¿Si Europa considera Turquía como ''la otra''?

Transformar Turquía en una ‘otra’ enemiga puede asegurar ganancias de corto plazo por los racistas ultraderechistas y los oportunistas políticos en Europa pero ni soluciona los problemas interiores de Europa ni asegura una hoja de ruta moral y política

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¿Si Europa considera Turquía como ''la otra''?

Suiza dando el permiso a la organización de un mitin en Bern que apoya claramente el terrorismo el 25º día del marzo, acude al coro anti-Turquía. Allí no solo organizaron un mitin de ‘No’ en contra del referéndum constitucional del 16 de abril por parte de los simpatizantes del PKK ilegal, sino que expusieron sus pancartas y carteleras que hicieron la propaganda del terrorismo. En una de estas pancartas fue dibujado el presidente Recep Tayyip Erdogan, tomado como blanco por una pistola hacia su cabeza y con las palabras junto con este dibujo que dicen ‘¡Maten a Erdogan!’. ¿Desde cuándo es normal en una ciudad europea convocar para la matanza de un presidente? ¿El objetivo anti-Turquía y la paranoia contra Erdogan si han llegado al nivel de una locura?

Las sedes suizas en la primera etapa defendieron el mitin como una ‘protesta pacifista’. Pero después de la reacción severa de Turquía convocando al embajador suizo, los autorizados iniciaron la interrogación. Nosotros vamos a seguir este asunto de manera muy de cerca. Pero allí existe el problema real: antes de todo, las democracias europeas ¿cómo pueden permitir a los grupos terroristas que muestren actividad a sus interiores? ¿Quién puede calificar las actividades de una organización ilegal como la libertad de expresión o reunión? ¿Si una pistola que toma como blanco a un presidente electo es una amenaza o no también contra los valores europeos?

Parece que algunos políticos europeos hacen como una obsesión el referéndum del 16 de abril, apoyando la campaña de No claramente. No solo pueden quedan sin expresiones claramente sobre la enmienda constitucional importante que se realizará en un país candidato a la UE y el miembro de la OTAN, ellos se declaran partes en una cuestión donde el pueblo turco decidirá en solitario.  

Por un lado mientras acusan a los políticos turcos por llevar la política interior de Turquía a Europa, por otro lado ellos se hacen partes de una polémica política en Turquía. Algunos políticos de origen turco utilizando sus posiciones políticas mantienen las campañas de ‘no’. Algunas cadenas públicas en Europa difunden los programas partidarios unilaterales y con prejuicios para apoyar la campaña de ‘no. ¿Por qué? ¿Si lo hacen por considerar mucho y realmente Turquía o tienen otros objetivos?

Si los europeos hubieran tenido muchas preocupaciones por los intereses de Turquía, la intentona del 15 de julio y después de este período, podrían tener una postura que no causaría desestabilidades de manera clara. Estarían al lado de Turquía en contra de los Gulenistas (La Organización Terrorista Fethullahista) y los terroristas de PKK que mantienen actividades en Europa mayoritariamente. Dejando su postura como si apoyaran a Turquía, apoyarían a Turquía con una solidaridad concreta y actividad real en su lucha en contra del terrorismo. En vez de suministrar formación, la inteligencia y armas a YPG, Tropas de Protección de Pueblos y PYD, Partido de Unión Democrática del PKK en Siria, apoyarían realmente la Operación Escudo del Éufrates iniciada por Turquía en su lucha en contra de la banda terrorista DAESH en Siria.   

Además mostrarían un esfuerzo real para avanzar el proceso de adhesión total abriendo nuevos capítulos para fortalecer las relaciones turco-europeas desde hace el inicio de las negociaciones de membresía en 2005. (Recuerdo en breve: en los últimos 12 años solamente fue abierto y cerrado el uno de 36 capítulos. ¿Si es la velocidad real para oficializar las relaciones de la UE con Turquía?). Más allá la UE todavía no cumple sus promesas para incluir Turquía al sistema de visado de Schengen y asegurar ayuda financiera por los refugiados sirios.  

Aquí está la pregunta crítica es ¿qué será el interés de Europa perdiendo a Turquía? Algunos grupos populistas, ultraderechistas y racistas ven intereses de corto plazo excluyendo a Turquía. Pero ¿si consideran realmente las consecuencias de largo plazo para la adaptación social y la integración de millones de turcos que viven en Europa, la seguridad regional y las relaciones con un aliado de la OTAN muy potente? ¿Si consideran o no que este tipo de políticas qué tipo de mensaje envía al mundo amplio de musulmanes?

Desgraciadamente consideran al presidente Erdogan y a Turquía como un ‘otro’ y un enemigo ficcional y lejano con los que pueden alejarse de sus problemas interiores. Abusan la ‘cuestión de Turquía’ como un pretexto para evacuarse para reorganizar sus propias imágenes reflejadas en el espejo. Transformando la imagen falsificada y atribuida a los turcos, en ‘los turcos bárbaros’, intentan sentirse mejor al alejarse de sus propios problemas reales como la xenofobia alzada, la desigualdad, la violencia doméstica, el individualismo simple, el racismo, el sexismo, la lucha de clases, la multiculturalidad y la debilidad general del idea de Europa.

Transformar Turquía en una ‘otra’ enemiga puede asegurar ganancias de corto plazo por los racistas ultraderechistas y los oportunistas políticos en Europa pero ni soluciona los problemas interiores de Europa ni asegura una hoja de ruta moral y política para el futuro. Demonizar a Erdogan puede utilizarse para distraer contra los problemas más profundos y confrontados por Europa, pero no puede ser una aproximación seria e inteligente. Profundiza el sentimiento de inseguridad que envenena las relaciones tanto entre Turquía y Europa como entre las comunidades musulmanas y occidentales.

Esta ruta de conflicto debe rechazarse por los políticos de tendencia principal de Europa que dan importancia al futuro y la posición de Europa en el mundo. Es tanto necesaria como posible una relación establecida entre Turquía y Europa establecida sobre la seguridad, los intereses recíprocos, igualdad y el respeto. Para mantener este tipo de relación todavía existe una ganancia económica y capital político y social. Pero mientras los europeos permiten a un grupo anti-turco y estos individuos entre ellos existen los terroristas, que utilicen sus territorios como la plataforma de lanzamiento para atacar diariamente a Turquía, no pueden alegar que apoyan la democracia en Turquía.   

 



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