El orden mundial unipolar está llegando a su fin: ¿Qué países serán los más beneficiados?

Algunos países desafían al mundo occidental que disfruta de un orden mundial unipolar liderado por Estados Unidos.

Aunque muchos expertos hablan de un nuevo orden mundial con Estados Unidos y China como dos polos, hay potencias que no se posicionan con ninguno de estos dos estados y dan prioridad a sus intereses nacionales como Türkiye, Arabia Saudí, India e Indonesia.

Türkiye encabeza los países que no pertenecen directamente a un polo. Siguiendo políticas acordes con sus propios intereses durante años, el país euroasiático no ha tomado lugar incondicionalmente ni con el occidente ni con otros países.

La postura racional de Türkiye en la guerra entre Rusia y Ucrania es uno de los mayores ejemplos de ello. Además, su postura ante la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN demuestra que Türkiye es una potencia independiente que persigue sus propios intereses.

Arabia Saudí e India también son países ejemplares.

La adhesión de Arabia Saudí al grupo internacional de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), es un ejemplo de su creciente conflicto de intereses con su aliado tradicional, Estados Unidos.

Se sabe que las decisiones de Arabia Saudí de cambiar el suministro de petróleo conducen a la tensión entre los dos países.

Arabia Saudita se está acercando a China para expandir el área de maniobra contra Estados Unidos.

India, que ya es miembro de BRICS, tiene miedo de ingresar a la hegemonía de China.

Los contactos del primer ministro de la India Narendra Modi en Washington y París son indicativos de que su país no estará con China bajo ninguna circunstancia.

El rechazo de India a la propuesta de los BRICS de crear una moneda común para acabar con el dominio del dólar es un ejemplo sobresaliente.

Alemania como alternativa a la Europa continental

Alemania es uno de los países aspirantes a formar su propio polo regional al no pertenecer a los dos polos. La razón principal es que la Europa continental tiene objetivos diferentes de los intereses de los estados anglosajones.

Si la Unión Europea persigue sus propios intereses alejándose del eje estadounidense, tendrá el potencial de crear un nuevo polo regional. La forma de hacerlo es mediante la creación de un polo regional bajo el liderazgo de Alemania.

Los pasos que hay que dar en el periodo de transición al nuevo orden son de suma importancia

Los estados y sindicatos que son lo suficientemente fuertes como para formar sus propios polos regionales también son los que más pueden tener ventajas. La razón es la política de equilibrio y las ganancias enfrentando a las partes entre sí.

El hecho de que la dimensión de las relaciones entre Estados Unidos y China haya pasado de competitiva a casi hostil abre este espacio.

Los países que aprovechen el hueco creado en la transición hacia un nuevo orden mundial, serán las estrellas emergentes del siglo XXI.

TRT Noticias