Agenda de Turquía y del Mundo (31/2015)

Nueva estrategia de Turquía tras el atentado terrorista de Suruç

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Agenda de Turquía y del Mundo (31/2015)

Están sucediendo adelantos de carácter histórico tras el asalto terrorista de Suruç de la provincia sudeste turca de Şanlıurfa perpetrado el 20 de julio que costó la vida de 32 personas. En primer lugar se registraron simultáneamente asaltos terroristas de la organización terrorista PKK, que mató a los soldados y policías turcos en las ciudades de Adıyaman, Ceylanpınarı, Diyarbakır, y prendió fuego a los automóviles interceptando a los civiles. El espiral del terrorismo que se escaló de esta manera en el país alteró de repente la agenda social y política de Turquía. Mientras se creó una creciente preocupación en el pueblo por el aspecto social, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (Partido AK) dio un gigante paso militar. Los aviones de casa turcos bombardearon las posiciones del DAESH (por sus siglas en árabe, Estado de Irak y Damasco) en Siria y del PKK en Irak. Se anunció que las operaciones aéreas que se lanzaron casi cada día causaron grandes pérdidas a los terroristas del DAESH y del PKK, de tal manera Turquía volvió a movilizar después de unos 4 años de intervalo su política de seguridad militar contra el terrorismo.

El punto considerable observado en este proceso fue que los aliados de la OTAN condenaron los asaltos terroristas en Turquía y vieron con buenos ojos sus operaciones aéreas. Todos los países aliados, principalmente EEUU, mostraron una actitud similar. Ante esta escena, Turquía llamó a la reunión urgente al Consejo de la OTAN en el marco de la cuarta cláusula del Tratado de la OTAN y recibió una respuesta positiva. Por último, Turquía recibió el apoyo internacional de derecho y legitimidad avisando las operaciones militares a la ONU.

No se trata de una contingencia ordinaria; al contrario la política turca y su diplomacia contienen dimensiones bastante cruciales para el Oriente Medio y el mundo, por así decirlo, se vive un histórico punto de fracción tras el asalto de Suruç. Tres de estas dimensiones son de suma relevancia: la primera; se produjo una fuerte escalada y extensión en la política turca de lucha antiterrorista. Turquía empezó a lanzar operaciones aéreas contra el PKK por primera vez después de cuatro años de paréntesis, y al mismo tiempo se inició lucha militar contra DAESH. Turquía comenzó a lanzar operaciones aéreas contra los terroristas del DAESH tal y como EEUU dando un gran paso. Además de operaciones aéreas, se detuvieron centenares de miembros del DAESH. Aunque la lucha simultánea de Turquía contra el PKK y el DAESH se parece como crecimiento de objetivos, se concibe que en realidad se trata de una nueva estrategia.

La segunda dimensión en este sentido el arranque de una nueva estrategia de lucha antiterrorista. Se entiende que Turquía se enfocará en la lucha contra el DAESH excluyendo totalmente el PKK contra el que lucha desde hace 30 años. Se observa que esta estrategia se respalda también por los miembros de la OTAN. Los mensajes procedentes de los miembros de la OTAN apuntan a la exclusión del PKK para la lucha de Turquía contra el DAESH, la cuestión global y más privilegiada. Esta estrategia serviría para que Turquía se centre más intensamente en el DAESH junto con los aliados de la OTAN. Este caso al mismo tiempo allanaría el camino a que el papel de Turquía sobresalga dentro de la OTAN y en su región.

En este punto surge la tercera dimensión: la cuestión de cómo avanzará el proceso de solución para fin del terrorismo en el país y cómo se ejecutará el proceso de lucha contra el DAESH. Es posible pronosticar que el proceso de solución, que es de importancia crucial para la democracia y seguridad de Turquía, no se llevará a cabo tal y como en el pasado y se desarrollará a una dimensión distinta. Pero, hace falta esperar para ver su evolución. Por otro lado, hay que esperar también para ver los métodos aún inciertos de Turquía para luchar contra el radicalismo y el terrorismo del DAESH.

Sin embargo, es obvio que el método de lucha de ambas organizaciones terroristas no se compone o no debe componerse solamente de operaciones militares. Es que no es posible la erradicación absoluta de un grupo terrorista meramente con las operaciones militares. Baste señalar que el terrorismo es como insectos tóxicos y moscas que produce un pantano. No es una solución suprimir solamente a los terroristas si no se aparecen el concepto del terrorismo y sus razones. Por esta razón, es necesario que Turquía siga métodos y políticas civiles comprensivas y complementarias para que los aliados de la OTAN e incluso todo el Oriente Medio y la comunidad mundial luchen más exitosamente contra el DAESH. En este sentido, el inicio más importantes es la neutralización de la ideología que alimenta en exclusivo el terrorismo del DAESH. El método más eficiente es el impedimento de las afirmaciones erróneas, propagandas y creencias que utiliza el DAESH.

Uno de los pasos en este marco es poner adelante los conceptos y pensamientos sobre la religión islámica utilizados erróneamente por el DAESH para lograr sus objetivos terroristas. Además hace falta explicar e implementar el mensaje verdadero del Islam y mostrar a toda la gente que el DAESH no representa el Islam. El papel y la importancia de Turquía pueden sobresalir más en este punto. Es que la práctica y el concepto del Islam exhibido por Turquía, su papel intermediario entre el Islam y el Occidente, su posición histórica y geo-cultural pueden ser beneficiosos para este papel. Claro que la lucha contra el DAESH y contra todo tipo de terrorismo tiene costos graves. Es necesidad privilegiada tomar en cuenta bien cada costo previsible e imprevisible. Pero, lo más importante es el reparto de es estos costos y la contribución de todos los aliados a la solución.

Prof. Dr. Ramazan Gözen

Departamento de la Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Mármara en Estambul.


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