En Chile, pacientes terminales tendrán un alivio con el retiro de sus pensiones

La crisis por la pandemia empeoró la situación de personas con diversas enfermedades crónicas, que ahora podrán disponer de sus ahorros. Ximena Ñancumil espera que su padre, enfermo con cáncer, alcance a hacer uso del dinero antes de fallecer.

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En Chile, pacientes terminales tendrán un alivio con el retiro de sus pensiones

Ximena Ñancumil guarda el 21 de enero como una fecha especial en su calendario. Ese día, su padre enfermo de cáncer de próstata no había querido tomar ni comer nada, pero el semblante le cambió con la noticia de que el Senado chileno había aprobado el retiro de fondos pensionales para pacientes terminales.

“El día que mi papá se enteró estaba muy deteriorado, no había tomado ni agua, pero cuando escuchó la noticia fue como un bálsamo para él, ese día le dieron ganas de comer, y dijo que eso nos iba a servir para traer a alguien para que nos ayudara, porque él era nuestro pilar fundamental antes de enfermarse”, cuenta Ñancumil a la Agencia Anadolu.

Aunque la ley empezará a operar hasta el 1 de julio, algunos pacientes podrán acceder a sus fondos desde el mes de marzo. Ximena espera que su padre alcance a hacer el retiro antes de fallecer. “Lo veo difícil, pero mi papá quiere pagar deudas de la enfermedad, tenemos muchos préstamos. Cuando él dejó de trabajar no hubo más ingresos, yo tuve que dejar de trabajar para cuidarlo”.

Y es que cuando Juan Neyiman Díaz enfermó, hace ya cuatros años, todos los ingresos de esta familia, que habita en la provincia sureña de Futrono, se vieron drásticamente reducidos, al punto de que su hija Ximena tuvo que usar los ahorros que tenía programados para su vivienda para hacerle frente al cáncer de su padre. “Total yo estoy joven y puedo luchar, pero mi papito no, ya no está recibiendo quimio y está en cuidados paliativos porque el cáncer ya está muy avanzado”, asegura.

Como Juan, en Chile hay al menos 140.000 enfermos terminales, entre estos, 40.000 se enfrentan a un cáncer en última fase, esto impulsó al diputado del Partido Socialista, Marcos Ilabaca, a presentar una ley que permitiera a estos pacientes hacer uso de sus fondos de pensiones para ayudar a costear sus gastos y los de sus familias en medio de un contexto de crisis económica.

“La idea de generar este proyecto de ley nació en una serie de recorridos en la región, donde escuché en más de una oportunidad casos de estas características. Personas desesperadas, con enfermedad terminal, viviendo de la caridad pública y viendo cerradas las puertas para poder ocupar sus fondos provisionales. Decían 'si yo voy a morir, por qué tengo que tener guardados mis fondos'”, cuenta Ilabaca a la Agencia Anadolu.

Ese cuestionamiento hizo que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, promulgara la ley luego de que superara todos los trámites legislativos. “Esta ley considera como enfermo terminal a toda persona que tenga una condición de salud grave y que tenga una expectativa de vida inferior a los 12 meses”, sostuvo el mandatario.

El dinero deberá garantizar una renta para un año, una cuota mortuoria y una pensión de sobrevivencia. Una vez cubiertos estos gastos, lo que quede de los fondos podrá ser usado, según las necesidades de cada paciente.

Burocracia mortal

Aunque los enfermos de cáncer terminal podrán entrar en un régimen transitorio que permitirá el retiro de sus fondos en el mes de marzo, esta ley llegará tarde para los pacientes que no alcancen a ingresar en este listado y que tengan cortas expectativas de vida.

Pía Cifuentes vivió el drama de estos trámites burocráticos mientras su esposo, Carlos Muñoz, luchaba contra un cáncer de pulmón que le había hecho metástasis en los huesos y en el hígado, luego de que lo diagnosticaron en marzo del año pasado.

“Cuando nos enteramos se nos derrumbó la vida completa, tenemos dos hijos pequeños, de 7 y 9 años, no quieres asumir lo que va a pasar. Sabíamos que iba a partir pero nunca nos imaginamos que iba a ser tan pronto, porque las posibilidades de vida eran en el mejor de los casos de 5 años”, cuenta Cifuentes a la Agencia Anadolu.

Sin embargo, a pesar de los tratamientos de quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia que recibió Muñoz, falleció en diciembre del año pasado luego de que el cáncer le hiciera metástasis en la base del cráneo y, desde entonces, su familia ha tenido que hacer frente no solo al dolor de su partida sino a la incertidumbre económica por las facturas de una hospitalización que aún no llegan.

“Teníamos fe en un milagro, estuvo 23 días en la clínica, estuvo lúcido hasta las horas antes de partir. Sus fondos eran una posibilidad económica porque él quería dejar bien a su familia y tener los recursos para costear un cáncer. Haber sacado los ahorros que tenía nos hubiera ayudado mucho a pagar el tratamiento, a buscar alguna opción fuera de Chile, o una mejor calidad de vida”, asegura.

Tras la pérdida de su esposo, el mayor temor de Pía Cifuentes es que muchos enfermos terminales fallezcan esperando que entre en vigor la ley, como le sucedió a Carlos Muñoz.

“Hay muchos enfermos que necesitan ese dinero ya, no en uno, dos o tres meses. Van a haber muchos que van a partir con la esperanza del retiro. Ojalá deje de ser un trámite tan engorroso y pueda ser más efectivo y más rápido”, concluye Cifuentes, quien ahora solo se sostiene con sus ahorros y la pensión de invalidez que dejó su esposo, en medio de la crisis económica que ha causado la pandemia en Chile en donde ya son más de 18.500 muertos y 727 mil infectados por la COVID-19.



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