Overoles y máscaras protectoras, ¿la nueva tendencia de la moda?

Mientras el mundo enfrenta la pandemia del coronavirus con normas de aislamiento social, varias empresas de moda y diseño colombianas están encontrando maneras innovadoras de crear productos para la nueva normalidad

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Overoles y máscaras protectoras, ¿la nueva tendencia de la moda?

AA - Agencia Anadolu

Por: José Ricardo Báez G.

La pandemia mundial del coronavirus (COVID-19) es la mayor crisis que ha golpeado a la industria de la moda a nivel mundial por la disminución de ventas. Bloomberg asegura que cerca de 1.089 fábricas de prendas de vestir en Bangladés han cancelado pedidos por valor de aproximadamente USD 1,5 mil millones debido al brote de coronavirus. Rubana Huq, presidente de la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Ropa de Bangladés, aseguró que esto afecta la vida de 1,2 millones de trabajadores.

Ante la pandemia han surgido nuevas ideas. Por ejemplo, la línea de fajas y ropa interior de Kim Kardashian lanzó máscaras de protección en cinco tonos de piel que se agotaron en menos de un día. En Estados Unidos, justo antes de la llegada del verano, la diseñadora Adrian Fuqua promocionó el ‘trikini’, un bikini con máscara protectora combinando el mismo diseño. 

De igual manera, en Colombia, diseñadores de moda han creado nuevos artículos como overoles y máscaras protectoras, para que los consumidores puedan vestirse a su estilo al tiempo que protegen su nariz y boca cada vez que deben salir a la calle respetando el aislamiento social. 

El overol del futuro

Kaftan, una marca que lleva 20 años de trayectoria y es muy reconocida en Bogotá, había lanzado un overol en 2019 y este año, en apenas tres semanas, los diseñadores lo convirtieron en una prenda funcional para la pandemia. Añadieron una capota y una máscara protectora usando telas antifluido y clororresistentes que pueden lavarse en en autoclave, un recipiente para esterilizar la ropa.

John Ortíz y Mónica Duque, los creadores de Kaftan, han participado en ferias internacionales del sector como el desfile de Moda Ética de París, en el Museo del Louvre, y siempre han impregnado sus diseños con un corte futurista. "Hemos llegado al futuro y este era el momento para que nosotros actuáramos", afirma John. "Nosotros creemos que este va a ser el nuevo traje de la sociedad, el traje del futuro, que así nos tendremos que proteger porque el coronavirus nos va a cambiar la vida", agrega Mónica.

En Kaftan trabajan 15 personas y, según John, desde que sacaron los overoles el negocio ha ido bien y han podido vincular o restituir puestos de trabajo para que trabajen desde sus casas. "No es mucho el dinero que hemos obtenido, pero para nosotros que tú puedas sostenerte y generar trabajos está muy bien por el momento", dice Mónica.

De vestidos de baño a máscaras protectoras

Una de las primeras empresas de moda que lanzó al mercado una máscara protectora fue Maaji, una marca de vestidos de baño de Medellín. De acuerdo con Carolina Restrepo, directora de Sostenibilidad e Innovación de Maaji, todo empezó cuando donaron máscaras médicas al Hospital Pablo Tobón Uribe con las telas antifluido y tejido plano en poliéster que tenían en el inventario para su línea deportiva y de vestidos de baño para hombre. 

"Vimos que había una necesidad grande de prendas de protección, especialmente máscaras protectoras, no solo para el personal médico, sino para todo el mundo”, señala Carolina.

Luego de participar en charlas en línea que organizó el Gobierno colombiano dirigido a pequeñas y medianas empresas de moda para producir máscaras protectoras, lanzaron la colección ‘One World Together’ (un mundo junto) y crearon nuevos diseños de chaquetas, pantalones, y máscaras para cubrir la cara. Hasta el momento, han vendido 18.000 unidades en ropa de protección y han donado 20.000 máscaras protectoras.

"Nos ha sorprendido muchísimo porque ha superado todas las expectativas, esto no tenía proyección de ventas, era algo que creíamos que debíamos hacer por la situación y la necesidad de seguridad. Tuvimos más de mil ordenes en los primeros días”, asegura Carolina.

Máscaras protectoras para niños

Por su parte Kupa, un emprendimiento de ropa con diseños coloridos y novedosos, decidió vender máscaras desechables en la página, y todos los trabajadores, incluyendo los vendedores, fueron al taller a ayudar a empacarlos. Eso les permitió mantenerse a flote en los primeros días de la pandemia y no despedir a nadie. La primera semana hicieron 20 mil máscaras protectoras y vendieron unas 18 mil. 

Entonces se dieron cuenta que había una necesidad para personas que no compraban en grandes cantidades. Por eso crearon una máscara protectora con telas de alta calidad y filtros reemplazables de polipropileno, que previene el 99,2% del paso de las partículas para una mayor protección. Las máscaras tienen un diseño más ergonómico y vienen con estampados coloridos propios del estilo de la marca.

Más tarde, los clientes empezaron a pedir máscaras para niños y crearon una línea infantil. Se vieron obligados a adelantar la línea de objetos de hogar que tenían planeada para noviembre y lanzaron ‘Quédate en casa’, una colección de máscaras protectoras con estampados, overoles, juegos de mesa, libros de colorear y delantales. Muy pronto sacarán cobijas y forros de bioseguridad para cubrir las maletas.

"La gente está empezando a pensar que lo que más le gusta no es la cantidad de prendas de ropa que tiene, sino las experiencias. Compra cosas para en un futuro tener una mejor calidad de vida, por eso está invirtiendo en máquinas para hacer ejercicio en la casa y menos en ropa", asegura Ricardo Arenas, gerente comercial y encargado de las exportaciones de Kupa , “la industria de la moda se va a ver muy afectada", añadió.

Cambio en la industria de la moda

La moda es la segunda industria más perjudicial para el planeta, de acuerdo con Naciones Unidas. Desde hace años, para enfrentar este reto, se ha apostado para que los productores, vendedores, proveedores, organizaciones sin ánimo de lucro, innovadores y financiadores asuman una actitud responsable frente a la industria con modelos como la moda circular, que pretende crear un industria buena, sostenible y amable con el medioambiente.

Según Carolina Obregón, profesora asistente de Diseño de la Universidad de Los Andes, la crisis de la industria de la moda no surgió con la pandemia del coronavirus, sino que lleva mucho tiempo. Para la académica no se han cuestionado suficientemente los procesos de producción no sostenibles. Una prenda puede diseñarse, confeccionarse y producirse en diferentes países y eso genera una huella de carbono muy grande.

"Lo que ha hecho la pandemia del coronavirus es repensar si es sostenible continuar de la misma manera: para mí no lo es", asegura Carolina, quien lleva 11 años trabajando en el desarrollo de moda sostenible. "Se debe empezar a pensar en la producción de moda como un sistema en el que todos estamos interconectados. Lo que se hace acá tiene una incidencia en otro lugar”, agrega.

De acuerdo con John Ortiz, artista plástico y fundador de Kaftan, el consumo consciente va a coger fuerza. “Comprar solamente lo que necesitas y compararlo por su utilidad”. Mónica, diseñadora de modas y también fundadora de la marca, asegura que por eso han tratado de apostarle a productos de buena calidad: “Las personas se volvieron compradoras impulsivas entonces antes no importaba si una prenda duraba o no, solo que estuviera de moda y fuera barato".

Para Anamaría Nieto, diseñadora de Kupa la industria va a cambiar, pues los hábitos de consumo serán diferente, para ella las personas preferirán ahora sentirse protegidos con la ropa que usen. "El mayor reto es lo que pase después de la pandemia del COVID-19 porque nadie sabe qué va a pasar, si podremos seguir con la vida normal que llevábamos antes, si los planes serán los mismos o si podremos volver a viajar”.

Carolina Obregón, profesora de diseño, asegura que lo que están haciendo las empresas de moda colombianas, crear máscaras de protección y overoles, no es tanto innovación, sino una respuesta automática a la situación. “Es necesario pensar de una forma más profunda", por ejemplo con el uso del biodiseño de fibras, materiales y sistemas de refrigeración, etc. a partir de la simbiosis entre la biología y el diseño. “Creo que se van empezarán a usar prendas, textiles y fibras que usan biodiseño y que permitirán protegernos de los virus”, asegura la profesora.

Fashion Revolution, un movimiento global que pretende crear una industria de moda que conserva y restaura el medioambiente, y valora a las personas por encima del crecimiento y las ganancias, asegura en un artículo publicado en su página web, que este momento que atraviesa la industria es perfecto para poner en práctica las palabras de Wangari Maathai en su famoso discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz de 2004: “En el curso de la historia, llega un momento en que la humanidad está llamada a cambiar a un nuevo nivel de conciencia para alcanzar un terreno moral más elevado. Un momento en el que tenemos que deshacernos de nuestro miedo y darnos esperanza el uno al otro. Ese momento es ahora” (Agencia Anadolu - Servicio de español)



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