Agenda de Turquía y del Mundo (35/2014)

Posición de Turquía en el sistema mundial.

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Agenda de Turquía y del Mundo (35/2014)

Prof. Dr. Ramazan Gözen, el catedrático del Departamento de Ciencia de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Mármara en Estambul:

Existe una disputa común sobre la posición de Turquía en el sistema mundial. Se trata de una disputa interminable en el período de la República de Turquía que se remonta al período del imperio otomano. Las partes de la disputa son parcialmente los políticos e intelectuales en Turquía y parcialmente los circuitos en el mundo. Es posible dividir en tres estos círculos y opiniones.

Lo primero es la opinión adelantada por los modernistas de que Turquía pertenece al Occidente y el mundo moderno. Lo segundo es la idea de islamistas o conservadores de que Turquía forma parte del mundo islámico y el Oriente Medio. Y lo tercero constituye la noción de los intelectuales que afirman que Turquía debe formar una posición peculiar que mezcla los valores occidentales/modernos e islámicos.

Claro que aparte de ellos existen ideas de otras minorías. Por ejemplo, hay quienes que aseveran que Turquía debe figurar en el bloque marxista-leninista e incluso hay quienes que piensan que debe aislarse del mundo.

Parece que las controversias respecto a la posición de Turquía resurgieron de manera más concreta tras los avances producidos en los recientes años. En los 2000 se pronosticaba el día de adhesión de Turquía después de que la UE dio inicio a las negociaciones de adhesión de pleno derecho.

En este período Turquía introdujo reformas muy importantes, incluso estableció el Ministerio de Unión Europea. Lo que se espera de la adhesión de Turquía en la UE no es solamente una incorporación, sino también la posesión de los principios globales que tiene y defiende la UE, y una política exterior pacífica y constructiva establecida sobre la democracia, la soberanía del derecho, los derechos y las libertades humanos, el pluralismo y la economía de mercados.

Estos mencionados son las cosas defendidas por los modernistas. Los occidentales piensan que Turquía se encuentre entre las organizaciones como la UE y OTAN, lo cual es una condición y objetivo indispensables. Clichémente hace falta que la dirección de Turquía dé al Occidente y su respaldo al Oriente y el mundo islámico.

Esta opinión es falta, es que no es suficiente. La oferta de que Turquía se encuentre en el Occidente y la UE y se corone con los valores globales es pasar por alto los valores geopolíticos, históricos y culturales de Turquía. Es que las características social, cultural y religiosa de Turquía y sus condiciones históricas y geopolíticas le hacen Turquía un miembro principalmente de la región de Oriente Medio y por lo general del mundo islámico. En este sentido, es concebible que Turquía al mismo tiempo tome parte activamente en la Organización para la Cooperación Islámica (OCI). Esta membresía de Turquía ofrece al mundo islámico una oportunidad para su desarrollo y modernización. Se sabe que Turquía muestra esfuerzos en esta materia desde los 1970 pero especialmente los 2000, durante los mandatos de gobiernos del Partido de la Justicia y el Desarrollo (Partido AK).

El papel moderno de Turquía con los valores de la UE y su contribución a estos valores en el mundo islámico le convertirían en un actor global. En realidad los moderados adelantaban algo así. El acercamiento de vía media iniciado con Adnan Menderes parcialmente en los 1950 y mantenido aunque fue poco con Süleyman Demirel en los 1970, fue reforzado por Turgut Özal en los 1980 y entró en augu con el Partido AK liderado por Erdoğan y Gül en los 2000. Özal, Gül y Erdoğan desempeñaron un papel importante tanto en la adhesión de Turquía a la UE como en el proceso de acercamiento del mundo islámico y Oriente Medio. Estos líderes pensaron que la posición de Turquía se reforzaría no solo con los valores globales occidentales, sino también con la integración de estos valores con sus propios valores culturales y religiosos.

En realidad es posible aseverar que los valores globales e islámicos se corresponden en varios puntos. El punto más significante en este sentido es el anhelo por paz que está en el núcleo de la filosofía de la UE e islámica. La filosofía fundamental de la UE y la estrategia esencial de Islam están a favor de que las relaciones internacionales ante todo sean pacíficas. En este punto, una realidad histórica importante es la política exterior turca se basa en el principio de Mustafa Kemal Atatürk que es “Paz en el País, paz en el Mundo”.

Este principio demuestra que Turquía y su política exterior desean estar al lado de los países que defienden esencialmente la paz. Turquía constituye uno de 45 países fundadores de Naciones Unidas, lo cual es una muestra muy importante de esta preferencia. La política exterior turca está fundada tradicionalmente sobre estas bases y prefirió la propagación de paz en el mundo y todas las regiones empezando desde sus propias fronteras.

No hace falta contemplar como reglas generales sino anomalías las políticas de Siria e Irak tras la Primavera Árabe, que parece contraria a esta teoría general en los recientes años. La opinión pública turca se molesta por el caos, guerras y conflictos que se producen hoy en día en su región. Respalda a la lucha contra las organizaciones terroristas como el ISIS, Al Nusra y Al Qaeda. Y claro que muestra esfuerzos para la erradicación de las organizaciones terroristas como el PKK. Hay que tomar en cuenta en este marco la posición de Turquía de hoy en el mundo. Estas organizaciones ni corresponden a los valores globales a los que intenta alcanzar Turquía ni sus propios valores.


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