¿Cómo arreglar a la ONU y por qué debemos hacerlo?

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, escribió un artículo para la revista Foreign Policy.

Los líderes de todo el mundo, reunidos en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, ponen sobre la mesa los problemas más grandes que afronta la humanidad. El tema básico “Hacer que la ONU sea considerable para toda la humanidad” es llamativo en términos de hacer un resumen de las dificultades que vive la organización. Puesto que, la ONU está sufriendo de una crisis de prestigio sin precedentes pese a los intentos del personal encargado en diversos órganos.

La razón principal de los problemas actuales de la ONU es que el Consejo de Seguridad no cumplió su promesa de promover la paz y la seguridad en todo el mundo. Desde Bosnia y Ruanda hasta Siria, Yemen y Palestina, el máximo órgano de decisión de la ONU no ha evitado atrocidades ni enjuiciado a los responsables de crímenes atroces. Desde el punto de vista de EEUU, los regímenes autoritarios de todo el mundo han usado armas convencionales y armas de destrucción masiva contra civiles inocentes. Algunos regímenes incluso han llevado a cabo un genocidio sin sufrir las consecuencias. La ONU también ha fallado a los millones de niños que sufren pobreza extrema y desnutrición y, como Turquía sabe muy bien, no ha podido dar los pasos necesarios para aliviar el sufrimiento de los refugiados. La lista sigue, pero está claro que las Naciones Unidas, que alegaba ser el corazón palpitante de la humanidad, no tiene pulso.

En estos días en que necesitamos el liderazgo global más que nunca, debemos subsanar la ONU en vez de destruirla. Si las grandes potencias no quieren asumir esta responsabilidad, si unos países que se benefician del sistema actual no quieren hacer una reforma y si los artífices de la ONU están perjudicando el principio de multilateralidad dando pasos unilaterales, es la hora de redefinir el ‘liderazgo global’.

Erdogan reitera su llamado de poner fin a la práctica de membresía permanente en el CSNU, aumentar el número de los socios a 20 y hacer que todos los países sean representados rotatoriamente. “Turquía se ha convertido en un líder global como parte de la solución en Irak, Siria y otros lugares sin ser una superpotencia militar o económica”.

La dimensión que ha alcanzado la crisis de refugiados ha manifestado que este problema no se puede solucionar sin una cooperación más fuerte a través de las organizaciones como la ONU.

En el caso de que las fuerzas globales no ayuden, el resto del público internacional debe tomar iniciativa y comenzar el proceso de reforma amplia en la ONU.