El espeleólogo español denuncia negligencias en el rescate

El espeleólogo español que sobrevivió a un accidente en el Atlas de Marruecos denuncia negligencias en el rescate

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El espeleólogo español denuncia negligencias en el rescate

Dos compañeros fallecieron, uno de ellos durante la maniobra de extracción.

Juan Bolivar, superviviente:"En ese momento es una película, no piensas que está pasando de verdad".

La entereza se desmorona en el trago amargo de recordar el momento de la caída.

Primero fue a ayudar a José Antonio.

Juan Bolivar, superviviente: "Sangraba abundante por la cabeza, pero bueno estaba consciente".

Después fue a por Gustavo, caído en este punto de la pared.

Juan Bolivar, superviviente: "Lo llamé, intenté hacerle reaccionar. Cuando encontré la cara tenía los ojos en blanco, boca llena de sangre. Lo di ya por muerto".

Tocaba centrarse en José Antonio.

Juan Bolivar, superviviente: "Hacerle una especie de iglú en la nieve, con su ropa y la de Gustavo, que ya no la necesitaba desgraciadamente. Todos los días hablaba con él, no sabía ni que día era. Me despertaba de día, me despertaba de noche".

Así transcurrieron 6 días. Hasta que aparecieron dos gendarmes. Uno de ellos baja con una camilla como esta. En ese momento José Antonio aún está vivo.

Juan Bolivar, superviviente:"Le digo: José aguántame cinco minutos que tas fuera, que estamos ya, que nos vamos a casa".

Pero en el intento de ascensión.

Juan Bolivar, superviviente:"Fue directo a la catarata, debajo de la catarata, escuchando a José que se ahogaba, que me ahogo y así se pasó la noche".

Al día siguiente regresó el mismo gendarme y en un nuevo intento.

Juan Bolivar, superviviente:"La cuerda se desengancho y tiró la camilla al río. El gendarmerie se dio cuenta, me miró y subió para arriba. Me dejo solo de nuevo y a las dos horas o más apareció Protección Civil".

Para ese momento hacía ya rato que José Antonio había fallecido. Juan salió por su pie, caminando más de cuatro hora.

Juan Bolivar, superviviente:"Hasta llegar al pueblo, que 100 metros antes de la ambulancia me subieron a una camilla. Fue lo único que me ayudaron".

Así acababa, su triste peripecia.


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