CICR registra más de 600 incidentes violentos contra trabajadores de la salud durante la pandemia

GINEBRA

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó el martes que registró más de 600 incidentes de violencia, acoso o estigmatización contra trabajadores de la salud, pacientes e infraestructura médica por casos de coronavirus durante los primeros seis meses de la pandemia.

La organización señaló que la cifra de estos incidentes es "probablemente mucho más alta" y que el 20% de los 611 casos registrados en 40 países involucró agresiones físicas.

"Esta crisis ha puesto a los trabajadores de la salud en peligro cuando más se les necesita. Muchos han sido insultados, acosados y sometidos a violencia física. Esta atmósfera de miedo, que a menudo se ve agravada por la falta de equipos de protección personal adecuados, está agregando un estrés significativo a su salud física y mental y la de sus familias", indicó el director de la iniciativa "Asistencia de salud en peligro”, Maciej Polkowski.

De los incidentes, un 15% fue de discriminación basada en el miedo y otro 15% fueron agresiones o amenazas verbales.

La publicación de los datos se produjo antes del Día Mundial Humanitario, este 19 de agosto, para rendir homenaje a los trabajadores humanitarios muertos y heridos en el cumplimiento de su deber y para honrar a los trabajadores de la salud que brindan apoyo y protección a las personas necesitadas para salvar vidas.

El texto destacó que las quejas relacionadas con la muerte de un familiar o el miedo generado ante su propia muerte fueron los motivos más destacados detrás de los ataques.

Así mismo, la imposibilidad de llevar a cabo rituales fúnebres debido a las restricciones de la COVID-19 también llevó a algunos familiares a cometer acciones agresivas contra el personal o las instalaciones de salud, agregó el informe.

Incidencias

El CICR citó algunos ejemplos de incidentes ocurridos en abril y mayo. 

En Colombia, los residentes impidieron que las ambulancias ingresaran a un pueblo para detectar casos de COVID-19 y revisaron las historias clínicas confidenciales y los nombres del personal y los pacientes. 

En Afganistán, el principal centro de aislamiento de COVID-19 cerró durante medio día debido a un altercado físico entre familiares de un paciente fallecido y personal de salud.

En Bangladés, se arrojaron ladrillos a la casa de un médico después de que dio positivo por COVID-19 para obligarlo a él y a su familia a abandonar el área.

Por su parte, los familiares de una persona fallecida en la República Centroafricana agredieron físicamente al personal de salud, ya que estaban frustrados por no poder recuperar el cuerpo debido a las restricciones del coronavirus.

Mientras que en Pakistán los médicos de un hospital fueron agredidos verbal y físicamente después de que un paciente muriera de COVID-19. Los familiares ingresaron a una zona de alto riesgo mientras gritaban que el coronavirus era un engaño.

En Filipinas, un trabajador de la salud y sus hijos se vieron obligados a abandonar su hogar después de ser acosados y discriminados.

Entre los incidentes contra las personas, el 67% tuvo como objetivo personal de salud, el 22,5% tuvo como objetivo a heridos y enfermos (incluidos pacientes sospechosos) y el 5% tuvo como objetivo a personas desplazadas o refugiados.

AA