Agenda de Turquía y del Mundo (32/2015)

Turquía y China: Potencias Misteriosos, Asociación Potencial

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Agenda de Turquía y del Mundo (32/2015)

El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, llevó a cabo una visita en China después de largo tiempo. La visita que contenía un programa intenso se dio en un momento crucial. El diálogo entre Turquía y China, que se desarrolló en un período en que Turquía estaba circulado con disparos, demostró interesantes relaciones y reflexiones. El factor esencial que produce este caso interesante es el papel clave de China, una potencia mundial, en la evolución de las relaciones interesantes en que figura también Turquía.

China encabeza los actores más misteriosos y controversiales del sistema internacional. Todavía se discute en la literatura internacional qué tipo de potencia es China y qué influencia tiene en la política mundial. Es que las características de la capacidad que tiene China y su reflexión al exterior o al mundo cuentan con contradicciones sorprendentes. La más sobresaliente es la política exterior de China con el sistema económico-político. China dispone de un sistema económico-político único que integra el modelo de estado comunista y el modelo de economía comunista. China es un actor misterioso del sistema mundial por tener una población y geografía más grande del mundo, una estructura estatal más central, una posición sumamente estratégica, y por ser un país entre las potencias económicas más grandes del mundo y un miembro del Consejo de Seguridad de la ONU que tiene derecho a vetar. Porque este modelo entrelaza el capitalismo y el estatismo Marxista; la demografía gigante con una economía global.

He aquí el punto de partido de la pregunta de si China es una fuerza o una carga o amenaza en la política mundial. Cabe citar aquí que es un problema serio si China es “un gigante o enano” puesto que China cuenta con una gran población, economía, estado e influencia en la ONU y además tiene debilidades de fragilidad muy graves en la etnia, los derechos humanos, las potencias militares y la economía. Tales debilidades pueden causar perjudicar la fuerza gigante de China.

Otra situación seria es la calidad y la evolución de las relaciones de China con Turquía, que es una potencia regional. Turquía es un país fuerte de la geo-cultura y geo-economía de Eurasia que está situada en el sistema del Occidente/OTAN y que tiene la 17ª gran economía capitalista. Pese a todo, las relaciones entre Turquía y China no se encuentran entre los artículos más importantes de la agenda de la política interior y exterior de Turquía. Los existentes vínculos comerciales, económicos, militares, políticos, sociales y de turismo de Turquía con China no tienen de ninguna manera un nivel adecuado a los potenciales de estos dos actores.

Pese a que las relaciones turco-chinas presentaron un gran avance en los recientes años, este caso aún no refleja el potencial de dos países. Son considerables los progresos como el alza de los vínculos comerciales a 30 mil millones de dólares de 2 mil millones de dólares en la última década, las iniciativas de Turquía para comprar de China el sistema de misiles militares y la subida del nivel de turistas chinos en Turquía a 150 mil con un ascenso de un 80%. Sin embargo, este panorama no refleja el potencial de los nexos entre estos dos países. Por esta razón, es posible que Turquía y China, que figuran entre los primeras 20 economías más grandes del mundo, desarrollen más relaciones económicas, incrementen sus inversiones recíprocas y refuercen sus relaciones social-cultural-turismo-educación-formación.

En realidad, se observa un creciente interés y gestión en este sentido en la parte de Turquía. La visita del mandatario turco Erdoğan a China es una señal importante de esta iniciativa. Por otro lado, se puede comentar que el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (Partido AK) y el opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP) aspiran consolidar las relaciones con China. Además de las iniciativas de 13 años del Partido AK, el proyecto del CHP "El país central, Turquía" también tiene como objetivo desarrollar en gran medida las relaciones con China. Por lo tanto, en Turquía hay intensa demanda y esfuerzo para el reforzamiento de las relaciones con China.

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No es suficiente solamente esta concepción y deseo para que las relaciones turco-chinas movilicen este potencial; sino también deben superar los problemas conjuntos de los que encabezan la protección y el desarrollo de los derechos religiosos y humanos de los turcos uigur y otros ciudadanos musulmanes que viven en China.

"Presiones y atrocidades perjudican más a sus autores"

Aunque el Gobierno chino tiene promesas en materia libertades humanas, es imprescindible que deje sus violaciones políticas y militares. Claro que se espera que Turquía y los ciudadanos musulmanes chinos solucionen los existentes problemas solamente entablando diálogo con la Administración china. Ambos países deben tener cuidado contra provocaciones en este tema.

Otro punto en el marco del mejoramiento de los vínculos chino-turcos son las discrepancias entre dos países sobre las cuestiones internacionales. Por ejemplo, la diferencia de la diplomacia de dos países en materia de la solución de la guerra civil en Siria, aunque no constituye un choque de ideas, provoca una concepción y ambiente negativo.

A consecuencia, Turquía y China son dos actores con alto potencial de acercar sus dinámicas internas y posiciones internacionales. Se sabe que hay una voluntad y empeño recíproco en este sentido. Lo más importante en este punto es movilizar este potencial y suprimir los obstáculos ante este potencial. Una fuerte colaboración chino-turca puede ocasionar cambios arraigados en el sistema regional y global.

Prof. Dr. Ramazan Gözen

Departamento de la Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Mármara en Estambul

 


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