El reciclaje de papeles y cartones

Como se sabe, la materia prima de papeles y materiales parecidos es celulosa. La celulosa que se encuentra naturalmente en las plantas se obtiene por los árboles. Por ello, cada año se cortan centenares de árboles para obtener papeles. El cortar los arboles causa que desaparezcan los bosques, que son los nidos de muchos seres vivos, da lugar a que se reduzca el oxígeno en la Tierra y se dañe el ciclo ecológico. Es posible obtener celulosa sin dar lugar a tales daños al reciclar los papeles y cartones. Los papeles de desecho pueden ser usados de nuevo al someterlos a ciertos procedimientos. Este método reduce el coste de producción al igual que asegura la preservación de los árboles, que suponen el elemento más importante del ciclo ecológico. El reciclaje de una tonelada de papales evita el corte de 17 árboles.

El primer paso de la cadena de reciclaje de papeles es la clasificación de los desechos en su origen. Para asegurar eso hace falta no mezclar los papeles y cartones con otro tipo de basura. Los papeles y cartones deben ser separados del resto de la basura en las viviendas, oficinas y escuelas y ser tirados luego en los contenedores de reciclaje. Los papeles recolectados en estos lugares se mandan a las instalaciones de reciclaje donde se transforman de nuevo en papeles.

Todo tipo de papeles, excepto los que se ensucian por productos alimentarios, los que son mojados y tienen machas de grasa, pueden ser reciclados. Este proceso asegura una reducción de 90% en la contaminación aérea y una de 35% en la contaminación del agua. Además la cantidad de agua consumida durante el proceso de producción de papeles de desecho es en un 45% menos que la de la producción de papeles de árboles.

Tirando nuestros papeles de desecho en los contenedores de reciclaje contribuye tanto a la preservación de los bosques como a la economía.