La derecha se toma el poder en Brasil con posesión de Jair Bolsonaro

El exmilitar sentenció durante uno de sus discursos: “nuestra bandera jamás será roja”, repitiendo lo que muchas veces dijo durante la campaña, en referencia a la izquierda

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La derecha se toma el poder en Brasil con posesión de Jair Bolsonaro

AA - (Servicio español) - "Vamos a unir al pueblo, respetar las religiones y nuestra herencia judío-cristiana (…) Enfrentando la ideología de género, Brasil será libre. Brasil volverá a ser un país libre de las amarras ideológicas", fueron de las primeras palabras que pronunció el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante su toma de posesión en Brasilia.

El ultraderechista después de jurar proteger y cumplir la Constitución brasileña ante el Congreso del país se convirtió en el presidente 38 de la nación.

El mandatario reiteró lo muchas veces dicho durante la campaña electoral sobre el acceso a las armas a través de decretos: "El ciudadano de bien merece disponer de medios para defenderse".

Bolsonaro también mencionó su intención de ofrecer “soporte jurídico” para policías y militares. "Vamos a honrar y valorar a aquellos que sacrifican sus vidas en nombre de nuestra seguridad y de sus familiares. Contamos con el apoyo del Congreso para dar apoyo jurídico a los policías y militares", dijo antes de dejar la sede del legislativo.

Bolsonaro también hizo hincapié en su intención de liberar el país "del yugo de la corrupción y de la criminalidad".

El presidente aprovechó la oportunidad para agradecer a sus seguidores que abarrotaron la capital federal del país para seguir de cerca la toma de posesión.

“Estamos aquí gracias a una campaña virtual que se ha convertido en un movimiento cívico fuerte e indestructible”, afirmó.

Cumpliendo la tradición, Bolsonaro y su mujer, la primera dama Michelle Bolsonaro, desfilaron por la capital brasileña saludando a la multitud desde un vehículo Rolls Royce.

Para este evento, se desplegó una operación de seguridad sin precedentes en Brasil: Alrededor de 6.000 agentes, tanto de la policía como del Ejército ocuparon la capital.

Incluso, misiles antiaéreos estaban estratégicamente ubicados para derribar cualquier aeronave o dron que se adentrase en el espacio aéreo de la capital.

Las medidas excepcionales de seguridad se adoptaron debido a que el presidente todavía se recupera de un atentado con cuchillo que sufrió durante un acto electoral en septiembre de 2017. De hecho, tiene cita para una cirugía en el estómago a finales de enero.

Después de recibir de manos de Michel Temer la banda presidencial en la sede del Ejecutivo, Bolsonaro y su mujer pronunciaron unas palabras ante los miles de asistentes. Michelle Bolsonaro lo hizo a través del lenguaje de señas, agradeciendo el cariño del pueblo. “La inclusión de las personas con discapacidad será una de mis prioridades”, dijo Michelle mientras besaba al nuevo mandatario.

“Este momento de servir a la patria como jefe del Ejecutivo no tiene precio. Esto solo ha sido posible porque Dios me ha salvado la vida y porque vosotros han creído en mí. Juntos podemos hacer que Brasil ocupe el puesto destacado que se merece en el mundo. Este es el día en que el pueblo brasileño empezó a liberarse del socialismo”, sostuvo Bolsonaro y reiteró ante los seguidores que respetará “los principios del Estado democrático y de nuestra Constitución”.

Bolsonaro reiteró su lucha contra las “ideologías que destruyen las familias, que son la base de la sociedad”, afirmó que establecerá “patrones éticos y morales”. “Todo lo que haremos a partir de ahora tiene un propósito innegociable: defender los intereses de los brasileños en primer lugar”.

A manera de conclusión Bolsonaro sacó del bolsillo una bandera de Brasil y sentenció: “nuestra bandera jamás será roja”, repitiendo lo que dijo muchas veces durante la campaña, en referencia a la izquierda.

A la toma de posesión del primer político abiertamente de derecha asistieron una docena de jefes de Estado y de Gobierno (entre ellos los representantes de Hungría, Colombia, Chile, Bolivia, Honduras, Paraguay, Perú, Uruguay, Portugal, Cabo Verde y Marruecos). Brillaron por su ausencia los exmandatarios de la nación, Fernando Henrique Cardoso y Dilma Rousseff, quienes fueron invitados pero prefirieron no asistir, así como gran parte de los partidos de la oposición.

Dentro de los asistentes destacaron el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se reunió con Bolsonaro a finales de la semana pasada y, ante la ausencia de Donald Trump —Bolsonaro será su mayor aliado en Latinoamérica— EEUU envió a su secretario de Estado Mike Pompeo.

No obstante, Trump no dejó escapar la oportunidad para felicitar al nuevo presidente por Twitter: “Estados Unidos están contigo”, y añadió que Bolsonaro realizó un “excelente discurso”.



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