Jiro Taniguchi, el maestro del manga más europeo

Con un estilo que destaca por su estética limpia y el gusto por el detalle, Taniguchi es considerado deudor de los dibujantes de comic belga y francés, que se caracterizaron por la técnica conocida como "línea clara"

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Jiro Taniguchi, el maestro del manga más europeo

 

Madrid (EFE).- El dibujante y guionista japonés Jiro Taniguchi, que falleció a los 69 años, está considerado el maestro del manga más complejo y europeo.

Jiro Taniguchi nació en la prefectura japonesa de Tottori el 14 de agosto de 1947, comenzó a trabajar como asistente del dibujante Kyota Ishikawa y en 1972 publicó su primera obra individual, "Kareta Heya" (La habitación de Barren).

Posteriormente formó tándem artístico con el guionista Natsuo Sekikawa, con quien dio vida a obras como "Ciudad sin defensa", "El viento del oeste es blanco", "Problemas en mi negocio" o "La época de Botchan", obra inspirada en la literatura del período Meiji (1864-1912).

Además de con Sekikawa trabajó con guionistas como Marley Karibou, con quien dio vida a historias basadas en la novela negra y pobladas de gansteres y detectives, entre ellas "Knuckle Wars" de 1983.

Durante los años noventa publicó numerosos títulos en los que además del dibujo se hizo cargo del guión, entre ellos Barrio lejano (Ponent Mon, 2003), una de sus obras más conocidas y con cuyo primer volumen obtuvo en 2003 el premio Alph-Art en el salón de Angulema, "El caminante" (Ponent Mon, 2004) o El almanaque de mi padre.

La obra "Un barrio lejano" ("A Distant Neighborhood"), originalmente publicada en inglés, fue adaptada al cine en 2010.

La obra del autor japonés ha sido publicada en España por varias editoriales, la última de ellas "Paseos de un gourmet solitario", aparecida en 2016 en la que recuperaba a Goro Inokashira, protagonista de "El gourmet solitario", que había visto la luz en 2010.

Con un estilo que destaca por su estética limpia y el gusto por el detalle, Taniguchi es considerado deudor de los dibujantes de comic belga y francés, que se caracterizaron por la técnica conocida como "línea clara".

De la estética clásica del manga de su país natal, guarda sobre todo la prioridad que se le da al movimiento, lo que hace de Taniguchi un puente entre la tradición occidental y la oriental, con un énfasis por lo lírico que le han valido el calificativo de "el poeta del manga".

Orientado a un público adulto, las narraciones de Taniguchi destacan por sus personajes naturales y profundos muy diferentes a los protagonistas del manga juvenil, y por la complejidad de historias aparentemente sencillas. EFE



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