presencia con toda su crueldad hasta hoy

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La espiral del terrorismo

El terrorismo por desgracia se mantiene vivo tan antigua que la historia de la humanidad. El terrorismo, que comenzó con el asesinato de Abel (Habil) por parte de su hermano Caín (Kabil), los hijos de Adán, por desgracia mantiene su presencia con toda su crueldad hasta hoy. El terrorismo, que es antiguo al igual que el hombre primitivo, por desgracia a veces ha logrado tomar como rehén la vida de las personas.

Las personas se oponen fuertemente al orden mundial fundado con la Conferencia de Yalta desde los 1960. La espiral de la violencia, que afectó a Europa y al mundo occidental con el famoso movimiento estudiantil de 1968, está a punto de dominar de nuevo en el mundo.

El terrorismo, que se quiere encarcelar en la geografía del Islam, África y América Latina, ahora ha amenazado los centros de fuerza globales. El terrorismo siempre intenta dominar en los países de Asia, Europa, América Latina y del Islam al cobrarse vida a nivel de primer ministro. Por ejemplo, el primer ministro de la República Democrática de Congo, Patrice Lumumba, el primer ministro chileno, Salvador Allende, el primer ministro italiano, Aldo Moro, el primer ministro Líbano, Rafiq Hariri.

Por último, la Organización Terrorista Fethullahista (FETÖ), que es la organización terrorista global más peligrosa y más sofisticada de los últimos tiempos y cuyo líder todavía vive en Pensilvania, EEUU, intentó matar al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el 15 de julio de 2016.

Los terroristas miembros de la FETÖ intentaron asesinar al presidente Erdogan, elegido con la mayoría del pueblo por la noche del 15 de julio con aviones de caza F-16, helicópteros de guerra, tanques y artillerías. Y el pueblo turco protegió a su líder dando centenares de mártires y miles de heridos. Y no entregó a su líder a los terroristas vestidos de uniformes de general y oficial a costo de su vida.

Mientras Turquía sufrió este tipo de ataque terrorista, el Club Occidental, su aliado, por desgracia se quedó callado demasiado tiempo. Por supuesto, excepto el Reino Unido. Después del presidente ruso, Vladimir Putin, el Reino Unido fue el único aliado de Turquía, que reaccionó primero en la intentona golpista y la masacre de los terroristas vestidos de soldados de la FETÖ.

Es interesante que la noche en la que se masacró el pueblo turco con aviones de guerra y tanques, los terroristas miembros de la FETÖ se saludaran con elogio por Mike Flyn (un ex general que luego participó en el equipo del actual presidente estadounidense, Donald Trump). El aquel entonces Gobierno de Barack Obama, en su declaración de aquella noche, vivió la sorpresa de la victoria del pueblo turco ante dichos terroristas. La OTAN pudo mostrar su presencia en una voz débil días después de ese ataque terrorista en Turquía, uno de los aliados más fieles y más fuerte de la alianza.

El líder turco Erdogan se enfrentaba hasta el final al terrorismo e invitaba a los líderes de todo el mundo a esa resistencia muchos años antes de que los terroristas miembros de la FETÖ intentaran asesinarle.

Sin embargo, muchos países fuertes, ante todo el Club Occidental, desoyeron el llamado de Erdogan. Es extraño que los terroristas, que asesinaron a los generales, oficiales, policías, militares y civiles en Turquía, se refugiaran en los países occidentales, aliados de Turquía. Los terroristas, que mataron a los civiles, militares y policías turcos, se mantienen la vida muy cómodamente en cada país que es el aliado de Turquía en la OTAN.

En todas las capitales miembros de la Unión Europea, sobre todo Berlín, viven los terroristas que mataron a los inocentes en Turquía. Además ciertos países miembros de la Unión Europea no se contentan con esconderlos. Muchas noticias acerca de que se conceden pasaportes diplomáticos a ciertos terroristas, que mataron o causaron la muerte de muchas personas y que realizan actividades terroristas en Turquía, se encuentran en la prensa.

A pesar de que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo insistentemente que la espiral del terrorismo un día regresaría a la Unión Europea, ningún líder europeo lo descartó. Esta espiral del terrorismo, que no importó la élite política de Europa, por desgracia ha afectado al pueblo de dichos países. Ayer, París, Berlín, Bruselas y Londres fueron unas víctimas de esta espiral. Todo el mundo espera con gran preocupación cuál país será la víctima. Esta inquietud también impide que las masivas actúen racionalmente. Por ejemplo, más de 1500 personas se resultaron heridas en la estampida causada por el pánico de un rumor de bomba durante el partido de la UEFA en la ciudad italiana de Torino. Europa, que da muchas víctimas al terrorismo, todavía acusa a otros en lugar de poner distancia entre el terrorismo.

Si un líder de la banda terrorista, que hizo matar a 350 estadounidenses, hubiera vivido en un país de Asia, África y América Latina, ¿cómo habría reaccionado EEUU? Pero, el terrorista, que cometió el mismo crimen, continúa residiendo en EEUU.

O si un asesino, que mató al mayor empresario belga por motivos terroristas, hubiera huido a un país africano, ¿Dicho país se habría ocupado por los países occidentales? Pero el terrorista, que mató al mayor empresario de Turquía, vive en Bélgica desde hace 20 años. ¿La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), liderada por EEUU, no efectuó un desembarco Afganistán debido a que no entregó a Osama Bin Laden?

Entonces, si los terroristas, que mataron a miles de civiles, viejos, niños y mujeres turcos, viven en Berlín, debe haber una explicación. Cuando renunciemos a la opinión de que “mi terrorista es bueno, tú terrorista es malo” podemos superar esta penalidad o todo el mundo sufriremos más el dolor del terrorismo.

 



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