GINEBRA 

AA- El director regional para Oriente Próximo y Medio del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Fabrizio Carboni, advirtió este jueves 12 de octubre que los hospitales de la bloqueada Franja de Gaza corren el riesgo de convertirse en morgues si no tienen electricidad.

“A medida que Gaza se queda sin electricidad, los hospitales también se quedan sin electricidad, lo que pone en riesgo a los recién nacidos en incubadoras y a los pacientes ancianos que reciben oxígeno. La diálisis renal se detiene y no se pueden tomar radiografías. Sin electricidad, los hospitales corren el riesgo de convertirse en morgues”, indicó Carboni en un comunicado Fabrizio.

Carboni destacó que las familias en Gaza ya están teniendo problemas para acceder a agua potable y subrayó: "Ningún padre quiere verse obligado a darle agua sucia a un niño sediento".

Con respecto a los sufrimientos que atraviesan las familias israelíes, indicó: "Al mismo tiempo, las familias israelíes están muy preocupadas por la toma de rehenes de sus seres queridos".

Dijo que la toma de rehenes está prohibida por el derecho internacional humanitario e instó a la liberación inmediata de cualquiera que esté detenido.

"La miseria humana causada por esta escalada es abominable e imploro a las partes que reduzcan el sufrimiento de los civiles", agregó.

El funcionario humanitario aseguró además que el CICR está ahora en contacto con Hamás y funcionarios israelíes, y que está "listo para realizar visitas humanitarias, facilitar la comunicación entre rehenes y familiares, y facilitar cualquier eventual liberación".

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) declaró que más de 2 millones de gazatíes carecen de las necesidades básicas, agua y electricidad.

En un post en la plataforma X del CICR, se ofreció información sobre la última situación en Gaza, donde continúan los intensos ataques israelíes.

"Cientos de miles de personas en Gaza no tienen lugar para dormir. Más de 2 millones de personas en Gaza están privadas de las necesidades básicas, agua y electricidad. Las ambulancias no pueden llegar hasta los heridos. Hay que proteger a los civiles de los efectos del conflicto armado".

El 8 de octubre, Israel decidió cortar el suministro de agua, electricidad, alimentos y otros servicios básicos a Gaza bajo el bloqueo.

Por su parte, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que es necesario un corredor humanitario para proporcionar servicios médicos a Gaza.

"Necesitan alimentos, servicios médicos y suministros", dijo Ghebreyesus en una declaración en Lyon (Francia), señalando que este corredor tendrá una función importante en términos de protección y apoyo a los civiles de Gaza.

Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que el número de palestinos desplazados en la bloqueada Franja de Gaza aumentó un 30% en las últimas 24 horas, superando los 338.000.

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Dünya Sağlık Örgütü (DSÖ) Sözcüsü Tarik Jasarevic de toplantıda yaptığı konuşmada, "İsrail'in Gazze'ye yönelik devam eden hava saldırıları neticesinde sivillerin gidecek güvenli bir yeri kalmadı." dedi.

Jasarevic, Filistin Sağlık Bakanlığının, DSÖ'ye hastanedeki hastaların Gazze'nin kuzeyinden tahliye edilmesinin imkansız olduğunu bildirdiğini aktardı.

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El portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tarik Jasarevic, declaró en su intervención en la reunión: "Como consecuencia de los continuos ataques aéreos israelíes sobre Gaza, los civiles no tienen ningún lugar seguro al que ir".

Jasarevic afirmó que el Ministerio de Sanidad palestino informó a la OMS de la imposibilidad de evacuar a los pacientes hospitalizados del norte de Gaza.

El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, reportó que aproximadamente 218 mil palestinos desplazados fueron ubicados en 92 escuelas pertenecientes a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en la Franja de Gaza.

Dujarric dijo que 2.500 asentamientos en Gaza quedaron inhabitables y al menos 88 instalaciones educativas fueron alcanzadas por ataques aéreos israelíes.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también declaró que "las imágenes de Gaza son horribles. Hay muchos niños entre las víctimas. Un millón de personas no tienen un lugar seguro al que ir. Esto es inaceptable, la violencia debe cesar inmediatamente".

UNICEF hizo hincapié en la necesidad de un alto el fuego y un corredor humanitario en Gaza para la seguridad de los niños.

Mientras tanto, la UNRWA anunció que ha trasladado su sede y su personal al sur de Gaza para continuar con sus operaciones humanitarias en la Franja de Gaza.

En una declaración escrita, la Directora de Comunicaciones de la UNWRA, Juliette Touma, pidió a las autoridades israelíes que protejan a todos los civiles en los refugios de la UNRWA, incluidas las escuelas.

"Estas instalaciones de la ONU deben ser protegidas en todo momento y nunca deben ser atacadas en virtud del derecho internacional humanitario", dijo Touma.

Las fuerzas israelíes han lanzado una campaña militar sostenida y contundente contra la Franja de Gaza, una respuesta a una ofensiva militar del grupo palestino Hamás en territorios y asentamientos ilegales israelíes. El conflicto comenzó cuando Hamás inició la Operación Diluvio de Al-Aqsa contra Israel, un ataque desde múltiples frentes que incluyó el lanzamiento de múltiples cohetes e infiltraciones en el país por tierra, mar y aire. El grupo dijo que su ataque sorpresa fue en represalia por los asaltos a la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén Este ocupada y la creciente violencia de los colonos israelíes contra los palestinos con la operación Espadas de Hierro en la Franja de Gaza. 

Este continuo intercambio de hostilidades ha traído un inmenso sufrimiento a las personas en el enclave, lo que exacerbó la ya terrible situación humanitaria en el lugar.

Más allá de las operaciones militares, la respuesta de Israel se ha extendido al corte del suministro de agua y electricidad a Gaza, lo que ha profundizado aún más la crisis provocada por el asedio paralizante impuesto desde 2007 al enclave, hogar de casi 2,2 millones de palestinos.

Algunos miembros de la comunidad internacional han hecho llamados a una reducción de las tensiones y a negociaciones para una resolución pacífica del conflicto.