Deforestación y discursos de odio en la Amazonía, otra crisis detrás de los incendios

Medidas como reducir los recursos para los órganos de control ambiental, promover la minería y un discurso oficial de odio hacia los pueblos indígenas de la selva han hecho que la Amazonía sea más vulnerable a los incendios

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Deforestación y discursos de odio en la Amazonía, otra crisis detrás de los incendios

Este 5 de septiembre se celebra el Día de la Amazonía en Brasil en medio de una de las más grandes emergencias ambientales que ha tenido esta selva tropical, luego de que se registraran miles de incendios en las últimas semanas.

La líder indígena brasilera Alessandra Korap Munduruk explica que, aunque los más de 33.060 focos de calor registrados entre el 20 de julio y el 20 de agosto llamaron la atención internacional y acapararon titulares de prensa, la crisis que vive la Amazonía es mucho más profunda.

“Aquí nos afectan los madereros, los que cultivan soya, las minas de oro y las grandes industrias como las hidroeléctricas y las hidrovías. Para ese tipo de proyectos mandan máquinas grandes que se llevan todo por delante. Y cuando van destruyendo, los animales no tienen para dónde correr”, explica la líder.

Korap relata que cuando ven a muchos animales silvestres corriendo hacia las aldeas indígenas de la Amazonía en busca de refugio, saben que hay máquinas talando árboles y explotando la selva.

La líder del pueblo indígena Munduruku, que vive en la aldea Playa del indio (Aldeia Praia do Índio), en el municipio amazónico de Itaituba, es una de las voces más conocidas de la lucha contra la deforestación de esa selva. Recientemente se hizo viral un video en el que ella denunciaba la discriminación que viven los pueblos originarios en su país desde hace décadas.

Carolina Gil, directora del Equipo de Conservación del Amazonas (ACT, por sus siglas en inglés), dijo que el fuego está muy relacionado con la deforestación, porque esta deja el suelo desnudo y vulnerable. Además, los residuos de madera y ramas que quedan esparcidos son más fácilmente inflamables en épocas de verano.

“Si a esto se suma la falta de compromiso del actual gobierno para el combate a la deforestación y la fiscalización ambiental en la Amazonía, se puede ver el resultado de un aumento en los fuegos, la dificultad para controlarlos y hacer que las personas no los usen indiscriminadamente para el manejo en la agricultura”, explica Gil.

Los pueblos indígenas son una pieza clave para proteger la capa vegetal de las zonas en las que habitan. Más de 10.000 años de conocimientos en el manejo de su territorio en toda la Amazonía demuestran que son importantes para la sostenibilidad, dice la experta.

El compromiso de las comunidades indígenas en la conservación del bosque es crucial, ya que existen aproximadamente 700 territorios indígenas que ocupan alrededor del 13% del territorio brasileño, y de estos el 98,5% están en la Amazonía.

El sentido de interconexión que sienten las comunidades indígenas con su entorno las hace primordiales en la lucha por el Amazonas. “Hay personas que dicen que están a favor de las industrias que dañan el Amazonas, pero la verdad es que no conocen la selva”, dice Alessandra. En cambio, “todas las mujeres indígenas con las que hablo saben que mientras tengan su tierra y sus ríos, tendrán vida para ellas y sus hijos”, añade.

Por su parte, Gil también explica que durante los primeros días del gobierno del actual presidente, Jair Bolsonaro, inició un desmantelamiento de las políticas públicas establecidas en el área socio-ambiental y empezaron incentivos hacia actividades con alto riesgo de degradación.

Decisiones como reducir los recursos para los órganos de control ambiental, promover la minería y un discurso oficial de odio hacia los pueblos indígenas de la selva han hecho que la Amazonía sea más vulnerable a la deforestación y, por consiguiente, a los incendios.

“Desde la llegada de Bolsonaro nos están amenazando mucho. Ahora las personas tienen miedo de andar por la ciudad. Andamos desconfiados de todo el mundo”, cuenta Alessandra. “Hasta los periodistas y las personas que nos están apoyando reciben amenazas. Muchos amigos líderes me dicen: 'No sé si voy a estar vivo mañana'. Oramos para que Dios proteja nuestras almas porque aquí en la tierra no vamos a tener más espacio”, añade.

La situación es más dramática para los pueblos indígenas en situación de aislamiento (PIA). Atenor Vaz, experto en el tema, explica que estas comunidades viven en constante huida y amenazas por los impactos de las grandes construcciones, agronegocios y actividades ilícitas. Hoy también se enfrentan a la amenaza de los incendios forestales.

En América del Sur hay 185 registros de PIA, pero solo 66 son confirmados. Los 119 restantes no están registrados en los datos oficiales como afectados. Son pueblos que, si “desaparecen”, el mundo ni siquiera sabrá que existieron.

"Para nosotros, los ríos y la selva son nuestros supermercados y farmacias. Con todos estos agronegocios eso se va acabando y nos vemos forzados a irnos para las ciudades, donde cada vez somos más pobres. Sin tierra. Sin agua", dice Alessandra.

El próximo viernes se realizará la Cumbre Presidencial por la Amazonía para discutir las situaciones de fondo que llevaron a la emergencia ambiental que vive la región. Activistas y comunidades indígenas piden que los mandatarios lleguen a acuerdos para proteger el bioma amazónico.

 

Foto: BOGOTA, COLOMBIA - AGOSTO 23: Grupos de activistas contra el cambio climático protestan para exigirle al gobierno de Brasil, en cabeza del presidente Jair Bolsonaro, que incremente los esfuerzos para controlar y prevenir incendios forestales en el Amazonas, en Bogotá, Colombia, el 23 de agosto 2019. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)



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