Agenda de Turquía y del Mundo (42/2015)

Una agenda feliz y otra triste de Turquía

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Agenda de Turquía y del Mundo (42/2015)

La semana pasada Turquía experimentó una gran alegría, y por otro lado fue estremecida por un suceso horrible. Ambos adelantos constituyeron una primicia en la historia de Turquía. Aunque contenían un contraste, realmente transmitieron un mensaje significado. Primero, Aziz Sancar, ciudadano de la República Turca, fue laureado con el premio Nobel de Química. Esta noticia constituyó fuente de éxitos y elogios por al menos dos razones: la primera razón incluye que los estudios de Sancar se consideran como un gran progreso en la lucha contra el cáncer y una invención que puede cambiar la historia de la humanidad.

Y la segunda razón se trata de que Sancar alcanzó este nivel como hijo de padres analfabetos. Esta alza demuestra que incluso los sujetos desventajosos en la República de Turquía cuentan con medios y oportunidades para auto-desarrollarse de mejor manera, lo cual Turquía tiene una calidad y estándar hasta servir como ejemplo exclusivamente para algunos países.

Turquía se coronó por segunda vez con el Premio Nobel en la categoría de química tras la literatura

En este sentido el punto más sobresaliente es que Sancar, en sus declaraciones tras recibir el premio, se presentó no con sus razas étnicas o sectarias, sino con la identidad turca. Estas declaraciones suyas son un mensaje significativo cuando se toman en consideración los países del Oriente Medio, así como Siria e Irak que se enfrentan a divisiones étnicas y sectarias. Es posible comentar que dicho mensaje tiene significado también para los circuitos con mala intención que intentan provocar discriminación como turco-kurdo o suní-aleví en Turquía.

Parece que algunos con mala intención se molestaron por este mensaje positivo de Sancar, es que Turquía fue sacudida por un incidente completamente contraste tres días después de sus declaraciones. El atentado terrorista que se produjo en el centro de Ankara el pasado 10 de octubre dejó un saldo de 99 muertos y más de centenares heridos. El atentado terrorista más grave de la historia de Turquía tiñó de luto todo el país. Los actores sociales y políticos se mostraron críticos siendo la única voz contra el atentado.

Aunque el atentado fue perpetrado por dos suicidas, aún no está clarificada la identificación de los autores. Mientras se mantienen investigaciones respecto al suceso, el primer ministro Ahmet Davutoğlu apuntó a los terroristas del DAESH como responsables del atentado. Y algunos expertos aseguraron que la naturaleza del atentado en Ankara es misma con la del atentado de Suruç, fronteriza con Siria, del 20 de julio, cometido absolutamente por la organización terrorista DAESH. Estos datos muestran que el DAESH lanza actos terroristas también en Turquía, además de Siria e Irak.

Erdogan: “El objetivo del atentado es nuestra nación”

Sin embargo, lo más importante es que hace falta centrarse en el desencadenante de estos atentados no importa quién sea su autor. Se puede alegar que estos atentados tenían tres posibles razones: la primera puede ser el plan de arrasar Turquía a las guerras civiles en Siria e Irak. El DAESH y el PKK, otros grupos terroristas o los poderes del mal detrás de ellos, pueden pensar atraer a Turquía al Oriente Medio para desestabilizarla. Claro que Turquía lucha contra tanto el DAESH como el PKK y otras organizaciones terroristas, y tiene una política contra el terrorismo en el marco de la coalición internacional de la ONU. No obstante, esta política no significa y no debe significar de ninguna manera que Turquía se involucre en el conflicto del Oriente Medio.

En cuanto a la segunda razón, el atentado de Ankara se podría haber perpetrado con el fin de que se celebraran las elecciones parlamentarias del 1 de noviembre en un ambiente inestable. Se puede comentar que este plan ocioso pretendió destruir el sistema democrático de Turquía. Es posible adelantar que algunos con mala intención intentaron manipular y tomar bajo su control la política turca.

El tercer y más importante desencadenante es que el atentado de Ankara y otros atentados pueden planear obstaculizar que Turquía sea un país desarrollado y civilizado, y llevar a Turquía a la oscuridad. Es posible que haya quienes que tratan de parar el proceso de modernización, desarrollo e ilustración de Turquía.

Sea lo que sea el objetivo, mensaje o autores del atentado, las experiencias históricas apuntan que la República Turca y sus dirigentes razonables no caen en estas trampas. Turquía logró vencer las peores amenazas terroristas en los años 1970 y 1990 y vencerá también esta última ola de terrorismo. Es que Turquía, con 77 millones de habitantes, con su experiencia otomana de unos 700 años y éxito de la República de unos 100 años, tiene la memoria para superar este tipo de amenazas.

Atentado terrorista ocurrido en Turquía el 10 de octubre de 2015

Sin lugar a dudas, las instituciones de educación y enseñanza, y otras varias de Turquía continuarán regalando a la humanidad los valores como Aziz Sancar. A veces una desdicha puede ser la razón de miles de éxitos. Parece posible tomar en consideración por este aspecto estos dos incidentes contrarios producidos en la última semana. Claro que continuarán estos éxitos y los desastres como el terrorismo llegarán a su fin en poco tiempo. Es que Turquía aspira tomar parte en la UE y el mundo desarrollado, y lucha para “paz en la patria, paz en el mundo”.

Por Prof. Dr. Ramazan Gözen de la Universidad de Mármara en Estambul.


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