Costumbres y Tradiciones de los Turcos (52/2014)

La hospitalidad, el respeto y el trato hacia los convidados están entre las características más importantes de los turcos

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Costumbres y Tradiciones de los Turcos (52/2014)

A lo largo de la historia, los turcos dieron importancia a sus huéspedes. La hospitalidad, el respeto y el trato a los convidados están entre las características más importantes de los turcos. Después de la conversión al Islam, el respeto hacia los huéspedes se incrementó más y los mismos fueron considerados como los enviados por Alá. El respeto mostrado por Mahoma a los huéspedes les incitó a otros a tratar y respetar bien a los convidados. Los hadices sobre la hospitalidad fortalecieron la comunicación y el respeto entre el amo de casa y el convidado. Los hadices como “no hay ninguna benevolencia por parte de quien no recibe a huéspedes en su hogar”, “Alá le quiere a quien visita a su hermano creyente” o “ofrecer dádivas a quien le visite” son la prueba de que Alá le quiere a los huéspedes y hospederos.

La virtud de la hospitalidad se expresa de esta forma en uno de los hadices: “Alá envía a un ángel a un hogar antes de enviar a un huésped. Este ángel se disfraza de un pájaro blanco. El ángel permanece encima de la puerta de la casa y saluda a los residentes. Gabriel le pregunta al pájaro: ¿Qué tienes que ver con este amo de casa? El ángel responde: “Me envió Alá para que les dijera que pronto habrá un huésped en su hogar. Es la abundancia de cuarenta días que obsequia del Paraíso. Gabriel hace que el ángel disfrazado de pájaro pueda entrar en el hogar. Tiene una pieza de papel en su boca. Gabriel le pregunta qué es eso. El ángel le dice que “es la garantía de salvarse de las llamas del Infierno”. Para los turcos, el huésped es la persona enviada por Alá. Hospedar a los convidados es una misión elemental. El profeta Abraham les esperaba durante días a sus huéspedes, ni podía comer sin ellos.

Ofrecer comidas al huésped, no dejarlo hambriento y hacer que esté cómodo son los dones que Alá da importancia. Además, se tiene que recibir a los huéspedes llevando las ropas más bellas. El profeta Mahoma se ponía las ropas más bonitas cuando alguien le iba a visitar. Aconsejaba que los otros hicieran lo mismo.

Los turcos pensaban en los que hacían viajes de largas distancias. Hicieron construir caravasares, las posadas selyúcidas donde los transeúntes pudieran alojarse y cenar sin pagar ninguna cuota. Los caravasares fueron construidos por primera vez por parte de los khanos selyúcidas a finale del siglo X en Asia Central. Los pasajeros matan su hambre y descansan en estos lugares. Además, hay secciones para los caballos en los caravasares. Se cuidaba de ellos también. Se prestaban muchos servicios gratuitos aquí.

La llegada de un huésped es la abundancia y la benevolencia para los amos de casa. El pueblo anatoliano cree que el convidado viene con su pan de cada día. Los turcos la califican a los convidados como “los huéspedes de Dios”. Los huéspedes se tienen que recibir bien independientemente de conocerse la llegada. En Anatolia hay muchas costumbres sobre los convidados en Anatolia. Cuando una persona viene a visitar la casa, nunca se le pregunta si tiene hambre o no. Preguntar es una falta de respeto. Un método para entender si el huésped tiene hambre o no es preparar un café turco y ofrecerle con un vaso de agua aparte. Si el huésped consume el agua antes del café, entonces tiene hambre. Según la versión, el agua ofrecida al lado del café es para que el huésped pueda limpiarse el interior de la boca de los sabores de otras comidas y perciba el sabor del café turco.

“Coma más, por favor”

El amo de casa se precipita para ofrecer comidas a su huésped a quien no se hace esperar. La costumbre de hospedaje más corriente en Anatolia es la insistencia del hospedero para que los convidados coman las comidas ofrecidas. Aunque el huésped dice que ya está saciado, el amo de casa insiste continuamente para que coma más.

La gente de Anatolia siempre está sonriente y amable. No dice palabras en alto a sus hijos mientras el huésped está allí, porque romper el corazón del huésped es un pecado para ella. Despedir a los convidados es tan importante como recibirlos. Los amos de la casa dan el adiós al huésped hasta la puerta y le dicen “perdónenos” o “vuelva otra vez”. Cuando los huéspedes entraban en la casa después de quitarse los zapatos delante de la puerta, los amos de casa giraban las puntas de los zapatos de forma que miraran hacia dentro. Eso significaba que el hospedero está “muy satisfecho por la llegada de los huéspedes” y que está esperando a que “venga a visitar otra vez”. Lo contrario será “no vuelvas a venir”.

Por Fatma Ahsen Turan
Académica del Departamento de Lengua y Literatura Turcas – Universidad de Gazi, Ankara

 



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