La primera sordociega licenciada de España encuentra trabajo

Gennet Corcuera trabajará en Sevilla como licenciada en educación especial para un taller de sordociegos

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La primera sordociega licenciada de España encuentra trabajo

Gennet Corcuera no ve ni oye más allá de donde llegan sus dedos. Sordociega de nacimiento fue abandonada en un orfanato etíope.

Gennet Corcuera, primera sordociega española licenciada: "Conocí a mi madre, mi madre española, que trabajaba como voluntaria. Fue muy valiente, me quería muchísimo. Y le daba igual que yo fuera sordociega".

La adopción le trajo a España. Donde aprendió a comunicarse. Tocando objetos, hasta comprenderlos.

Gennet Corcuera, primera sordociega española licenciada: "Tocando la forma, exactamente lo que era. Luego me enseñaban el signo. Y luego el nombre en dactilológico".

Su tesón le ha llevado a vivir sola y a estudiar educación especial hasta convertirse en la primera persona española sordociega licenciada.

Gennet Corcuera, primera sordociega española licenciada: "Pero ha sido gracias a la influencia de mi madre. Que yo he sido valiente. La situación de un discapacitado, a lo mejor es diferente, simplemente hay que adaptar los materiales, por ejemplo. Porque sola hubiese sido imposible. No oyendo, necesitaba el apoyo de un mediador. Para poder estudiar, para poder mejorar. Para poder integrarme también, es muy importante".

Ahora esas manos, las de Alessandra, su mediadora, se han convertido también en sus ojos. Juntas se irán a Sevilla donde a Gennet le espera otro reto. Ha encontrado trabajo.

Gennet Corcuera, primera sordociega española licenciada: "Sí, tengo mucha ilusión. Porque está relacionado con educación especial. Es un trabajo perfecto para mí. Y por fin, después de años, voy a empezar a trabajar".

Gennet está llena de vida. Su historia la ha inmortalizado el fotoperiodista Fernando Sánchez Alonso. Desde su coquetería hasta la felicidad de los pequeños detalles.

Gennet Corcuera, primera sordociega española licenciada: "Lo importante es aceptar la vida, aceptar la situación en la que estoy y adaptarla. Si pudiera ver, tengo ilusión, para poder ver de lejos. Para poder ver el sol, las estrellas.

Quizás, esa valentía que atesora le lleve a ver más allá de lo que tocan sus manos.

 


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