El ataque al puente de Kerch abrió las puertas del infierno a Ucrania

Mientras que el ataque contra el puente de Kerch que conecta Crimea con la parte continental de Rusia desató una nueva era en la guerra entre Ucrania y Rusia, la Federación de Rusia, como se esperaba, respondió muy duramente a este ataque golpeando muchas ciudades ucranianas, incluida Kiev, con misiles guiados.

Igual que el primer ministro, Dmitri Medvédev, ha enfatizado antes, un ataque a Kerch le abriría las puertas del infierno a Ucrania, y parece que ya realizó. Mientras las dos partes intensifican los conflictos, la posibilidad de poner fin a los conflictos diplomática y políticamente es cada vez menor.

Mientras la guerra ucraniano-rusa continúa a toda velocidad en las líneas de frente, en la mañana del 8 de octubre de 2022, se produjo una gran explosión en el puente de Crimea, que conecta Crimea, anexiada por Rusia en 2014, al parte continente de Rusia y ubicado en el Estrecho de Kerch.

El ataque provocó que se incendiara un tren que transportaba combustible en el puente, colapsaron sus partes que aseguraban el tráfico de vehículos. Aunque se plantearon diferentes escenarios sobre cómo se produjo el ataque, Rusia anunció que explotó un camión con bomba.

A continuación, Putin hizo esta declaración: "No hay duda. Este es un acto de terrorismo destinado a destruir infraestructura civil de importancia crítica de la Federación Rusa. Esto fue ideado, ordenado y llevado a cabo por los servicios especiales ucranianos".

El puente de Kerch, el puente más largo de Europa, es un lugar muy estratégico que conecta Crimea, anexiada ilegalmente por Rusia, con el continente ruso. Kerch, que cuesta 3.5 mil millones de dólares, consta de cuatro carreteras y una línea de ferrocarril. Todas las necesidades de los civiles que viven en Crimea y también la logística de las fuerzas de ocupación rusas en Jersón se satisfacen a través de esta línea.

Además de su valor estratégico, el puente también tiene una gran importancia para Rusia y Putin desde un punto de vista simbólico. Casi aparece como un monumento simbolizado de toda la ocupación rusa. Por lo tanto, era muy importante que el bombardeo de tal estructura coincidió con el cumpleaños de Putin, y todos los ojos estaban puestos en la respuesta de Rusia.

Siempre se enfatizaba que un posible ataque a Kerch y Crimea abriría las puertas del infierno para Ucrania, como lo subrayó anteriormente el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev. Ocurrió tal y como se esperaba. Unos días después, el ejército ruso atacó muchas ciudades ucranianas, especialmente Kiev, con misiles guiados. En los ataques, en los que se utilizaron más de cien misiles guiados, se atacaron muchas instalaciones de infraestructura importantes, especialmente plantas de energía térmica. Aunque estos ataques, en los que también se mataron civiles, no tuvieron un impacto directo en el curso de la guerra, se observó que Rusia al menos pudo responder de manera efectiva al ataque a Kerch.

Para Rusia, el costo de los ataques con misiles que duraron 2 días se calcula en al menos mil millones de dólares. Por supuesto, la infraestructura ucraniana se ha dañada mucho más. Sin embargo, la pregunta importante que tenemos ante nuestros ojos es la siguiente: "¿Qué tan sostenibles son los ataques con misiles guiados para los rusos?". Los análisis apuntan que los misiles guiados con valor estratégico en el inventario del ejército ruso se agotan rápidamente y la industria de defensa rusa no puede producir sistemas de misiles que dependan de países extranjeros a un ritmo suficientemente rápido. Se observa que los rusos rara vez han usado estos sistemas durante el curso de la guerra. Estos ataques, que no afectarán mucho a las líneas del frente, pueden haber aumentado la moral y la motivación del ejército ruso. El avance del ejército ucraniano en Jersón parece haberse estancado en los últimos días. No está claro si las nuevas fuerzas rusas transferidas a Ucrania tras la decisión de movilización parcial crearán un equilibrio especialmente cuando consideramos el creciente apoyo militar de los países occidentales a Ucrania. Sin embargo, es un hecho que la guerra se está intensificando para ambos bandos. El ataque de Kerch y los siguientes acontecimientos indican que esta guerra no terminará fácilmente.

Análisis al respecto de Can Acun, investigador de la Fundación de Estudios de Política, Economía y Sociedad (SETA)