En Medio de la Naturaleza (20/2015)

En el programa de esta semana hacemos una caminata de montaña. Nuestra caminata comenzará en una meseta donde las flores coloridas forman distintos dibujos en cuyos arroyos viven truchas y en cuyos campos corren libremente los niños. Hoy seremos huésped de la meseta de Verçenik ubicada en el distrito de Pazar de la ciudad del mar Negro de Rize, y nos conoceremos con su naturaleza y su pueblo. El caliente saliente de las estufas en verano en las casas de meseta construidas de piedra se convierte en una sonrisa en las caras de los pobladores. Pese a las difíciles condiciones de vida, siempre se sonríen. Estos pobladores, se despierten muy temprano a fin de pastorear, siempre tienen tiempo que nos concederán. Y nunca nos dejarán sin hacer comer “mıhlama” (una comida tradicional del mar Negro, compuesta de queso, mantequilla y harina de maíz). Mıhlama nos da mucha energía, y nos rellena hasta la tarde.

La meseta de Verçenik es una pequeña meseta ubicada en las espaldas de la cima Verçenik de 3709 metros de altura. Esta meseta se asemeja a una pirámide desde lejos. La cima, que aparece entre las nubes, se encontraba bajo las aguas en el pasado. Mientras se retiraba el océano Tetis, que cubría toda esta meseta hace 65 millones de años, se elevaron las rocas y lució esta cima majestuosa.

Nuestra meta es llegar a los lagos de Tatos. Estos maravillosos lagos glaciales tomaron su nombre de las montañas de Tatos por haber sido ubicado en sus laderas. Cuando se miran hacia abajo, aparecen como una pieza de esmeralda. Nuestra caminata comenzará en la meseta de Verçenik. Seguiremos el sendero que sale hacia arriba en el pendiente izquierda. En la primera vista el sendero no es visible. Podemos dificultar en distinguir el sendero correcto por haber sido hallado muchos senderos. Pero, cuando escalamos, el sendero será más visible. Esta etapa es un poco fastidioso ya que es un poco inclinado. Tras cerca de media hora, la inclinación bajará a fondo y comenzaremos a disfrutarnos de la caminata. A veces caminaremos en las hierbas y las rocas a veces llegaremos a un lago. El lago Mocar está escondido entre los verdes. Este lago se utiliza generalmente como un paso tránsito hacia las montañas de Tatos. Pero, el lago Mocar es como una perla escondida con color turquesa. La isleta en su centro es un carácter peculiar. Cuando las luces horizontales del Sol golpean el gol, este lago pequeño se convierte en un elemento visual. Para hacer cansar el cuerpo en la naturaleza, el mejor método es pisar las aguas frías de los lagos.

Nunca querremos despedirnos de este lago maravilloso. La distancia del paso de montaña, que pasa por los bajos de las cimas, nos asustará un poco. Pero, el paso no está muy lejos que se ve. Tras tomar un descanso al lado del lago, seguiremos nuestra caminata en el sendero del lago. Esta etapa no es más escarpada. Pero, el sendero se desaparece entre las rocas. Por eso, subiremos un poco dejando atrás los bloqueos rocosos. Aquí se halla el sendero entre el camino de tierra. Desde aquí llegaremos a un puerto de montaña tras media hora. El panorama sin par de este puerto nos alegrará mucho. Nos ofrecerán panoramas maravillosos los tres lagos que están cubiertos por cañales pequeños y que se quedaron en un cuenco. Este puerto de montaña siempre presenta sorpresas. El alrededor de los lagos a veces está cubierto completamente por nieve y a veces por flores según la densidad de la nieve de ese año. En estas montañas siempre hay lugares donde se vive primavera. Las flores, que se aparecen debajo de las nieves por haber sido 2900 metros los lagos, hacen vivir la primavera en los días más calientes del verano. Bajar al lado de los lagos desde el sendero dura cerca de media hora. Si nos gusta el agua fría, podemos nadar en los lagos.