Una Hoja del Calendario (14/2015)

Justo después del Incidente del 31 de Marzo en Estambul sucedido en 1909, se produjo un tumulto interior en Adana. Los incidentes pasados a la historia como el Desastre de Adana, eran cosa de los que querían aprovecharse de la falta de autoridad causada por el Incidente del 31 de Marzo, que hoy en día es ya algo más que obvio.

En el trasfondo del conflicto se hallan las actividades clandestinas de los movimientos separatistas armenios de resistencia presentes en el territorio otomano. Otra influencia fue la intervención de países como Francia y Reino Unido que no pudieron renunciar a sus políticas de clientelismo. En aquellos días dichos movimientos se esforzaban tanto en Anatolia como en la parte europea de Turquía para obtener primero su autonomía y luego su independencia con la intervención de los estados grandes.

Hacia los turcos los armenios separatistas se comportaban como si fueran simpatizantes de la era constitucional y como si compartieran las mismas opiniones que ellos. Pero hacia Europa se quejaban tanto de la antigua como de la nueva administración e intentaban probar la injusticia turca. Y las supuestas pruebas de estas quejas las obtenían a través de los movimientos políticos.

Por otro lado, el líder del Partido Ittihat ve Terakki (Unión y Progreso), Talat Pashá, se hace el ministro del Interior después de los Incidentes de Adana. Talat Pashá  empieza a mostrar esfuerzos para establecer una amistad entre todos los integrantes que forman el Imperio Otomano, especialmente entre los armenios y turcos.

Sigue de cerca la investigación de Adana. También los armenios que se encuentran en la delegación investigadora se hacen testigos de que los incidentes fueron provocados por los armenios. Agop Babekyan, uno de los miembros de la delegación confiesa personalmente esta realidad a Talat Pashá . Pero al mismo tiempo se prueba que también una parte del pueblo musulmán de Adana se perturba extremamente y comete asesinatos.

El objetivo de los movimientos separatistas armenios es provocar el fanatismo del pueblo musulmán. Así se llamaría la atención de Europa a los sucesos con lo cual se habría abierto el camino para una formación armenia autónoma en la región de Çukurova.

Pese a estas realidades Talat Pashá intenta ser neutral mientras ocupa el cargo del ministro del Interior. Se muestra tolerante ante los movimientos armenios y se comporta como si no supiera sus objetivos reales. Pide que los responsables de los asesinatos de Adana se penalicen sin distinguir musulmanes y cristianos. Incluso insiste en la penalización de un mufti y muchos musulmanes con la justificación de que provocaron al pueblo musulmán a cometer los asesinatos. También convence a los miembros del Gobierno para la ejecución de las penalizaciones.

Talat Pashá pensaba que si el Gobierno cumple con sus deberes comportándose así de neutral, se calmarían las ambiciones políticas de los separatistas armenios. Mientras tanto, se envía al Gobernador y Coronel de Üsküdar, Cemal Bey, a Adana para mitigar los sucesos y penalizar a los culpables. En los siguientes años, este nuevo Gobernador de Adana, que pasa luego a la historia como Cemal Pashá, se comporta muy duro hacia los turcos como si ellos tuvieran toda la culpa.

El periodista de Adana, Ahmet Remzi Bey, describe en sus memorias al Gobernador como una persona que llegó a Adana para defender los derechos de los armenios y comportarse cruel hacia los turcos y musulmanes. Cemal Pashá hizo todo para hacer contentos a los armenios y penalizaba excesivamente a los turcos, el motivo de esta postura suya fue evitar una intervención por parte de Europa.

Cemal Pashá hizo ejecutar a 47 turcos y musulmanes ante solamente 5 ejecuciones de personas armenias. Sin embargo, los documentos históricos revelan que los responsables reales eran en los movimientos separatistas armenios y que murieron más musulmanes que armenios.
Y desgraciadamente esta política separatista del Gobierno otomano aplicada para calmar las ambiciones políticas de los movimientos separatistas armenios, no cumplió con su meta, al contrario, empeoró la situación.

Otra faceta triste y significativa de este conflicto es que años después los Pashás Talat y Cemal murieron por los disparos de miembros de los separatistas armenios.