El terrorismo y la propaganda

Murat Yeşiltaş – Director de Estudios de Seguridad/SETA

Las cuentas de la banda terrorista PKK y las vinculadas a ella están divulgando desde hace varios días las noticias falsas de que Türkiye esté usando “armas químicas” contra terroristas. Algunos grupos y figuras de la oposición en Türkiye también abrazan esta mentira y la repiten, lo que hace necesario volver a examinar el tema del terrorismo y la propaganda. El terrorismo no puede existir sin la propaganda.

Sin embargo, no hay armas químicas en el inventario de las Fuerzas Armadas Turcas (FAS). Por otra parte, no hay ninguna evidencia de que las FAS hubiera utilizado armas químicas en alguna operación hasta el día de hoy. Tampoco hay necesidad de que use armas químicas las FAS, que lleva a cabo una operación cuidadosa para que los civiles no sufran daños, incluso en las operaciones con drones armados.

Lo sorprendente es que tanto la banda terrorista, como algunos “opositores” en el país y hasta las esferas en el exterior suponen que este tipo de “noticia” – que se nota que es una mentira por todos sus aspectos – sea aceptada todavía por los círculos internacionales. Ya que, cuando se hace una investigación simple relativa a los últimos cinco años en la internet, es posible encontrar decenas de “noticias” publicadas que sostienen que Türkiye hubiera estado utilizando armas químicas en sus operaciones antiterroristas en el país y en el exterior en diversas fechas.

A pesar del apoyo en comunicaciones, medios y propaganda en la esfera internacional al grupo terrorista, no ha sido posible corroborar ni una de esas aserciones, porque las mismas no tienen nada que ver con la verdad. En realidad, el hecho de que se sigan haciendo tales acusaciones es una indicación de cuán patéticos se han vuelto la organización terrorista y sus partidarios en el campo de la propaganda, y que sus habilidades de propaganda están a punto de agotarse.

Más allá del manejo de la percepción sobre las armas químicas, es necesario mirar los hechos. La fábrica de cementos LaFarge en Siria confesó haber auspiciado el terrorismo en un pleito abierto en Estados Unidos y llegó al acuerdo con el tribunal. Pero, la situación no consta simplemente de transferir cantidades por parte de una empresa de cementos a la banda terrorista a cambio de realizar negocios libremente.

Hay que refrescar nuestra memoria. A pesar de que la crisis de Siria y la tragedia humana surgida comenzaron en 2011, la sensibilización y la puesta en marcha del público internacional sobre la situación habían aparecido ni a causa de los miles de sirios masacrados con misiles y armas químicas, ni los millones de otros refugiados en otros países. La concienciación y las intervenciones comenzaron después de las imágenes de la masacre de la banda terrorista DAESH en Siria.

La planta de cementos LaFarge pudo seguir operando durante mucho tiempo cuando el DAESH fue efectivo en la región. La situación era curiosa, pero su motivo no se había entendido a ciencia cierta. Actualmente, con la decisión de la corte estadounidense, LaFarge admitió que realizó pagos al DAESH, es decir, que financió el terrorismo. En realidad, antes de esta confesión se había evidenciado la relación de la empresa con el DAESH. El Poder Judicial de Francia abrió diligencias contra los dirigentes máximo de LaFarge por cargos de financiación del terrorismo y participar en delitos de lesa humanidad, pero no se ha llegado a una conclusión.

Gracias al periodismo exitoso de la Agencia Anadolu (AA), se supo que el problema no era solamente una compañía francesa. No obstante, el 7 de septiembre de 2021, la AA desveló que la financiación del DAESH por LaFarge se realizaba con el conocimiento de la inteligencia francesa. La correspondencia de la empresa con la inteligencia francesa muestra que la inteligencia francesa se benefició de esta relación y, por lo tanto, apoyó tácitamente la relación, al menos no la obstaculizó. Pero, a pesar de estos documentados no refutados, no se ha dado un paso legal contra la empresa en Francia, ni contra los empleados de la inteligencia francesa en EEUU que puso una multa a la empresa.

En este punto, hay que hacer especial hincapié en el período en el que LaFarge, con el conocimiento de la inteligencia francesa, estableció relaciones financieras con el DAESH y recibió tanto protección como apoyo anticompetitivo. Porque eso fue un período de una enorme propaganda negra en el interior y exterior para paralizar la política de Türkiye sobre Siria y su lucha contra el terrorismo. Se hacían circular las noticias falsas de que financiaba al DAESH, hacía la vista gorda a los reclutamientos, hasta los simplificaba. Pero, no era nadie más que Türkiye que llamó la atención sobre este peligro y convocó a sus “aliados” a ponerse en marcha cuando los grupos radicales, incluso DAESH, aparecieron en Siria. Más allá de ello, la única fuerza que combatió al DAESH en el campo además de otros métodos de lucha fue las FAS Turcas.

Por lo mismo, mientras se hacían operaciones de percepción organizadas en el sentido de una relación con el DAESH acerca de Türkiye, se conoció con todas sus evidencias que la verdadera cooperación y operación se hacía por la inteligencia francesa. Se conoce la relación de algunos estados con el terrorismo, sobre todo, de EEUU. Quizás en el futuro también se expongan las profundas relaciones de otros estados con organizaciones terroristas o la historia de la red de túneles de hormigón establecida por el PKK/YPG en Siria, especialmente en Afrin.

Murat YEŞİLTAŞ