Llega a Bogotá el primer festival internacional de payasas

La Agencia Anadolu habló con ‘La Beba’ Villamil, coordinadora artística del evento, y con Payasas Cirkulando, dos payasas españolas que participarán en el festival

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Llega a Bogotá el primer festival internacional de payasas

Por: José Ricardo Báez G  - Noticia de Agencia Anadolu

AA - Del 5 al 7 de diciembre Bogotá será la sede de la tercera versión del Vabieka Fest - Festival Internacional de Payasas, el primer festival de mujeres payasas que se hace en Colombia y que pretende brindar un espacio de encuentro para visibilizar, construir redes de trabajo artístico e impulsar talentos y propuestas emergentes en el desarrollo del clown femenino.

El Vabieka Fest es un proyecto que nació en Puebla (México) en 2017 como iniciativa de Karen Tlahuizo, payasa de la compañía Las Gramelots, y Verónica Pérez, gestora cultural de Concepta Espectáculos. Babieca en español significa “persona boba”, pero las creadoras del festival decidieron cambiar algunas letras para que quedara, la uve de Verónica y la ka de Karen.

Esta primera versión que se hizo en Puebla fue un trabajo autogestionado entre amigos. Allí invitaron a Carolina Villamil Tavera, más conocida en el mundo de la payasería como ‘La Beba’ Villamil, con su grupo La Tropa de Falopio, un colectivo formado junto a Erica García, Paula Salamanca y Micaela Pani, tres payasas y una malabarista, quienes eran reconocidas por convocar a mujeres cirqueras para crear montajes con base en temas femeninos.

En 2018 el Vabieka Fest fue mucho más grande y se empezó a conformar un equipo más intercultural. Sus objetivos se alinearon con la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en especial con el de equidad de género. El evento ha servido para visibilizar el trabajo artístico de payasas de México, Colombia, Brasil, Argentina, Chile, Costa Rica y España, y para consolidar redes de trabajo como la Red de Payasas Mexicanas, la Red de Payasas Centroamericanas y del Caribe, y la Red Colombiana de Payasas.

Según ‘La Beba’, quien lleva 14 años haciendo circo, la unión de payasas en Latinoamérica es muy reciente: no tiene más de cinco años. La Red Colombiana tiene dos años, la Centroamericana se fundó este año, y aunque en Argentina existe un movimiento de payasas, aún no está constituida la red. Brasil es el país más organizado, ya que cuenta hasta con revistas de mujeres payasas. De hecho, fueron ellas quienes motivaron la creación de la Red en México.

El evento en Colombia

Esta es la primera vez que se realiza el evento en Bogotá, el cual solo se ha replicado en otras ciudades de México y de Costa Rica. Serán cinco montajes de payasas internacionales y seis nacionales, y habrá dos talleres: uno llamado ‘Clown Afuera', un entrenamiento de dramaturgia ‘clown’ para espacios públicos dirigido por Alicia Olea, y el otro de ‘Iniciación y ejercicio de bufona’ para mujeres y hombres interesados que quieran explorar la bufonería desde la feminidad, dirigido por Diana Bolaño.

Algunas obras se presentarán en salas de teatro y tienen costo, pero otras serán de entrada libre, como las funciones que se presentarán toda la tarde del sábado en el Centro Gabriel García Márquez del Fondo de Cultura Económica, el conversatorio de este jueves, ‘Mujeres payasas tejiendo redes’, que antecede a la función de las Payasas Cirkulando, una compañía de circo clown española. Las actividades del viernes 6 de diciembre son exclusivas para mujeres; las demás son abiertas a todo público.

“Hay muchas ganancias con el Festival. Primero, permite un encuentro entre nosotras, un reconocimiento mutuo, fortalece las redes de payasas y se ve el resultado de conocernos entre nosotras. Segundo, forma un público que empieza a reconocer a las mujeres payasas y los mensajes que comunicamos, pues todas estamos trabajando la escena desde una postura crítica. Y tercero, fortalece la escena local y nos motiva a seguir moviéndonos y encontrándonos”, afirma ‘La Beba’ Villamil, quien es la coordinadora artística de esta versión en Colombia.

Clara Arrey Oliveras, junto a Eva Martínez Collado, crearon una compañía de circo llamada Payasas Cirkulando, que nació como una mezcla entre la pasión por la payasería, por viajar y por escribir. Llevan viajando seis meses por Latinoamérica y son las autoras de ‘Payasas, humor y género’, un libro que venden en sus presentaciones y que nació de una investigación académica donde entrevistan a mujeres payasas reconocidas en Cataluña, como Caroline Dream, Claire Ducreux, Pepa Plana y Virginia Imaz, entre otras. Ahora están ampliando el libro con payasas latinoamericanas.

“Es algo esencial que las mujeres nos juntemos y creemos esta tribu, este grupo de ayuda entre las unas y las otras. Ahora las mujeres están empezando a nacer, a formarse, a visibilizarse, a surgir en estos festivales de solo mujeres. Es muy importante este festival porque es la clave para decir que estamos aquí y queremos ser visibles, que tenemos cosas por decir y aportar”, asegura Clara.

Gracias a su investigación, escribieron su número de payasas, que cuenta la historia de Palomino, una mujer disfrazada de payaso que va a pedir trabajo al circo. Yuca, otro payaso, cuestiona a Palomino por ser un payaso que parece mujer y entonces inicia un hilarante discurso de engaño y juego en el que participa el público. Lo curioso es que este montaje está basado en hechos reales. Los payasos clásicos solían decir que las mujeres no podían ser payasas porque no sabían hacer humor. Hasta hace muy poco tiempo las mujeres empezaron a surgir en este ámbito artístico.

Ser payasas

A 'La Beba', a Clara y a Eva ser payasas les ha servido para quitarse los estereotipos que impone la sociedad por ser mujer. El ‘clown’ rompe con todos ellos "para presentarse públicamente como grotesca, deforme, ridícula, errada, para sentir la libertad y el placer en el desvío, la disidencia, el desorden y el juego”, lee Eva en un aparte de su libro donde aparece esta frase de Melissa Lima Caminha, quien escribió ‘Payasas: Historias, Cuerpos y Formas de Representar la Comicidad desde una Perspectiva de Género’.

La nariz es la máscara más pequeña del mundo que nos permite liberarnos de todas las máscaras que nos pone la sociedad: cómo tenemos que actuar, qué tenemos que hacer y qué gestos usar. “Es como liberarte de todo y ser tú misma. Esa mascarita pequeña es libertad”, afirma Clara, quien estudió ‘clown’ con Eva en la Faktoría Dimo de Barcelona.

Ser una payasa implica muchos retos: “El público siempre identifica el payaso como el hombre, ese es un primer reto: mostrarte en la escena como mujer payasa ya es algo que rompe con una expectativa. Y segundo, el arte que hacemos es crítico y eso genera un debate”. Para Clara usar el humor es una forma increíble de visibilizar y hacer crítica con enfoque de género, pues tanto hombres como mujeres lo reciben de una manera más digerible para reflexionar.

Por ejemplo, en sus presentaciones en México la gente quedaba sorprendida porque en ese país existe la figura del payasito o payasita que se presenta en las calles del centro de la ciudad, y suelen burlarse de la mujer al repetir patrones y estereotipos machistas. “El reto es tratar de cambiar el estereotipo de payaso y crear espacios para que la gente cambie la idea que tiene sobre los payasos. El concepto aquí en Colombia es o del payaso que vende almuerzos o el del Circo del Sol, y hay un universo inmenso más allá de esos dos referentes”, asegura ‘La Beba’.

Humor femenino y masculino

Pensar si existe un humor masculino y un humor femenino es algo que ha sido tema de discusión entre las payasas. “Es una pregunta que estamos debatiendo constantemente, si realmente actuamos para hombres o mujeres, si es una comicidad masculina o femenina. Nuestra posición es que debe ser universal, sin importar el sexo de la persona que hace ‘clown’”, asegura Eva, quien interpreta a Yuca, un payaso carablanca andrógino.

Clara está de acuerdo con esta posición y agrega: “Si dividimos entramos en la lógica de concebir los géneros como duales y nosotras entendemos que existen más géneros, más allá del femenino y el masculino. Entonces no nos gusta concebir desde la dualidad, sino desde la inclusión y que el humor sea igual para todos”.

Por su parte, ‘La Beba’ cree que el humor es natural del ser humano, pero por el momento que atraviesa el movimiento feminista la comicidad femenina ha adquirido unas particularidades especiales, pues históricamente no existían referentes de payasas mujeres.

Lo que subraya, en cambio, es que todos deberíamos usar la payasería y la comicidad como herramientas para la vida. El payaso, por ejemplo, acepta el fracaso y juega con él; el error es lo mejor que le puede pasar porque es el momento en que todos ríen. “La payasería invita a entrar en un estado de juego y de aceptación, pues lo que nos enseñan toda la vida es a cohibirnos y seguir unas normas, a no reírte duro, a que no puedes parecer tonto, a que no puedes fracasar. Esas son las herramientas que los payasos usamos para vivir”, asegura ‘La Beba’.

Según ella, si más personas usan estas herramientas y entre más llegue el ‘clown’ a otros espacios, como hospitales, lugares de conflicto y conferencias empresariales, habrá una verdadera transformación social. Por eso el festival tiene varios espacios gratuitos y abiertos al público, pues la idea no es que solo vayan mujeres: "La transformación es de todos, no solo de las mujeres. Sería genial en la medida en que el hombre pueda compartir esos espacios y pueda generar un poco de empatía e identificarse con las situaciones; y que a través de la risa podamos reflexionar y encontrarnos en un espacio ameno, inteligente y reflexivo” (AA).



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