Agenda de Turquía y del Mundo (37/2015)

Una foto sacada l 3 de septiembre de 2015 que se reflejó en la prensa mundial puso obvia y chocantemente de manifiesto  la cuestión crónica de inmigrantes. Aylan Kurdi, la niña de 3 años de edad, fue hallada ahogada en la playa turca de Bodrum. El bote de su familia se hundió mientras intentaba refugiarse en Europa escapando de la guerra civil en Siria. La foto de la pobrecita niña reveló el panorama de inmigrantes ilegales. Esta escena fue una reflexión terrible de la cuestión de refugiados que se observa no solo hoy en día, sino también desde hace siglos, pero que escaló en los recientes años. Tal y como se observa en las noticias que cubren cada día las páginas de los periódicos mundiales, miles de fugitivos de la guerra civil en Siria e Irak intentan inmigrar a los países en los que puedan vivir en seguridad. Sin embargo, estas inmigraciones no se realizan voluntariamente ni los blancos migratorios y sus procesos se desarrollan ordinaria y debidamente, tampoco estos movimientos migratorios prometen un orden positivo.

Hace falta subrayar la dimensión tridimensional de la cuestión migratoria: lo primero, los inmigrantes o los refugiados no abandonan voluntariamente sus países y se ven obligados a escapar del ambiente de guerra civil. Abandonan sus hogares y patrias no sólo para vivir una buena vida, sino también para proteger las necesidades humanas más esenciales y sus derechos. Las personas atrapadas entre las guerras y anarquías se ven forzadas a asilarse a veces por ser opositores, a veces por quedarse atrapadas entre dos disparos y a veces por la fuerza de las partes beligerantes. Esta gente pretende principalmente vivir en un país seguro y lleno de paz. Turquía, Jordania, Líbano encabezan los países preferidos por refugiados. Se sabe que estos países cuentan con alto número de inmigrantes, por ejemplo el número de refugiados sirios en Turquía llegó a dos millones de personas y su costo superó a seis mil millones de dólares.

Debemos aceptar que dar asilo a los inmigrantes vulnerables está bajo la responsabilidad no solo de los vecinos. Al contrario, los países occidentales, europeos, asiáticos y otros países, cuya condición económica y presupuestaria es mejor que la de estos países, son más responsables. Lo más importante, es una misión social y ética que el conjunto de los países de la ONU, que desempeñó un papel en la creación de las guerras civiles en Siria e Irak, se concierne con los resultados sociales de la guerra civil.

No obstante, los países de la UE, que deben asumir responsabilidad por su posición cercana geográfica, presentan desgraciadamente una mala escena. Los países comunitarios cierran sus puertas a los inmigrantes y no suministran suficiente fuente. Ante esta actitud, millones de inmigrantes intentan refugiarse en los países de la UE forzando los límites terrestres por vías ilegales y navegando por mar de una manera peligrosa particularmente a través del Mediterráneo.

La segunda dimensión de la cuestión migratoria son sus procesos. Aylan, de 3 años, perdió la vida en tal excursión migratoria. Claro que Aylan es un ejemplo dramático, centenares o miles de los sucesos similares suceden continuadamente. El punto más importante en este proceso es que los gobiernos nacionales y las fuerzas de seguridad no pueden impedir a estos procesos migratorios ilegales. La política migratoria institucional de los países remitentes, los países europeos y la UE destinatarios es incapaz de producir una solución a estos movimientos. Son decepcionantes la ignorancia de la UE y sus socios hacia los migratorios, su incapacidad en tomar medidas ante los dolores sufridos y las palabras de un ministro de la UE de que “no quieren inmigrantes musulmanes”. Es bastante chocante que los líderes de los países como Alemania, Reino Unido y Francia hacen disputas sobre migratorios pese a los sucesos dramáticos que se viven cada día, incluso ante la foto sensacional de la pequeña Aylan.

Estos acontecimientos, en otras palabras la cuestión migratoria y la crisis humana internacional, no parecen quedarse solo a nivel social o ético. La UE, que no pudo encontrar una solución a la cuestión migratoria, ahora debate el Acuerdo de Schengen y la revisión de su práctica. Eso significa que la cuestión migratoria no solo es la cuestión de los inmigrantes, sino también de los orígenes de enfrentamientos como Siria e Irak, de la UE, de los actores mundiales y de toda la humanidad.

Por Prof. Dr. Ramazan Gözen Departamento de la Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Mármara en Estambul.