Reciclaje de pilas usadas para proteger el medioambiente

Las pilas, que nos facilitan la vida cotidiana, se hacen nocivas cuando quedan inservibles. El abandono de las pilas expiradas o inservibles por daños causará una gran contaminación ecológica. Ej. Una pila de cadmio es suficiente para contaminar 600.000 litros de agua. Esta cantidad es la necesidad anual de agua para 11 personas.

Las pilas portátiles y las acumuladoras de diversos tipos contienen altas proporciones de elementos de tierra. Algunos de ellos son raros. El reciclaje de las pilas recargables proporciona el elemento de cobalto cuyas reservas mundiales se hacen escasas.

Considerando todo ello, es imprescindible reciclar las pilas no usadas y eliminar sus partes no reciclables.

El consumidor es sustancial para recolectar las pilas no usadas. Las pilas en desuso deben ser acumuladas en recipientes apartes y deben ser depositadas en los puntos de recolección de pilas en las áreas públicas.

Las pilas en desuso en los puntos de recolección se separan según sus tipos y pasan por procedimientos físicos y químicos. Se recogen las sustancias valiosas y la parte restante se elimina de una forma segura. Es imposible eliminar las pilas incinerando. El gas que exhalan las pilas quemadas intoxica la atmósfera haciéndola más nociva para la salud humana.

Para impedir que las pilas y las acumuladoras en desuso sean tiradas a la basura, se coloca el símbolo X con contenedor. Las pilas deben ser acumuladas y trasladadas a los lugares correspondientes para conservar la salud medioambiental.

El Ministerio de Medioambiente y Urbanidad de Turquía autoriza a la Asociación de Productores e Importadores de Pilas Portátiles para la recolección de las pilas no usadas.