Agenda de Turquía y del Mundo (49/2014)

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 Agenda de Turquía y del Mundo (49/2014)

Las Relaciones Religiosas e Internacionales

El líder espiritual de los cristianos católicos y el jefe del Estado del Vaticano, Papa Francisco, realizó una visita oficial a Ankara y Estambul entre el 28 y el 30 de noviembre. Esta visita tuvo objetivo parcialmente diplomática y parcialmente religiosa. La parada de Ankara de la visita estaba enmarcada por la política y la parada de Estambul por la religión. Las reuniones del Papa Francisco en Ankara con el presidente, Recep Tayyip Erdoğan, y el presidente para los Asuntos Religiosos (Diyanet), Mehmet Görmez, se enfocaron en el mejoramiento de las relaciones turco-vaticanas. El Papa y Erdoğan hicieron públicos sus deseos de paz internacional y solución a las crisis regionales y los problemas humanitarios tal como el problema sirio.

Es difícil decir que estos deseos tienen un sentido más allá de ser diplomático-retórico. Puesto que el Papa no es un actor tan activo que puede contribuir a la solución de los problemas regionales y las crisis internacionales. A pesar de que el Papa es el jefe del Estado del Vaticano, no es activo y efectivo tan que los estados-naciones y las organizaciones internacionales. El papel y el efecto en las relaciones internacionales del Pontificado y otros institutos religiosos casi no existen en el proceso de más de 400 años. Los estados-naciones, fuertes actores políticos, sustituyeron los institutos y las autoridades religiosos debido al principio de laicismo en la época moderna. Todas las instituciones y actividades religiosas en la época moderna se quedaron de gran escala a la sombra de los estados y las relaciones entre estados.

 

Les presentamos la valoración sobre el tema del Profesor Doctor, Ramazan Gözen, catedrático del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Mármara en Estambul.

GEÇİŞ :

El Vaticano no es un estado-nación, que tiene fronteras clásicas, sino es un estado-ciudad dentro del Estado de Italia. No puede decir que el Vaticano tiene una autoridad sobre otros actores internacionales como lo ocurrido en la Edad Media. Puesto que el Estado Roma-Vaticano perdió toda su autoridad política con el Tratado de Westfalia firmado en el siglo XVII. Por otro lado, el Patriarcado Rumeliota de Fener en Estambul y el patriarca son una institución dependiente de la soberanía de la República de Turquía de acuerdo con el Tratado de Lisboa. El patriarca de Fener no tiene ningún poder y autoridad políticamente a pesar de que tiene religiosamente respetabilidad y relaciones más allá de fronteras.

Pero, esto no significa que las instituciones religiosas como el Pontificado y el Patriarcado se retiran completamente de la política. Pero tenemos que aceptar que tanto el Pontificado como el Patriarcado tengan pueblos e individuos que les creen. Por ejemplo, el Estado del Vaticano no es solamente una institución de la secta católica sino que también es el representante religioso de más de mil millones de católicos.

Las negociaciones del Papa en Estambul se concentraron en el mejoramiento de las relaciones entre religiones y sectas. El hecho de que el Papa visitase principalmente en Estambul los lugares islámicos, rezase en la Mezquita de Sultán Ahmed (Mezquita Azul) y escuchase versos del Corán con la oración, son importantes por el aspecto del desarrollo de las relaciones interreligiosas mientras que el hecho de que participase en la misa en la Catedral Ortodoxa, se reuniese con Bartolomé y firmase una declaración entre las iglesias católicas y ortodoxas llevan importancia por el aspecto de la unidad entre los cristianos.

Se puede decir que el objetivo principal de la visita del Papa a Estambul, además Turquía, es desarrollar las relaciones con la iglesia ortodoxa. Las relaciones entre las iglesias católicas y ortodoxas son rotas debido a que ambas iglesias excomulgaron el uno al otro en 1057. Las relaciones, que se fundaron de nuevo en 1960, convierten en una alianza por el Papa y Bartolomé. La meta de la declaración firmada en Estambul es fortalecer las relaciones institucionales y sociales entre el mundo católico de mil millones de población y el mundo ortodoxo de 300 millones de fieles. Con este aspecto, la declaración no es solamente una actividad religiosa. Se puede decir que el acercamiento religioso Vaticano-Fener por lo menos afecta positivamente y negativamente la situación de dos estados, además desafía parcialmente.

Uno de estos efectos de este acercamiento es el efecto potencial sobre Turquía. El acuerdo firmado por el patriarca Bartolomé no tiene que contradecir a los intereses de Turquía, además de no tener un aspecto obligatorio. Aquí hay una frontera crítica entre la situación de la religión y el estado en las relaciones internacionales. Si el acuerdo firmado por el patriarca tiene un contenido solamente religioso, no existe una violación de autoridad; pero lo causaría complicación si el acuerdo forma una intervención a los intereses de Turquía en un cualquier punto, especialmente se dirige al área política la alegación ecuménica religiosa. Turquía no quiere que la alegación ecuménica lleve carga y responsabilidad a la política interior y exterior.

Se entiende que la declaración no forma este tipo de complicación. El hecho de que la declaración fuese firmada después de la reunión del Papa-Erdoğan, muestra que fue tomada la aprobación de Turquía. Turquía apoya el desarrollo de las relaciones entre el Pontificado y el Patriarcado en el contexto de las libertadas religiosas. Además, se puede decir que este apoyo fortalecería la imagen de Turquía en el mundo católico y ortodoxo.

La segunda dimensión de la declaración de cooperación católica-ortodoxa está relacionada con las relaciones entre el Patriarcado Rumeliota de Fener y las iglesias de Moscú lo que le interesa mucho a la posición de Rusia. La lucha de supremacía entre Fener y las iglesias ortodoxas de Moscú está relacionada con los ortodoxos en los Balcanes, Europa Oriental, Oriente Medio y en el mundo. La declaración de Estambul puede llevar a la iglesia de Fener a una posición más ventajosa, y esta situación puede causar preocupación para Moscú. No puede decir que esta preocupación no le interesa al Gobierno de Putin sino a las relaciones Estambul-Moscú.
Por supuesto que no puede decir que la dimensión religiosa afecta a las relaciones turca-rusas. El hecho de que el presidente ruso, Vladimir Putin visitase Turquía poco después del Papa, es completamente una coincidencia. Su meta principal no fue religiosa sino económica y política.


Les presentamos la valoración sobre el tema del Profesor Doctor, Ramazan Gözen, catedrático del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Mármara en Estambul.

 

 


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