La Semana del Nacimiento Sagrado

Entre el 14 el 20 de abril el mundo musulmán celebra el nacimiento del profeta Mahoma

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La Semana del Nacimiento Sagrado

La semana del 14 al 20 de abril se celebra en Turquía bajo el liderazgo de la Dirección de Asuntos Religiosos como la Semana del Nacimiento Sagrado que es la semana en la que nació el profeta Mahoma. En el marco de la Semana del Nacimiento Sagrado se organizan certámenes de composición y poesía en las escuelas turcas. Y este asunto supone el tema de las charlas a realizarse en las mezquitas en esa semana y en ciertos centros de convenios se organizan simposios. En esta línea, queremos transmitirles informaciones sobre la vida y las doctrinas del profeta Mahoma.

El profeta Mahoma nació el 20 de abril de 571 en Meca de arabia Saudí actual, donde se encuentra la Kaaba aceptada como el lugar sagrado de los musulmanes y a donde nos dirigimos cuando rezamos. En aquella época los árabes vivían en el Oriente Medio en una amplia geografía sin tener unión entre ellos. Una parte de Egipto y de África del Norte, Palestina, Siria y gran parte de Anatolia se encontraban bajo el dominio de los bizantinos.

Irán, que estaba bajo el control de los sasánidas, fue un país vecino. Estos dos países eran en aquel período las dos súper potencias del mundo.

En este marco histórico, los árabes que se alejaron mucho entre ellos tanto por el aspecto social como por el aspecto cultural, no pudieron aprovechar los beneficios de la civilización. Existían aplicaciones crueles como el entierro vivo de las niñas por temer que sean abusadas. El profeta que nació en un ambiente así, a una edad más avanzada se encontró con judíos y cristianos en sus viajes a Siria e Irak. Los judíos ya estaban en la península árabe desde hacía mucho tiempo, principalmente en Medina. Cuando tenía 40 años empezó a aislarse en una cueva en el Monte Hira para pensar sobre asuntos religiosos. Allí fue sorprendido por el Ángel de la Revelación, Gabriel y recibió una sola orden: ‘Iqra’ , es decir, ‘¡Lee!’ Mahoma dijo que no podía leer pero le volvió a ordenar dos veces más, cada una con la misma respuesta del profeta. Finalmente, el ángel lo abrazó y cuando lo soltó, le reveló la primera ‘recitación’ del Corán.

Mahoma, que asumió de esta manera el cargo de profeta, volvió a casa cantando lo que le paso a sus familiares y empezó a propagar el Islam. En un proceso extendido a muchos años consiguió completar el Corán. Muchos temas ya mencionados en la Torá y la Biblia se incorporaron también en el Corán con descripciones parecidas. Entre estos temas se hallan por ejemplo el Diluvio, Moisés y la partida de los judíos de Egipto. También la vida de Jesús se mencionó en el Corán. Una de las secciones del Corán se dedicó a María, la madre de Jesús.

El Islam, que se extendió en Meca dentro de poco tiempo, empezó a ser sometido a presiones por lo cual en 622 comenzó una migración a Medina, lo que se acepta como el inicio del calendario musulmán. En Medina ganó más fuerza el Islam y se extendió más rápidamente en la península árabe. Sucedieron guerras entre los árabes en Meca, que consideraron el Islam como un enemigo. El Islam salió con más fuerza de estas guerras y el Estado Islámico conquistó Meca en 630. Así se aseguró la unión en la península árabe. Después de que la nueva religión haya adquirido su última forma con todas características suyas, murió el profeta Mahoma en 632.

Sus seguidores estaban impacientes para propagar la doctrina del profeta Mahoma a todo el mundo. El Islam que adquirió un fuerte dinamismo empezó a conquistar el terreno bizantino y sasánida. Dentro de 40 años tuvieron lugar conquistas desde el Océano Atlántico hasta el Muro Chino, desde África del Norte hasta Anatolia, incluso hasta España. El Islam se extendió a una geografía muy amplia.

También en el día de hoy el Islam sigue extiendo su doctrina con los métodos del profeta Mahoma. La doctrina del profeta Mahoma prevé ser justo a los que no son musulmanes y prohíbe las masacres y los genocidios. Por eso en las zonas donde se extendió el Islam no se observaron durante muchos años una asimilación, destrucciones masivas o conversión forzada al Islam. Los esfuerzos actuales de relacionar el Islam con el terrorismo provienen de aplicaciones erróneas que no tienen nada que ver con el Islam.

Ningún musulmán de sano juicio puede forzar a nadie para convertirse. En terrenos donde domina el Islam no se puede aplicar crueldades ni presión a nadie. Esto, la actitud humanitaria y justa ante todos los seres humanos, es la herencia del profeta Mahoma cuyo nacimiento estamos celebrando en la Semana del Nacimiento Sagrado. Le conmemoramos con respeto en esta semana sagrada.


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