Costumbres y Tradiciones de los Turcos (39/2014)

El culto del fuego fue el símbolo de la purificación de la maldad, la iluminación y la abundancia para muchas culturas

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Costumbres y Tradiciones de los Turcos (39/2014)

A lo largo de la historia, el hombre siempre necesitó el fuego. El descubrimiento del fuego fue uno de los elementos más importantes que facilitaron la vida humana; en luchar contra el frío, cazar los animales salvajes y alimentarse. El fuego fue usado como un instrumento para pedir abundancia o para protegerse de lo temido. El hombre respetó al fuego que le facilitó la vida y lo consideró sagrado. El culto del fuego fue el símbolo de la purificación de la maldad, la iluminación y la abundancia para muchas culturas.

Las leyendas míticas mostraron que el hombre aceptó sagrado a todo lo que consideraba necesario e influyente, formando los rituales y las creencias al respecto. En Asia Central, el fuego tuvo un importante lugar en el mundo de la creencia y opinión. Según los turcos antiguos, el fuego cayó del cielo, porque el cielo es sagrado.


Los rituales en Asia Central se observaron también Anatolia. Los turcos derritieron el monte de hierro para salir de Asia Central y siempre respetaron el fuego para facilitar su vida. El fuego está siempre limpio y repela las maldades purificando y fortaleciendo al ser humano. A lo largo de la historia, los turcos creyeron que el fuego es purificador e hicieron saltar por encima del fuego a los pacientes.

Los turcos no echaron nada sucio o malo al fuego. Siempre apagaron el fuego con el agua. Pero, la extinción del fuego con el agua no era considerada buena porque se creía que era mala suerte. En su lugar, pusieron ceniza para extinguirlo. Y nunca se da el fuego del horno de una casa a otra persona.

Según las costumbres arcaicas turcas, se echaba un bocado de la comida cocida al fuego para saciar el espíritu del fuego. Esta costumbre todavía se observa en algunas provincias de Anatolia.

El fuego se caracterizó generalmente por el hornillo desde Asia Central hasta Anatolia. El hornillo simbolizó la familia. Un hornillo que arde expresa la vida feliz entre los familiares. El pueblo considera que el hornillo es un fuego sagrado que no se debe apagar nunca. El hornillo familiar es un legado del padre al hijo. A las familias sin hijos se les llamaba “sin hornillo”. Cuando moría un miembro sucesor de la familia, la situación se expresa de esta forma: “se le apagó el fuego”. Sobre la familia y la generación hay muchos refranes, dichos y blasfemias.

En la cultura turca, la gente hizo adivinaciones sobre el futuro debido al modo de quemar del fuego. Eso depende del color de llama, el sonido que sale del fuego, el hecho de que sea blanco o rojo, la forma del humo que exhala, la dirección que se va y el modo de colocación del leño carbonizado. Si el fuego suena como si hablara una persona, eso es el vaticinio de un huésped; si suena como el viento, habrá una tormenta fuerte.

Las mujeres de Anatolia recorren todos los cuartos de la casa con una pieza de carbón ardiente del fuego para purificarse del mal de ojo y de las enfermedades. En algunas provincias, los jóvenes se aglomeran en torno de un fogón y rezan por la lluvia. Los que tienen enfermedades mentales pasan por entre dos fogones. Las cenizas del fuego se vierten en un lugar lejos de los transeúntes. Según la creencia, pisar la ceniza impedirá que una familia tenga hijos o una persona se case.

La reanimación de la naturaleza se festeja con el fuego. El fuego es la imagen del sol en la Tierra. Al mismo tiempo, es el símbolo del despertarse de la tierra. Se encuentran prácticas relativas al fuego en todas las ceremonias de Noruz en la amplia geografía turca. Los que se saltan por encima del fuego de Noruz se libran de las enfermedades y no se enferman durante dos años. Otro ritual es hacer saltar a los animales por encima del fuego o pasar por entre dos fogones. Se cree que el humo del fuego protege a la persona del mal de ojo.
El fuego es elemental para algunos juegos. El uso del fuego se refiere a la salud y suerte que trae. Ej. “sinsín” que se juega en algunas provincias de Anatolia está relacionado con el culto del fuego.
Por Fatma Ahsen Turan
Académica del Departamento de Lengua y Literatura Turcas – Universidad de Gazi, Ankara



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