Agenda de Turquía y del Mundo (51/2015)

División en el mundo islámico y el problema de conciencia

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Agenda de Turquía y del Mundo (51/2015)

El Oriente Medio y el mundo islámico han sido el escenario de los incidentes demasiado trágicos en los recientes años. Particularmente en los países que sufren la guerra civil como Siria, Irak, Libia y Yemen se observa una gran tendencia de división. La guerra civil en Siria lleva el riesgo de división entre los grupos beligerantes. Irak se enfrenta al peligro de división de facto en tres.

En Libia continúan los conflictos entre el régimen y los opositores tras el asesinato de Gadafi. En Yemen están separados la administración central y las regiones controladas por los hutíes.

No se trata de cualquier cambio en el destino desafortunado de la dividida Palestina. Este panorama provoca un caos en la región y además muestra la posibilidad de división en pequeños estados en caso de que no se encuentre una solución.

Estos países y otros fueron geografías unificadas con los grandes imperios como Omeya, Abasí, Selyúcida y Otomano hasta el siglo XX. Las comunidades que vivieron juntos en estos imperios se separaron en los estados-nación soberanos a principios del siglo XX. Es posible que puedan dividirse en pequeños estados como estados-ciudad a principios del siglo XXI. Este resultado significa el surgimiento de guerras por nuevas fronteras y balances de potencias en la región.

¿Cómo se debe interpretar esta tendencia de división que se puede observar también en otros países musulmanes? ¿Qué lección se debe sacar de este panorama? Se pueden dar dos respuestas, una pesimista y otra positiva, a estas preguntas: respuesta pesimista; la continuación de guerras y caos que durarán decenas de años en las geografías islámicas tal y como ocurrió en Europa en los siglos XVII y XVIII. Es posible que se observe ahora en las geografías islámicas el período caótico conocido en la historia mundial como guerras de los Cien Años. Si el panorama de hoy se considera como una ramificación de la guerra en Líbano en los años 70 y la guerra iraní-iraquí en los años 80, en realidad la región ya está en guerra desde hace 40 años.

Este pesimismo se debe al fracaso de encontrar una solución a los problemas de división. Por desgracia, no hay una esperanza hoy por la salvación de los países islámicos de este círculo de desastre. Ni los actuales líderes ni los expertos de academia, ni los intelectuales u otras personas ponen adelante nuevas ideas para la solución de los problemas. Las opiniones sobre la colaboración regional económica o política y la integración de algunos países del mundo islámico se han olvidado el día de hoy. Lo peor, los títulos de estos proyectos y esperanzas están en el síndrome de burnout. Por ejemplo, ¿Dónde está la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) establecida para solucionar los problemas de los países islámicos? ¿Esta organización internacional, por la que se ha gastado millones de dólares, tiene una sugerencia de solución para los problemas de sus socios? Desgraciadamente no. El principal problema es darse cuenta de esta división e indolencia. La ignorancia es un problema más grande que el problema.

Las comunidades islámicas están tan indiferentes uno al otro que sus intereses comunes y conciencia de presencia se han debilitado gravemente. El ejemplo más chocante en este tema es el fracaso de la creación de un suficiente interés y conciencia para el problema de inmigrantes sirios. ¿Qué porcentaje del mundo islámico de unos 1.500 millones de habitantes tiene interés en el caso de más de 10 millones de inmigrantes sirios? ¿Qué porcentaje de los musulmanes excepto de Turquía y Jordania, países que acogen a los inmigrantes sirios, se siente este drama?

Claro que la situación no es tan mala. Existe un potencial para tratar positivamente la actual situación. No es baja el número de las personas que se molestan por el drama de los inmigrantes sirios y el problema de división general. Aunque aún no es obvio, se hablan en los países islámicos opiniones, métodos y proyectos para encontrar salidas a los problemas. Existen pensamientos positivos para la solución a las condiciones negativas de los países islámicos.

Igual que Europa logró detener las guerras con el proyecto de la Unión Europea, los países musulmanes también encontrarán una salida similar o distinta. Es que el mundo islámico quizás está compuesto por las personas más dinámicas, jóvenes y ambiciosas que los países occidentales.

Es inevitable que los pueblos, intelectuales, los medios de comunicación y otros actores públicos en los países islámicos produzcan nuevas iniciativas de solución. Es que ninguna organización no tolera el sufrimiento de dolores para siempre ni es posible que los musulmanes se queden indiferentes durante largo tiempo ante los dolores que sufren. La sociología musulmana y la psicología humana están abiertas a nuevas teorías y acercamientos en este tema. A pesar de que todavía no es observable, varios intelectuales y organizaciones no gubernamentales, que se sienten los actuales dolores, intentan superar las heridas de los inmigrantes y a la vez buscan remedios para el futuro.

Los que dan apoyo material y moral a los inmigrantes realizan actividades nacionales e internacionales para la solución radical de los problemas regionales.

Por Ramazan Gözen, de la Universidad de Mármara en Estambul


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