La importancia de las aguas termales en Anatolia

Hoy en día, las aguas minerales de gran beneficio son aprovechadas como elemento del tratamiento en la balneología de la medicina moderna

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La importancia de las aguas termales en Anatolia

El hombre está usando el agua para curarse y curar a otros porque cree que es terapéutica. Las aguas termales calientes tienen un lugar importante. Muchas civilizaciones consideraron que las termas son lugares sagrados, porque allí se curan las heridas, los pacientes vuelven a obtener su salud. Las termas siempre han formado parte de nuestras vidas. Aunque quedaron en el segundo plano debido a la evolución de la ciencia de la medicina, nunca han dejado de ser imprescindibles para nosotros.

Desarraigarse del ambiente natural, el estrés de la vida urbana y los problemas sanitarios que les acompañan hacen que el hombre busque alternativas. Cada día se aumenta el interés en las termales en el tratamiento preventivo y progresivo. Hoy en día, las aguas minerales de gran beneficio son aprovechadas como elemento del tratamiento en la balneología de la medicina moderna. Ya vamos a las termas para beneficiarnos de la fuerza terapéutica del agua, para curarnos y a lo mejor para tranquilizarnos con el agua. A fin de experimentar la salud brindada por el agua.

 

Anatolia es un “paraíso termal” que es bueno para gran número de enfermedades desde las respiratorias, neurológicas hasta reumas. ¿Es posible encontrar remedio en el interior de las aguas calientes mientras está nevando encima? ¿O es solamente una ficción? Anatolia está repleta de sorpresas por todas partes. En la región de Anatolia del Este donde los inviernos pasan duros hay unas termas justamente así. Las termas, que se parecen a las terrazas de travertino del Castillo de Algodón (Pamukkale), se sitúan en el departamento de Diyadin (Ağri). El agua de las termas está catalogada en la clase de agua termonineral. Para que el agua que sale del suelo pueda ser acreditada como agua termal su calor debe ser por encima de 20 grados centígrados. Si un gramo en su litro contiene mineral disuelto, entonces se le denomina agua termomineral. Las termas de Diyadin tienen ese rasgo, ya que un gramo de esta agua contiene minerales como bicarbonato, sulfato, calcio, entre otros. Su calor está alrededor de 80 grados centígrados. Esta agua curativa sale de una profunidad de casi 300 metros. El calor del agua que se reduce a 45 grados tras pasar por las piscinas para enfriamiento es trasladado a la piscina termal. El agua de las termas es buena para enfermedades cutáneas, reumas, óseas, calcificación y desperfectos en el metabolismo. Diyadin, que es uno de los lugares de asentamiento más viejos de Anatolia, fue establecido en la ribera del río Murat que cruza por la mitad de la zona de las termas. El punto de salida de Murat es un volcán extinto, Tendürek. Los charcos donde siempre abunda el vapor en el verano y en el invierno hacen que dudemos si está ya extinto o no.

En Diyadin hay una antigua ciudad calificada como la “cuna de las civilizaciones”. La antigua ciudad de Meya está tallada en rocas altas. Parecen a las chimeneas de hadas de Capadocia. Allí se encuentran gran número de cuevas usadas para fines de cocina, dormitorios y santuarios. Aunque se descubrieron las huellas de las diversas religiones, sólo nos han podido llegar un altar tallado en una roca, piedras en forma de cruz y tumbas debido a la destrucción.

 

En cuanto a las termas en la Región de Anatolia Central, la tradición de las aguas termales comenzó en la época hitita y llegó hasta nuestro tiempo. Las termas romanas y bizantinas fueron reparadas en las épocas de los selyúcidas y señoríos anatoliano. Se convirtieron en baños turcos. Los turcos añadieron secciones para baños alrededor de las piscinas de la época romana. Los otomanos utilizaron la forma renovada de las termales selyúcidas. Aquellas termas convertidas son las que se encuentran en Haymana, Kızılcahamam y Ayaş en Ankara.

Afyonkarahisar es otra provincia famosa por sus termas. En esta zona se sitúan alrededor de 70 fuentes termas y balnearios. Se supone que las termas están siendo usadas desde la época de los frigios. La más conocida es la Terma de Sandıklı. Su agua es un remedio con alta proporción de azufre. Sobresale también con sus baños de lodo mundialmente conocidos. Es muy elevada la tasa de recuperación después de la operaciones ortopédicas y lesiones de deporte. Gecek, Gazlıgöl, Heybeli y Ömer lucen entre las termales más importantes de la provincia.

 

El interés popular en las termas no ha caído nunca desde las época muy antiguas. Lo mismo pasa en la Edad Media cuando la medicina quedó insuficiente. Las personas, que querían volver a ser sanas, buscaban el remedio quedándose durante días en estos lugares especiales. Las termas se hacen más importantes en el siglo XIX. Las Termas de Yalova recibieron a muchos gobernantes extranjeros. Estas termas formadas tras un terremoto han servido de una fuente de curación para diversas civilizaciones. El pueblo local creía que el agua caliente y el vapor eran productos de un dragón debajo de la tierra, y que el vapor vaticinaba el futuro. Las termas eran una especie de lugar de adoración.

 

Las termales quedaron descuidadas y dañadas a causa de la Primera Guerra Mundial. Todo cambió tras la visita a Yalova del fundador de la República de Turquía, Mustafá Kemal Atatürk. El hombre de estado, que admiró estas termas, dijo que “aquí será la ciudad de agua del futuro”. Se aceleraron las labores de zonificación en Termal, un departamento de Yalova. Termal se convirtió en un centro de renombre internacional. Este departamento, que era un centro de sanación de las épocas romana, bizantina, selyúcida y otomana, es aprovechado para el tratamiento de muchas enfermedades en el día de hoy. El calor de las aguas termales varía entre 54 y 64 grados centígrados. Forma parte de la clase de aguas curativas con sodio, calcio y sulfato. Estas aguas curativas son usadas para las enfermedades gastrointestinales, respiratorias, reumas, metabolismo, psicológicas y post cirugías ortopédicas. Los balnearios de Termal protegidas por razones históricas y arqueológicas y su flora y fauna sin precedentes figuran entre los centros de salud y recreo contados del mundo.

 

La Región de Anatolia Occidental es la parte más rica de Anatolia en cuanto a las fuentes de agua termal. Como las primeras ciudades de la civilización helenística fueron fundadas en Anatolia Occidental, hay gran número de termales de las antiguas épocas, pero muchas otras esperan ser descubiertas. En términos de la cantidad de termas, Izmir es la provincia más rica. Más de treinta fuentes termales si bien sobresalen las termales de Balçova – el antiguo Agamenón (rey micenio de la Guerra de Troya). Izmir reparte salud entre las personas que vienen desde cuatro esquinas del mundo en sus termales de Seferihisar, Çeşme y Dikili, sobre todo Bergama (Pérgamo), el centro termal y curativo más conocido de las antiguas épocas cuando comenzó esta tradición.

 

La Termal de Gönen (Balıkesir), acreditada como “el agua más mineralizada del mundo”, la Termal de Oylat en Inegöl (Bursa) cuya agua puede sanar a enfermos terminales según la creencia popular, Hayatlı en Pamukkale (Denizli) con su agua de alta proporción de hierro y sus travertinos pequeños rojos. La Termal de Bursa, que representa la arquitectura otomana de Anatolia, y cientos de otras en Eskişehir, Kütahya, entre otras. Todas merecen una reseña aparte.

Programa producido por Neslihan Değirmencioğlu en la Voz de Turquía, TRT.

 



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