Agenda de Turquía y del Mundo (39/2014)

Todavía está en marcha el proceso de paz que arrancó hace unos dos años. Este proceso pretende principalmente poner fin al terrorismo de la organización terrorista PKK de 30 años y desarrollar la democracia y la hermandad en el país. Esta meta se materializó parcialmente dentro de dos años pasados. Es que no ha habido una acción terrorista desde hace dos años y por ello la gente no ha perdido la vida. Este resultado ha producido un gran alivio y alegría casi en todo el país. Particularmente las familias de soldados viven la alegría de no ver ya las ceremonias funerales de los soldados mártires.

El proceso de solución no sólo está enfocado en el fin del terrorismo, sino también el desarme de la organización terrorista PKK, su eliminación en las tierras turcas y por fin su erradicación. En este sentido, se ha registrado un avance parcial. El proceso todavía está en curso debido a que los terroristas no han abandonado completamente el país y aún no se ha realizado la disolución completa de la organización terrorista PKK. Sin embargo, estos problemas no significan el fin del proceso de solución.

En este sentido, la Gran Asamblea Nacional de Turquía (TBMM) dio visto bueno a la ley marco de suma importancia, con que el proceso de solución se convirtió en la política oficial o legal del estado pasando más allá de los esfuerzos gubernamentales.

Por otro lado, prosiguen negociaciones entre el Partido Democrático del Pueblo (HDP) y el cabecilla de la organización terrorista PKK, Abdullah Öcalan, que está encerrado en una prisión especial en la isla de Imrali, en el Mar de Mármara.

Mientras el proceso sigue de manera lenta, las ofensivas de la organización terrorista ISIS de la semana pasada y sus consecuencias desencadenaron algunos riesgos respecto al futuro del proceso.

Los asaltos del ISIS en Siria e Irak salpicaron por último a las localidades sirias de Kobani y Rojava. Cuando el ISIS se apoderó más de 20 pueblos kurdos en la región, el pueblo local se vio forzado a e emigrar hacia la frontera con Turquía. La cifra de inmigrantes fue tan alta que Turquía garantizó la seguridad de vida de los kurdos iraquíes y otra gente abriendo sus pasos fronterizos.

Una parte de los inmigrantes que superan los 130 mil, se afincó al lado de sus parientes en la región, mientras que otra parte fue colocada en las áreas de asentamientos designadas por el gobierno.

Esta política demuestra la importancia dada por Turquía a la gente en dificultad y particularmente a los kurdos. Esta postura de Turquía recibió el apoyo de los ciudadanos de origen kurdo en el país y los portavoces del Partido Democrático del Pueblo (HDP) presentaron su agradecimiento a la política transparente del gobierno turco.

No obstante, llegó una declaración contraria a este avance progreso de la organización terrorista PKK y el copresidente del HDP, Selahattin Demirtaş.

PKK y Demirtaş surgieron que se estableciera una potencia compuesta por jóvenes kurdos para luchar contra el ISIS. Se pidió que haya incorporaciones en esta potencia desde Turquía.

Una declaración similar llegó del líder de la Autoridad Kurda de Irak, Masud Barzani, que llamó a los kurdos iraquíes a guerrear contra el ISIS y a la comunidad internacional a dar medidas para la protección de los kurdos en Rojava.

Estas declaraciones, si se ponen en marcha, pueden ser un paso de lucha contra el ISIS. Sin embargo, este paso tiene riesgos serios. Este riesgo, en otras palabras, la lucha kurda contra el ISIS, puede ocasionar que se alejen los actores en el proceso de solución, lo cual puede asestar golpe al proceso. Este riesgo causa que los jóvenes dirigidos por la organización terrorista PKK compitan contra el ISIS tomando de nuevo armas. Este caso asesta golpe al desarme de la organización que constituye el principal objetivo del proceso de solución. Además, este riesgo perjudica el objetivo de Turquía de no sumarse a la guerra terrestre a pesar de que el combate de los terroristas de PKK contra ISIS sería favorable en materia de la lucha contra la organización.

Turquía respalda como principio la lucha contra el ISIS liderada por los países de la OTAN, pero no desea participar en las operaciones militares. Por esta razón, tal situación constituye una contradicción en la política turca.

La probabilidad del inicio del proceso de conflictos armados en lugar del proceso de solución, que se basa esencialmente en el diálogo y la reconciliación, presenta otro factor de riesgo.

La principal filosofía del proceso de solución es el desarme y la solución de los problemas por medio de métodos económicos, sociales y políticos.

La ley marco, que recibió el visto bueno del parlamento, supone un paso de importancia en este sentido. Ahora se espera que esta ley se ponga en marcha y que se encuentren salidas a los problemas relacionados.

Otro objetivo más trascendente contempla que los miembros de la organización terrorista PKK desplegadas en las montañas se reúnen con sus familias y se reintegren en la sociedad. Si los integrantes de la organización terrorista PKK empiezan a combatir contra ISIS, disminuye la suerte del cumplimiento de este propósito. El combate de la organización terrorista PKK e ISIS en las fronteras sirias e iraquíes afectaría negativamente también la seguridad de Turquía.

¿Qué se debe hacer para impedir estos riesgos?

La única vía es que las partes eviten actuar independientemente y luchar conjuntamente. Además, los grupos de kurdos de Irak deben evitar tomar decisiones por sí mismos y el gobierno debe dar respaldo a la política de lucha contra ISIS.

La estrategia sobre la lucha contra el terrorismo de ISIS, que se llevará a cabo bajo los auspicios de Turquía, se trata de un paso favorable para la filosofía del proceso de solución. Los pasos comunes facilitarán que tenga más éxito el proceso de solución y aumentarán el éxito contra ISIS.

Por Prof. Dr. Ramazan Gözen

El catedrático del Departamento de Ciencia de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Mármara.