El barbero australiano corta el pelo gratis a los indigentes

El barbero australiano se llama Nasir Sobhani y tiene 26 años. Dedica su único día libre en la semana a cortarle el pelo a gente sin hogar ya que superó la drogadicción. “Éste es mi método de agradecimiento por haberme recuperado acabando con las malas costumbres. Reflejo a la sociedad el favor que he recibido” dijo el barbero, según la noticia de 9news.com.au.
Además, indicó que intenta convencer también a las personas, con las quienes se conoce, a dejar sus malas costumbres.

Sobhani, quien trabaja seis días a la semana en una barbería, en Melbourne, anda en su patineta en las calles en su único día libra, platica con los indigentes y les corta el pelo.

El barbero comparte a veces las fotografías y los cuentos de esas personas a través de su cuenta de Instagram. Él tiene actualmente alrededor de 47.000 seguidores.

“Este es Mark. Tiene 28 años y ningún contacto con su familia desde hace una década. Le conozco desde hace tiempo y me gusta ser amable con él, quién me corresponde con mucha alegría. Se diría que solo quería a alguien con quien hablar. Cuando me lo encontré hoy le pregunté si quería cortarse el pelo y me dijo que sí, “no he tenido la oportunidad de arreglármelo en 8 o 9 meses”. Lleva siendo indigente desde hace 3 años, y aunque ocasionalmente le da a la heroína y la metadona, no fueron las drogas lo que le llevó a las calles, sino razones sociales, para encajar y sentir que tenía amigos. Le echaron de donde vivía hace 3 años y desde entonces no ha podido encontrar un hogar o un trabajo. Sufre problemas mentales: “estoy muy deprimido y oigo voces en mi cabeza”, y esa es otra razón por la que está en la calle. Está solo y solo quiere que la gente le quiera y le acepte. A menudo piensa en volver a contactar a su familia, sobre todo en Navidades. Al oír su historia me sentí fatal de lo abandonado que estaba. Ni siquiera tenía ropa decente. Fui a comprarle ropa nueva y me pasé un buen rato arreglándole: le corté el pelo, la barba, le lavé bien. Me sorprendí al final y le dije “Mark, tienes muy buen aspecto” y me respondió “¡Lo sé, me siento genial!”