Exhortan a Israel que levante sanciones impuestas a Palestina

No se hicieron esperar las críticas de la sociedad internacional a las sanciones de Israel contra los palestinos.  

Algunos países, incluidos Alemania, Francia, Italia y Japón, expresaron su "profunda preocupación" por las recientes sanciones israelíes contra la Autoridad Palestina.

El comunicado conjunto de decenas de países miembros de las Naciones Unidas (ONU) y grupos internacionales fue emitido en la cuenta de Twitter de la Representación de Palestina ante la ONU.

"Como miembros de Naciones Unidas reafirmamos nuestro inquebrantable apoyo a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU y el derecho internacional, piedras angulares de nuestro sistema internacional", según el comunicado.

Unos 40 países expresaron su "profunda preocupación" por la decisión del gobierno israelí de imponer medidas punitivas contra el pueblo, los líderes y la sociedad civil palestinos tras la solicitud de la Asamblea General al tribunal.

"Independientemente de la posición de cada país acerca de la resolución, rechazamos la toma de medidas punitivas en respuesta a una solicitud de opinión consultiva de la CIJ", señalaron.

Por su parte, el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, citado por la radio pública palestina, pidió a todos que "reafirmen el derecho democrático de cualquier estado a recurrir a la Asamblea General de la ONU y pedir lo que desee de manera democrática y pacífica".

La parte israelí aún no ha hecha cualquier declaración al respecto.

Entre los países que firmaron la declaración conjunta; se encuentran países como Argelia, Argentina, Bélgica, Brasil, Francia, Alemania, Italia, Japón y Pakistán.

El 31 de diciembre, la Asamblea General de la ONU adoptó la resolución que solicita a la CIJ que "brinde una opinión consultiva" sobre las consecuencias legales de la ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel.

A continuación, el gobierno israelí adoptó una resolución el 6 de enero que incluía cinco sanciones contra Palestina, incluido el recorte de millones de dólares de los fondos fiscales, la congelación de los planes de construcción en Cisjordania y el retiro de los "privilegios" de los funcionarios gubernamentales.