Maslak No 1, las oficinas más contemporáneas de Estambul

El edificio es un prestigioso icono de la zona diseñada por el arquitecto turco probablemente más reconocido internacionalmente

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Maslak No 1, las oficinas más contemporáneas de Estambul
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Este contemporáneo edificio de oficinas se encuentra en el eje Mecidiyeköy-Maslak, conocido por ser el área financiera de la ciudad. El diseño de este proyecto está condicionado por la tensión entre la densidad construida de su entorno y las limitadas dimensiones de la parcela donde se ubica. Era el deseo del cliente que el edificio fuera un prestigioso icono en la zona, destacando sobre los otros edificios circundantes. El resto de las oficinas en su mayoría sólo pretenden ser prominentes pero están desarrollados sin ninguna regla determinada, plan, orden o intención específica.

Maslak No.1 es una torre de oficinas diseñada por Emre Arolat, probablemente el arquitecto turco más reconocido internacionalmente. Su diseño comenzó en 2009  y su construcción, que cuenta con 29 000 m2 construidos en un terreno de 3458m2,  se completó en 2014. Se encargó al famoso arquitecto enriquecer la calidad del espacio de oficina típico del principal distrito de negocios de Estambul. Para lograr este objetivo, su equipo planteó un bloque de oficinas racional sobre una retícula de 8,25 x 8,25 metros, envuelto con un sistema de acristalamiento de forma libre sobre esta forma ortogonal. La planta rectangular del edifico es muy clara y limpia en su organización con una estructura perimetral. Los núcleos verticales en dos de sus esquinas liberan el espacio para dedicarlo completamente a las oficinas y a los jardines verticales.

Este envoltorio libre actúa como una piel secundaria en su fachada sur – la más acosada por los efectos del sol – y se separa del edificio hasta 17 metros de ancho en su máximo punto. Esto permite lograr jardines verticales de hasta 20 metros de altura.

El espacio entre sus dos fachadas se considera como una zona de buffer o amortiguación tanto acústicamente – esta es una zona de alto tráfico - y climáticamente, lo que permite reducir el consumo de aire acondicionado en el edificio.

Su forma de ameba ayuda a diferenciar este edificio del resto de sus vecinos ortogonales. La estructura de tubos de acero que separa la verdadera fachada de la fachada principal permite este juego orgánico. Esta estructura-buffer sirve como espacio técnico para el cuidado y limpieza de la fachada y en lugares estratégicos para la colocación de plantas.

El plan curvilíneo de la fachada está formado por módulos de vidrio de 150 x 200 cm con aspecto de escama rectangular. Estas piezas se diseñaron teniendo en cuenta la percepción del edificio desde diferentes distancias: desde la distancia de la autopista, desde una distancia media y desde la proximidad del usuario. La fachada cuenta con un sistema de acristalamiento con una película translúcida de silicio sobre este. La opacidad de la capa varía. En la fachada sur se eligió un patrón menos transparente. Sin embargo, en el lado norte, se utiliza una película casi transparente. Las fachadas del edificio cambian de aspecto a lo largo del día, ya que la luz que incide sobre el edificio consigue sorprendentes resultados. Desde la distancia, por ejemplo, las escamas de su piel de vidrio de la parte delantera se vuelven opacas para el observador.  De esta manera el edificio se convierte casi en un camaleón en la jungla de cristal.

 

- Programa preparado por Santiago Brusadin -



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