“La guerra, diplomacia y tragedia en Siria”

Un artículo de Ibrahim Kalın, portavoz de la Presidencia de Turquía

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“La guerra, diplomacia y tragedia en Siria”

Una de las cosas desveladas por la guerra en Siria es que la diplomacia es una herramienta significativa cuando se trata de un equilibrio de potencias justo en el campo.

Mientras los estados occidentales hablan sobre una solución política en Siria, Rusia sigue aumentando sus ataques militares para cambiar la ruta de los incidentes.

No parece probable que lo cambie el Acuerdo de Múnich firmado para poner fin a las enemistades, el pasado 11 de febrero.

En los últimos dos años, los actores de importancia como Moscú reiteraron continuamente que no habría una solución militar en Siria y prometieron una solución diplomática. Pero, la alianza Rusia-Irán-Asad probó que lo contrario es lo correcto.

La resolución 2254 del Consejo de Seguridad es la condición de las negociaciones de Ginebra: la nueva actuación militar es lo que está socavando el alto el fuego, las ayudas humanitarias y la liberación de los presos. De momento, depende de la puesta en práctica de la R. 2254 si el Comité de Negociaciones, que represente la oposición siria, tomará parte en las negociaciones.

La oposición siria liderada por Riad Hijab tiene todos los motivos para dudas acerca de las negociaciones pospuestas el 25 de febrero. La ONU no puede aplicar las resoluciones que la misma impone para iniciar el diálogo.

Es sustancial el papel que será jugado por la diplomacia. Pero hay que decirlo abiertamente. Mientras el Kremlin está enviando a su ministro de Exteriores a todos los países del mundo para dar la imagen de que forma parte de las negociaciones políticas que marchan con lentitud, está desplegando sus aviones de caza para cambiar el equilibrio de fuerzas en el campo en Siria.

Los ataques rusos en Siria sirven para esquivar las miradas del mundo sobre Ucrania donde no hay ninguna solución después de las maniobras rusas. Rusia planea crear un flujo de inmigrantes bombardeando a los civiles para castigar a Europa y Turquía. Por otra parte, está enviando un mensaje a EEUU sobre su propia posición estratégica. El presidente ruso, Vladimir Putin, está llenando el vacío estratégico desatado por la indecisión del Occidente.

Mientras el régimen sigue matando a decenas de personas cada día, se hace interrogable la legitimidad de la ética de la estrategia unilateral en contra del DAESH. Sí que debe continuar la lucha contra la banda. Pero, eso no debe ser a costa de una victoria militar en beneficio de Asad y sus seguidores. Ni lo puede ser.

Miles de sirios escapan del terrorismo de estado del régimen de Asad y del bombardeo ruso más que el terrorismo del DAESH. Al dimitir como ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, calificó de “incierto" la posición de EEUU en Siria. Fabius dijo que la inacción posterior al hecho de que se traspasara la línea roja puesta por EEUU en torno a las armas químicas está envalentonando más a Putin en Ucrania y Siria. Como si confirmara esta constatación, EEUU intensifica todo su apoyo militar en YPG y PYD a costa de imponerse militarmente a Rusia y Asad.

Bajo la protección de la lucha contra el DAESH, el PYD está ampliando la autoproclamada región autónoma en el norte de Siria.

Mientras los opositores sirios a los que fue prometida una asistencia de calidad son bombardeados por Rusia y el régimen, se someten a los ataques del DAESH. Lo que pasó el 10 de febrero es un ejemplo: el YPG reforzado por la aviación rusa atacó a los grupos opositores de Siria y tomó la base aérea de Mannagh. Su pretensión era hacerse con las aldeas árabes en Afrin y ampliar el área de dominio del PYD. Cuando escribía este artículo, las fuerzas del YPG estaban esperando en las afueras de Azez, en la carretera entre Alepo y la frontera turca.

Irónicamente, aunque sea lamentable, el Ejército Libre de Siria, que ayudó al PYD en Kobani, está siendo atacado por las fuerzas a las que ayudó a liberarse del DAESH.

No está claro cómo resultarán las negociaciones de Ginebra. Ni se sabe el final de esta trágica situación.

Empieza a llamar la atención de las esferas transatlánticas la idea propuesta por Ankara de 'crear zonas seguras' en Siria para los inmigrantes y civiles sirios rechazada sin un motivo convincente por el Occidente.

Un grupo de diplomáticos veteranos y analistas convocó al presidente de EEUU que se crearan zonas de protección a lo largo de la frontera turca de Siria hace un año. El ex embajador estadounidense en Damasco, Robert Ford, decía: “Se tiene que proclamar una zona prohibida al vuelo para proteger a la oposición siria".

El 21 de abril de 2015, los senadores republicanos y demócratas hicieron el llamado de “formar una zona de protección humanitaria en Siria" al presidente Obama.

“Si una zona prohibida al vuelo más amplia dificulta o elimina del todo la capacidad del régimen de Asad de tirar bombas de racimo en las áreas civiles, se salvarán vidas y el DAESH quedará privado de su recurso principal para reclutar a nuevos miembros.

Anne-Marie Slaughter dijo que EEUU y sus socios habrán mostrado a Asad que su paciencia tiene un límite y que están listos para proteger a los sirios en Siria.

Pasaron muchas cosas desde 2015 y Rusia crear de hecho una zona prohibida al vuelo necesaria para su propio diseño.

Pese a todo, la idea de una zona segura tiene la capacidad para salvar a muchos sirios y restringir que las zonas civiles sean aplastadas por la 'excavadora militar' de Rusia-Asad.

“La quiebra moral tiene una historia larga", dicen Michael Ignatieff y Leon Wieseltier. “Las declaraciones vacías de que Asad tenía que abandonar el poder desde hace cinco años, el apoyo incompleto para los grupos rebeldes y el traspaso de la línea roja de las armas químicas y nuestra insuficiencia en levantar la carga que nos corresponde en la crisis de inmigrantes en Europa".

Estas personas, como una solución, deben decir con certeza que una zona prohibida al vuelo desde Alepo hacia la frontera turca impedirá que los civiles mueran en los bombardeados.

Los diplomáticos, Nicholas Burns y James Jeffrey, repiten que “Obama tendrá que reconsiderar lo que rechazó previamente: crear una zona de seguridad para los civiles en el norte de Siria y una zona prohibida al vuelo".

“Si no estamos preparados para usar más fuerza frente a lo que han hecho los rusos de momento, no podemos ganarnos a nuestros socios sunnitas y se reducir la posibilidad de que funcione la diplomacia", dice Dennis Ross.

Una de las cosas destapadas por la guerra en Siria es que la diplomacia es una herramienta significativa cuando hay un equilibrio justo de fuerzas en el campo.

Las negociaciones de Ginebra necesitan el apoyo del público internacional para tener un efecto.

Una diplomacia hecha sin apoyar a la oposición siria y sin crear una zona de seguridad para los civiles será simplemente una baja en el combate.



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